El candidato por el Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, confirmó su gran triunfo en las elecciones presidenciales del domingo en Bolivia. Tras cinco días de conteo, el escrutinio final arrojó este viernes que Arce ganó con el 55,09% de los votos y consiguió una holgada ventaja respecto al expresidente Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana, que obtuvo el segundo lugar con el 28,83% de los votos. Con estos resultados, el MAS tendrá la mayoría absoluta en la cámara de diputados y senadores.

Daniel Caggiani, diputado del Frente Amplio por el Movimiento de Participación Popular (MPP) y presidente del Parlamento del Mercosur (Parlasur), manifestó en diálogo con Sala de Redacción que “no esperaba que Arce sacara la ventaja que sacó respecto a Mesa”. Sí dijo que tenía la impresión de que el MAS iba a renovarse como la fuerza política más votada luego de un año de “rompimiento del orden democrático, de hostigamiento, de represión y persecución política”, en el que el expresidente Evo Morales tuvo que exiliarse y ni siquiera pudo ser precandidato en estas elecciones. Caggiani estuvo en Bolivia el domingo, en donde participó como observador electoral por el Parlasur.

“Lo que todos esperábamos era que Bolivia recuperara la democracia, que el 18 de octubre se pudiera convertir en una fiesta de la democracia y eso se logró, fue un gran día para Bolivia y para el continente sudamericano. Sin dudas el escenario es de un gran éxito electoral en donde hubo una gran adhesión del pueblo boliviano a ese proceso que lleva más de 15 años, interrumpido este año por el gobierno de facto, pero que se vuelve a legitimar con la última elección”, afirmó Caggiani.

El sistema electoral en Bolivia determina que una elección se puede ganar en primera vuelta con el 50% de los votos más uno, o con el 40% de los votos si el primero logra más de diez puntos porcentuales de ventaja respecto del segundo. El presidente del Parlasur expresó que “se preveía que pudiera existir una diferencia de casi diez puntos y una votación de 40 o 42% en primera vuelta, eso es lo que marcaban algunas encuestas, pero esto fue altamente sobrepasado y eso muestra un mensaje claro y contundente que dio la ciudadanía de Bolivia”.

En términos generales, Caggiani manifestó que hubo un muy buen nivel de votación y que fue el porcentaje de votos más elevado de las últimas elecciones presidenciales en Bolivia. Además de Arce y Mesa, competían otros tres candidatos: Luis Fernando Camacho, de Creemos, que quedó en tercer lugar, con el 14% de los votos; Chi Hyun Chung, del Frente para la Victoria, que obtuvo 1,55%, y Feliciano Mamami de Pan-Bol con un 0,52% de la totalidad de votos escrutados.

Las elecciones transcurrieron con total normalidad y sin hechos significativos de violencia. “El clima y el momento eran especiales desde el punto de vista político y de la bioseguridad”, dijo Caggiani, que comentó que los circuitos reunían las condiciones para evitar la propagación del coronavirus y marcó que eso “alentó las posibilidades de participación”.

Procesos que iluminan

El resultado electoral en Bolivia marca que un nuevo proceso de izquierda comenzará en el continente, sumándose a los gobiernos actuales de Argentina y México.

Caggiani considera que las elecciones del domingo 18 son “un fuerte impulso para recobrar los procesos progresistas en América Latina”. “Este nuevo proceso en Bolivia ilumina otros procesos que vendrán, por ejemplo las elecciones presidenciales en Ecuador, en febrero, o las elecciones en Chile, y en los próximos años habrá elecciones en Brasil”, agregó.

“Hay connotados dirigentes de la derecha que sostenían que se estaban culminando los procesos progresistas en América Latina, ese ciclo que comenzó a finales de la década del 90 y principios de 2000, y que sin dudas significó una barrida al neoliberalismo en la región. La victoria electoral en Bolivia junto con las de México y Argentina ponen en cuestión esta discusión y lleva a pensar que puede existir una nueva era progresista en América Latina que puede ser muy importante para el continente”, afirmó el presidente del Parlasur.

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