El teatro no es únicamente lo que se ve arriba del escenario. También incluye la experiencia de artistas y espectadores una vez finalizada la obra teatral. El proyecto Artificio, que fue expuesto en el Foyer del Teatro Solís del 2 al 25 de agosto, parte de un proceso de investigación documental realizado en cinco departamentos del país. El objetivo fue crear un dispositivo de mediación entre la memoria de los espectadores y el espacio teatral. 

Los teatros seleccionados fueron el Centro Cultural Florencio Sánchez de Montevideo, el Complejo Cultural Politeama en Canelones, el Teatro Bartolomé Macció de San José, el Teatro Miguel Young de Fray Bentos y el Centro Cultural Bastión del Carmen en Colonia. En el lugar donde estuvo disponible la exposición, Sala de Redacción conversó con dos de las responsables del proyecto: Ana Almenar, encargada de la fotografía, del archivo y del registro y la edición audiovisual, e Irene Tayler, productora y encargada de la comunicación del proyecto. 

También formaron parte de esta muestra Lucía Tayler y Lucía Acuña, diseñadoras teatrales, quienes llevaron a cabo la realización y montaje de la instalación; a su vez, Acuña hizo la programación de circuitos electrónicos. Irene Tayler comentó que la idea de hacer este proyecto e ir a los teatros surgió en medio de la pandemia. Según aclaró, uno de los principales objetivos de la investigación era darse “vuelta, mirar a la platea y observar qué le pasa al público cuando va a un espectáculo teatral”. 

“La idea original salió de Lucía Tayler, mi hermana. Al trabajar mucho en el teatro con Lucía Acuña, han viajado por el interior y conocen un montón de teatros”, por lo tanto, le interesaba hacer un relevamiento. “Esa idea inicial la agarramos entre las cuatro y la fuimos transformando”, afirmó Irene Tayler. Además, destacó que lo que les resultó más difícil fue la limitación de la infraestructura de los espacios teatrales: “Teníamos que hacer la exposición de un tamaño que pueda entrar en todos los teatros para que se pueda armar y desarmar fácilmente; la verdad que se mandaron tremendo diseño”.

El desarrollo de este proyecto tiene dos grandes líneas de trabajo: la investigación y la creación e instalación de la exposición. Empezaron por la investigación documental y luego continuaron con las entrevistas con los espectadores. “Las entrevistas las hicimos en 2021 y la mayoría de los teatros del interior todavía estaban cerrados, entonces, había mucha añoranza”, explicó Irene Tayler. La idea principal de ir a los teatros y grabar con los espectadores para evocar más sensaciones se truncó, sin embargo, lograron que la mayoría de las personas les abrieran la puerta de sus casas, aseguró Almenar.

“Fuimos a los cinco teatros que seleccionamos e hicimos las entrevistas enfocadas más que nada en lo emocional y sensorial”, comentó Tayler. En relación a lo que contaron los 19 espectadores acerca del centro cultural de su ciudad, mencionó que “todos los teatros les generaban un sentido de comunidad bastante fuerte; muchos se acordaban cuando iban de niños”. Esta primera etapa de trabajo fue presentada en los Fondos Concursables para la Cultura, a cargo de la Dirección Nacional de Cultura, y ante el Programa Cultural de Fundación Itaú, que brindaron los recursos económicos para poder realizarlo. 

En una segunda etapa, editaron las entrevistas -que duraban entre dos y tres horas-, seleccionaron anécdotas, y en base a eso, colocaron 16 objetos interactivos en el interior de la estructura que simula un teatro, y una butaca y un piano. Lo que se ve por fuera del telón negro son 69 fotos de los cinco teatros y de los entrevistadas, que fueron tomadas por Almenar durante la investigación y los viajes a los teatros. Estas 16 piezas plásticas y archivos sonoros se encuentran dentro de la estructura del proyecto y activan múltiples fragmentos anecdóticos de las personas entrevistadas, que están disponibles en Youtube

Video: Paula Gómez / Sala de Redacción. 

Relatos

“El teatro Politeama lo inauguraron mi padre y mi abuelo [hace más de 100 años]”; “cuando se inauguró [en la plaza principal de Canelones] estuvo toda la gente que había trabajado en el teatro”, contó a las integrantes del proyecto María Adelma Monserrat, y resaltó que cada vez que “empezaba una función se tiraban fuegos artificiales”. Por otra parte, Luis Mario Man mencionó que cada vez que pasa por el Teatro Miguel Young lo observa, ya que le “llama mucho la atención”, y contó que una leyenda dice que a Miguel Young se le dio por construirlo porque estaba enamorado de una actriz teatral. Finalmente, explicó que concurría gente de diversos barrios y clases sociales, y subrayó: “Todos tenemos nuestras historias en ese querido teatro”. 

En referencia al Centro Cultural Bastión del Carmen, Angélica Mauri expresó que “la gente se toma el trabajo de vestirse diferente si va al teatro que si va al cine. Ir al teatro es como una ceremonia”. Además, Gabriela Benítez añadió que “no le decís a cualquiera para ir al teatro”, y mencionó que “cuando llegas al teatro te das cuenta que somos casi siempre los mismos los que vamos a ver las obras”.

Por último, Agustín Camacho relató que su primera imagen del Florencio Sánchez, a sus cuatro o cinco años de edad y previo a la reapertura, fue verlo “destruido completamente” y aclaró que en ese momento le daba “miedo pasar por la puerta del teatro; lo veías y era tétrico”. Además, recordó que cuando el teatro reabrió “no le encontraba belleza, era un galpón; me imaginaba un Teatro Solís, un Macció”, sin embargo, “la belleza vino con lo que está adentro”, y hoy lo considera su hogar.

Video en Youtube del proyecto Artificio.

Tanto Irene Tayler como Almenar coinciden en que “hacer la selección fue súper difícil” y que tienen guardado “bastante material audiovisual y fotográfico con el que podrían armar de todo”, igual que con las fotografías de los teatros, que “ameritan hacer una exposición fotográfica”, según dijeron. En cuanto a los entrevistados, contaron que “al principio algunos dudaban, decían que no tenían buena memoria o no se acordaban de las fechas”, pero una vez que comenzó el diálogo, comprendieron que el interés no estaba en recordar fechas, así que se animaron a expresar sus emociones y los recuerdos que afloraban. Con varios de ellos mantienen aún contacto y “se generó un vínculo re lindo”, concluyeron.

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