La tranquilidad de Treinta y Tres se vio interrumpida repentinamente tras la aparición de casos de covid-19. Las calles están aún más vacías de lo habitual, gran parte de los edificios de instituciones gubernamentales se encuentran cerrados, los jóvenes ya no concurren a sus centros educativos. Actualmente 45 personas son portadoras del virus y 326 están en cuarentena, en su mayor parte pertenecen al área de la salud, la docencia, la seguridad pública, pero también hay adolescentes y niños.

El departamento recibió la visita el lunes del presidente de la República, Luis Lacalle Pou, junto con el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, el ministro de Defensa, Javier García, el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, y el presidente de ASSE, Leonardo Cipriani. Actualmente la delegación se encuentra en cuarentena al detectarse otro caso positivo de un oficial que estuvo próximo a las autoridades. Por esta razón, García debió suspender otra visita a Treinta y Tres que tenía pautada para hoy jueves.

En conferencia, el principal mandatario suspendió en todos los niveles las clases presenciales hasta el viernes 3 de julio sólo en la capital departamental. “No lo descartamos, al día de hoy no nos parece necesario”, manifestó el presidente al ser consultado sobre si la medida también cubría las localidades y zonas aledañas.

A raíz del hecho, la Asociación de Maestros de Treinta y Tres, mediante una declaración publicada el miércoles, planteó su disconformidad con la medida por considerarla “antipopular y discriminatoria para los trabajadores de la educación, los niños y la población del interior del departamento”. Se hace referencia a la situación de los docentes que deben estar en constante movimiento mediante transportes que no cumplen con las medidas sanitarias correspondientes para evitar la expansión del virus.

Esta situación se repite con los trabajadores de la enseñanza media y terciaria. Mediante un comunicado de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) emitida ayer se expandió la suspensión de clases a todo el departamento. Sin embargo, los equipos de dirección y los administrativos de los liceos deben mantener los centros educativos abiertos.

El vocero del Sindicato Único de Policías del Uruguay (SUPU) del departamento, Carlos Costa, denunció en dialogo con Sala de Redacción que no se está aplicando el protocolo sanitario correspondiente. Dos funcionarios están infectados con el virus y durante 48 horas estuvieron en contacto con personas de las seccionales. “Pedimos desinfección, recién el martes el sindicato por su propia cuenta junto con Policía Caminera consiguió la desinfección de la base donde habían estado los policías infectados”, explicó Costa, y agregó: “el ministerio nos dio un tapabocas, un par de guantes y revolvete”. El sindicato continúa realizando patrullajes y cada uno de los trabajadores toma sus propias medidas de cuidado.

El director del Hospital “Dr. José Oscar Percovich”, Marcos Suárez, mostró preocupación por el número de personas portadoras del virus que provienen del área de la salud. Hasta el martes por la tarde 10 médicos, 30 enfermeras y 15 nurses estaban en cuarentena. Según declaró Suárez, se espera que el numero ascienda. Esas cifras se corresponden al personal del hospital, pero gran parte de ellos trabajan también en los centros privados. “No creo que colapse, pero sí se va a complicar”, relató sobre la situación sanitaria en el departamento. Aclaró que el servicio de tratamiento intensivo, que antes no tenía el hospital público del departamento, sigue en construcción y se espera que para la segunda semana de julio esté disponible.

A esta situación se suma la problemática de falta de agua potable. El día después de la visita del presidente, OSE realizó “reparaciones imprevistas” en la USINA de abastecimiento de agua. Toda la ciudad de Treinta y Tres no contó con este servicio durante el día. El jueves nuevamente se repitió la situación en Villa Sara, una localidad cercana a la capital, debido a la rotura de una tubería.

El silencio nunca más

Minutos antes de que Luis Lacalle Pou ingresara a la Casa de la Cultura para brindar una conferencia de prensa, una multitud de periodistas y fotógrafos lo rodeaban. Una mujer se abrió paso y le entregó una carta en nombre del Colectivo Feminista de Treinta y Tres, en la que detallaron puntos que aún están pendientes en el departamento: desde casos no resueltos de desaparición y asesinato de mujeres y adolescentes, hasta la falta de apoyo económico para los sectores más vulnerables de la sociedad, la ausencia de refugios para personas que se encuentran en situación de calle y para mujeres que conviven en entornos violentos, que no tienen un lugar a donde ir.

Eugenia González es integrante del colectivo que se formó hace tres años. “El feminismo en el Interior es una mala palabra”, exclamó cuando comenzó la entrevista. Sobre el episodio de la carta, González manifestó que los pedidos son verdaderos, tanto para el colectivo como para la sociedad olimareña. “Nosotras lo que no queremos es que se nos use como medio de marketing, no buscamos que usen el colectivo para realizar política partidaria, sino que realmente llegue a oídos de los que pueden hacer un cambio”, contó. También aclaró que el secretario de Presidencia las contactó para saber sus reclamos específicos.

“Las mujeres organizadas tienen una fuerza impresionante y en el Interior precisamente tenés que ir en contra de tantas estructuras preestablecidas que es más complicado”, manifestó. Sobre la situación en el departamento y la relación con las demás instituciones planteó que “muchas veces se dificulta poder asegurar soluciones a las mujeres que están en situación de vulnerabilidad”.

Una de las principales luchas del colectivo es que se sepa quiénes son los asesinos de Rocío Belén Duche y Daniela Pérez. “Es importante que se escuchen todos nuestros reclamos, la carta al presidente fue una pieza, nosotras nos movemos todos los días, no pensamos parar y en algún momento nos van a tener que escuchar”, sumó.

Daniela Pérez fue asesinada el 8 de enero de 2018 en el río Olimar. Tenía 26 años. Fue encontrada con un disparo en la cabeza y múltiples golpes. Se encontraba con su pareja antes del hecho, según la versión de este último, y el cuñado de Daniela fue quien la encontró. La escena del crimen fue cerrada por un par de horas, pero luego un gran número de personas se aproximó al lugar. Después de la autopsia se buscó volver a delimitar la zona, pero ya estaba contaminada. La pareja de Daniela y su cuñado fueron detenidos, pero por falta de pruebas están en libertad.

Rocío Belén Duche fue asesinada el 7 de julio de 2018. Tenía 14 años. Vivía con su madre, pero tenía seguimiento de INAU. Fue encontrada a medianoche en una zanja en el barrio Abreu, con múltiples golpes. Su madre le había dado permiso para ir a una fiesta de cumpleaños a seis cuadras de su casa, pero nunca volvió. Su caso también sigue sin resolverse.

“Nosotras entendemos que Presidencia no tiene mucho que hacer al respecto sobre los casos de Rocío y de Daniela, por la separación de poderes. Sin embargo, visibilizar la situación, que llegue a las manos de la gente que debería protegernos y a la población es lo más importante, a medida que pasa el tiempo la gente se olvida”, declaró Gonzalez.

La hermana de Daniela también recordó los dos casos: “Lo único que pedimos es justicia para ellas y las demás mujeres asesinadas. Nosotros ya agotamos todos nuestros recursos. La justicia hace dos años y cinco meses que no nos da una respuesta”, exigió.

Ciudad controlada

En la conferencia del pasado lunes, el presidente de la República decretó cinco puntos de prevención sanitaria en las entradas y salidas de la capital de Treinta y Tres. Según informó Enrique Terra, jefe del Batallón de Infantería N°10, se realiza control de las personas mediante toma de temperatura y a los vehículos se les desinfectan los neumáticos. Están presentes las 24 horas del día.

Debido al caso del oficial que dio positivo en la unidad militar de Treinta y Tres, medio centenar de oficiales y personal subalterno del Batallón se encuentran en cuarenta. Por esta razón se dispuso que los relevos se realicen directamente en los puestos de control.

Entre los vecinos del departamento llamó la atención que se desplegaran tanques. Sobre este hecho, Terra comentó que ellos forman parte de una “unidad mecanizada” y que estos vehículos son el medio de transporte con el que cuentan. Informó que tienen “pocos camiones” que son utilizados para transportar materiales del personal a los puntos de control. “Nos sirven como protección y es un lugar donde estar a pesar de las inclemencias del tiempo”, explicó Terra, y añadió que “los vehículos no están dotados con su armamento, el que se suele usar para otras misiones: la misión que estamos cumpliendo ahora es sanitaria”.

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