Entre tensiones políticas, este lunes Italia inicia la fase dos contra el coronavirus, en vista de establecer un gradual desbloqueo nacional. El primer ministro de ese país, Giuseppe Conte, informó en conferencia de prensa que “comienza la etapa de convivir con el virus”. El jerarca advirtió que la curva de contagios podría volver a subir, pero entiende que es un riesgo que debe tomar. A la fecha, Italia registra unas 300 muertes diarias en comparación con las 800 que sufría un mes atrás. Conte recordó que la única forma de dejar el confinamiento sin infectarse es respetar el distanciamiento social. Si los italianos no lo cumplen, la curva podría salirse de control y generar daños irreversibles para la economía. “Si amas a Italia, mantén la distancia”, usó de slogan.

El camino escalonado hacia una nueva normalidad generó conflictos con varios sectores de la oposición, que pretendían acelerar más el comienzo de actividades. Incluso, un grupo de legisladores pasó la noche del miércoles en el Parlamento en señal de protesta. El primer ministro argumentó en la Cámara de Diputados que “la reapertura total comprometería los esfuerzos realizados” y aseguró que “es un plan que persigue el interés general con medidas impopulares. No es un programa electoral para recibir apoyos”.

Tras varias semanas de un estricto confinamiento de la población, las medidas de la fase dos autorizan las visitas de “allegados con relaciones afectivas estables” dentro de una misma región. “No estamos diciendo que a partir del 4 de mayo estén permitidas las fiestas privadas o reuniones familiares”, dijo el mandatario. Será posible circular únicamente por razones de urgencia, con las distancias necesarias y mascarillas puestas. Quienes tienen alguna sintomatología o fiebre mayor a 37,5 grados deberán continuar en sus casas.

Nuevos permisos

A partir de hoy, quienes realicen deportes o actividades físicas podrán alejarse de las inmediaciones de su hogar, siempre que mantengan dos metros de separación con otros. Al repsecto, Conte aclaró que los atletas podrán volver a sus sesiones de entrenamiento. Además, estará permitido el acceso a parques y jardines públicos con distanciamiento interpersonal mínimo de un metro y a las ceremonias fúnebres ahora podrán asistir hasta 15 familiares del fallecido, únicamente si se desarrolla en exterior y con mascarillas. En esta etapa, los barbijos fijarán sus precios bajo ordenanza en 0,50 euros y estarán exentos del cobro de IVA.

En cuanto al sector productivo, se liberarán las actividades de la construcción y de los sectores mayoristas que proveen a esta industria. Los restaurantes y bares podrán realizar entregas a domicilio y hacer uso del servicio take away bajo reglas de distanciamiento establecidas.

Dentro de dos semanas, el 18 de mayo, podrán reiniciar sus actividades los comercios al por menor y también abrirán sus puertas los museos, exposiciones, bibliotecas y campos de deportes, donde se reanudarán las prácticas en equipo. Para el 1 de junio, proyectó Conte, los bares, restaurantes y centros de cuidado personal como peluquerías, estéticas y centros de masajes también podrán volver a funcionar. Por otro lado, y a pesar de la reanudación de la actividad laboral, las escuelas permanecerán cerradas hasta el fin de año lectivo, en setiembre.

Según cifras oficiales, Italia lleva más de 200.000 casos positivos de coronavirus. De los 100.000 pacientes activos, 98% vive la infección con normalidad y 2% en situación crítica. A la fecha, cerca de 28.000 personas han muerto y unas 76.000 se han recuperado en ese país, que es uno de los más golpeados de Europa. Las medidas de aislamiento físico y social obligatorias se implantaron el 9 de marzo, cuando ya habían ocurrido 463 muertes.

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