El 13 de agosto será la primera cita de los argentinos con las urnas en las elecciones PASO, donde van a votar para definir a sus precandidatos a la presidencia y vicepresidencia para las elecciones que tendrán lugar en octubre. Después de meses de negociaciones, y una lista de posibles candidatos que tuvo muchos nombres, las alianzas definieron quiénes competirán en las primarias para que la ciudadanía elija a su precandidato preferido.
Además de la fórmula presidencial, estarán las internas para el Senado, Diputados, Diputados al Parlasur, y las elecciones a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires y la Jefatura de Gobierno de la capital argentina.
Se inscribieron trece alianzas, cinco presentan una competición interna, incluido el oficialismo y la oposición. Para poder competir en la primera vuelta de octubre, las coaliciones deben superar la barrera de 1,5% de votos válidos.
Para estas elecciones, varias encuestas presentan una paridad entre el oficialismo, la oposición y el movimiento Libertario de Javier Milei, hablando de un escenario de “tercios”. Sin embargo, en diálogo con Sala de Redacción, el politólogo argentino Lucio Guberman, explicó que esto “ya no es así”, sino que por un lado está el partido oficialista Unión por la Patria, que sí constituye un tercio, luego la oposición Juntos por el Cambio, que también logra llegar a un tercio, y en último tercio no es más solo Milei, si no que se le suma el resto de las alianzas.

Oficialismo y negociaciones hasta último momento

El Frente de Todos cambió de nombre y ahora es Unión por la Patria. La alianza que gobierna desde 2019 tuvo un cierre de listas más que movido. Después de que Cristina Kirchner dijera en repetidas oportunidades que no se presentaría como candidata y que el presidente argentino comunicó que no buscaría la reelección, comenzaron a salir varios nombres con intenciones de presentarse a la presidencia. Primero salió Juan Grabois, dirigente social y militante del partido Patria Grande. Al tiempo, se sumaron Eduardo “Wado” de Pedro, actual ministro del Interior, y Daniel Scioli, actual embajador de Argentina en Brasil y candidato a presidente en el año 2015 por el kirchnerismo.
El 22 de junio, dos días antes del cierre de listas, De Pedro formalizó su precandidatura y hasta anunció a Juan Manzur, gobernador de Tucumán, como compañero de fórmula. Pero sorpresivamente, el 23 de junio luego de varias reuniones, tanto De Pedro como Scioli bajaron sus candidaturas ante la decisión de apoyar la candidatura única del ministro de Economía, Sergio Massa. Sin embargo, Grabois decidió no bajarse, alegando que si él se bajaba el precandidato sería Wado de Pedro. Al final eso no sucedió e igualmente mantuvo su candidatura. Guberman se refirió a esta situación como “parte del folklore del cierre de listas peronista” y recordó las elecciones del 2015 cuando siete candidatos se presentaron para suceder a Cristina, pero ella decía que su candidato sería Daniel Scioli, y terminó siendo él quien compitió contra Macri.
La interna este año será entre las fórmulas de Sergio Massa y el jefe de Gabinete Agustín Rossi, y Juan Grabois con Paula Abal Medina como vice. Sobre la candidatura de Grabois, Guberman dice que representa a los movimientos sociales que están en contra de Massa al que consideran que “negocia a gusto con el establishment y el FMI”.
De la candidatura de Massa se ha hablado mucho a raíz de su desempeño en el ministerio de Economía. Guberman explica que hay dos visiones del ministro: “están los que dicen que fracasó porque no bajó la inflación y están los que dicen que estabilizó una situación de crisis y recién ahora se puede empezar a trabajar en la inflación”. Asimismo, aclaró que “agarró un gobierno en crisis y terminando”.

Juntos por el Cambio
Luego de que el expresidente Mauricio Macri decidiera no volver a competir en las elecciones de este año, se abrió la competencia para sucederlo como líder de la oposición argentina. El jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, fue el primero en lanzar su candidatura. Lo siguió la ministra de Seguridad del gobierno de Macri, Patricia Bullrich, aunque también hubo más nombres con intenciones de presentarse a la interna, como Elisa Carrió, quien finalmente será candidata a diputada del Parlasur en la lista de Larreta, o Miguel Angel Pichetto, que se bajó para apoyar a Larreta.
José Luis Espert fue otro posible candidato, en 2021 fundó el movimiento Avanza Libertad y fue electo diputado por la Provincia de Buenos Aires. Este año formalizó su ingreso a Juntos por el Cambio como posible candidato a Gobernador de Buenos Aires, luego fue considerado como candidato presidencial, pero se bajó y será candidato a senador por la lista de Larreta.
Finalmente la interna opositora será entre las fórmulas de Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales, gobernador de Jujuy por un lado; y por el otro Patricia Bullrich y el diputado Luis Petri. Guberman considera que es una “interna competitiva”, que puede ganar cualquiera de los dos, pero “todas las encuestas dan una ventaja para Bullrich” explicó el politólogo. Además, aclaró que hay una idea de que “Milei regula esta interna”, porque: “si él se desinfla, todo hace suponer que le da ventaja decisiva a Bullrich sobre Larreta, pero si Milei vuelve a crecer, beneficiaría a Larreta”.

Javier Milei: el líder del movimiento libertario

El economista Javier Milei se hizo conocido en los medios de comunicación por sus duras críticas a la gestión económica del gobierno, y su enfrentamiento a la “casta política”, como le llama al sistema del que declara estar “por fuera”. Con su discurso ha logrado canalizar a la población que está descontenta con los políticos y busca una opción fuera de la política tradicional. En 2021 en el marco de las elecciones legislativas, fundó la alianza La Libertad Avanza, englobando varios partidos libertarios y de derecha dura, presentándose en la Ciudad de Buenos Aires y logrando cuatro diputados nacionales.
Su gran marketing en redes sociales le ha hecho conseguir una masa social importante, llevándolo a ubicarse en la tercera posición que pelea con el oficialismo y la oposición.
Las encuestas lo han ubicado por encima del 20% tocando un techo incluso de 30%.
Sin embargo, Guberman sostiene que Milei viene “perdiendo un poco de fuerza” y posiblemente siga sucediendo porque “va a sufrir sobreexposición en campaña”. El politólogo, también le atribuye su caída a los planteos extremos como “la compra y venta de órganos” y “la libre portación de armas sin restricciones”. “Es un discurso muy extremo y tiene un nicho, no tiene una amplificación presidenciable” declaró.
Fue de los primeros en oficializar su candidatura presidencial, e incluso el primero en anunciar el candidato vicepresidencial, que será la diputada Victoria Villarruel.

Pequeñas alianzas
Un buen número de alianzas buscan sumarse a la pelea presidencial y pasar la barrera del 1,5% para competir en octubre. Tal es el caso del gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, que conformó la alianza Hacemos por Nuestro País, en un intento de unir al “peronismo federal no kirchnerista” y que representara a todo el país. Su candidato a vicepresidente es Florencio Randazzo, un ex dirigente y ministro en gobiernos de Cristina Kirchner.
Según Guberman, es una “candidatura local que no sale de Córdoba y que perjudica a Juntos por el Cambio”. En 2015 Macri sacó una diferencia de un millón de votos en Córdoba y ganó por 850.000 la presidencial explicó el politólogo, que agregó “sin Córdoba, Macri no era presidente”.
También está el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, que une a todos los partidos de izquierda del país con una pequeña fuerza. Para estas elecciones presenta dos fórmulas presidenciales que competirán en las PASO por un lado está la fórmula Myriam Bregman-Nicolás del Caño, ambos diputados nacionales y por el otro Gabriel Solano, legislador porteño y una histórica dirigente de la izquierda argentina, Vilma Ripoll. En cuanto a esta alianza, Lucio Guberman declara que “hay un discurso muy viejo en esta izquierda, le está faltando encontrarle la vuelta en este relanzamiento”, además de que no ha logrado formar un espacio que ponga en discusión las cosas que le puedan importar a la gente.

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