4 mil trabajadores de las empresas administradoras de crédito buscan mejorar sus condiciones de trabajo en la renovación del convenio colectivo que se lleva a cabo en el Ministerio de Trabajo.
Después de la cuarta reunión entre las partes, el pasado miércoles, el presidente del Consejo del Sector Financiero Privado de AEBU, José Iglesias, al frente de las negociaciones, expresó que las financieras de crédito plantearon “una fórmula que tendría crecimiento”, pero que para ellos “es insuficiente”, por lo que esperarían a una nueva instancia.
Las negociaciones estaban en punto muerto pues los términos del sindicato no eran considerados y la patronal se inclinaba por tratar los casos empresa a empresa, lo que para AEBU es inaceptable.
Además, de acuerdo a lo pactado en el convenio anterior, las empresas debían pagar un adelanto por inflación de un 5 por ciento a los trabajadores y, cuando terminara el período, establecer un correctivo entre la diferencia de la inflación efectiva y la esperada. Sin embargo, algunas administradoras de crédito todavía deben ese porcentaje.
La reivindicación principal es un aumento salarial. Iglesias apuntó que dado que el sector creció del 0,6 al 1,2 por ciento del PIB en los últimos 10 años, las posibilidades económicas de los empleados deberían mejorar también. A su vez, Iglesias y la consejera de AEBU, Viviana Grajales, remarcaron que las ganancias de las empresas administradoras de crédito van directamente a los bancos que las manejan: las de Creditel al Banco Santander, las de OCA al Banco Itaú, las de Pronto a Scotiabank y las de Crédito de Valor a BBVA.
Asimismo, Iglesias señaló que aún hay empresas que no pagan el quebranto de caja y “pretenden que cuando hay diferencias lo pague el trabajador”. Debido a que el sector está conformado mayoritariamente por mujeres jefas de hogar, se demandan también días para el cuidado de hijos o parientes por enfermedad, así como una partida anual para gastos de salud, que cubra mínimamente el coste. En tal sentido, Eugenia Machado, trabajadora de una financiera de crédito, manifestó que la importancia de lo que exigen no sólo se centra en el aumento del sueldo, sino en estas condiciones laborales, ya que “hacen una gran diferencia” en su trabajo.
Grajales, sostuvo a Sala de Redacción que, dentro del sector financiero privado, el subgrupo de las administradoras de crédito se encuentra en una situación inferior a la de los bancarios, no solamente por los salarios empobrecidos, sino también por las condiciones de trabajo.
Previo a la última instancia de negociación, AEBU convocó el lunes a una movilización en Ciudad Vieja, en la que reprochó que varios sectores privados no están dispuestos a tomar en cuenta los consejos de salarios. En esa oportunidad los oradores fueron Iglesias y el presidente del Sector Financiero Privado de AEBU, Elbio Monegal.