El promedio de jubilaciones por las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP) en Uruguay es de 8.000 pesos, pero “cuando llegaron las AFAP, se prometía que las jubilaciones iban a ser mayores que el salario’’, expresaron a Sala de Redacción fuentes cercanas a la Organización Iberoamericana de la Seguridad Social. Además, agregaron que de los 1.600.000 afiliados a AFAP que hay en Uruguay “cuatro de cada diez jubilaciones comunes están cobrando en promedio 1.200 pesos”.

Desde el 1° de diciembre de 2023, cuando entró en vigencia la Ley 20.130 que reformó la seguridad social, todos los nuevos trabajadores están obligados a aportar parte de su salario a una AFAP. La norma cambió, también, las proporciones: los nuevos afiliados aportan un 10% de su salario al Banco de Previsión Social (BPS) y un 5% a las AFAP; antes la mayoría aportaba un 7,5% para AFAP y un 7,5% para BPS. Entre otras disposiciones, la reforma de la seguridad social impulsada por el actual gobierno elevó la edad jubilatoria de 60 a 65 años. A partir de su aprobación, el PIT-CNT juntó más de 430.000 firmas para convocar, en las elecciones de octubre, a un plebiscito que reforme la Constitución. Eliminar las AFAP es una de las tres propuestas, junto con la de bajar la edad de retiro de 65 a 60 años y equiparar las jubilaciones mínimas al salario mínimo. 

Las AFAP empezaron a funcionar en Uruguay desde 1996 con la creación del sistema previsional mixto consignado en la Ley 16.173, aprobada en setiembre de 1995. El sistema de ganancia de las AFAP se ha basado siempre en comisiones. El economista y director del Centro de Investigaciones Económicas (Cinve), Gonzalo Zunino, detalló en diálogo con Sala De Redacción que antes las comisiones eran mucho más altas que las actuales, y que llegaban al 14% en las privadas: “se pensaba que la competencia entre las AFAP iba a bajar el porcentaje de comisiones, por eso desde el año 2005 se empezó a bajar en República AFAP, pero esto no generaba movimiento de afiliados, es decir que no afectaba a las otras empresas debido a que no es un precio que las personas perciban”. En 2018, durante su tercer gobierno, el Frente Amplio decidió regular las comisiones y obligó a bajarlas a todas la AFAP, agregó Zunino. Según dijo, hoy en día la comisión de República AFAP es de 4,2% y en las AFAP privadas (Sura, Unión Capital, Integración) es de un 6,5%, que es lo máximo permitido por la ley. 

¿Es necesario?

Según Zunino, las AFAP intentan cumplir algunos objetivos principales de la seguridad social: evitar la pobreza en mayores de 65 años, suavizar la caída del ingreso cuando las personas entran al retiro, y transferir sus ahorros desde la etapa activa a la etapa pasiva.

El economista explicó que Uruguay tiene un sistema multipilar: el pilar 0 son pensiones no contributivas, no vinculadas a haber hecho aportes; el pilar 1 es el de reparto tradicional (BPS); el pilar 2 es de ahorro individual (AFAP). “Tener varios pilares te sirve para atacar distintos objetivos, si quitas el esquema multipilar se te dispara el gasto en seguridad social a veces por entregar subsidios a jubilaciones donde los ingresos son altos y en principio no deberían ser gastos prioritarios”, explicó.

En ese sentido, el director del CINVE calificó al plebiscito como una “mala idea” ya que para él “no hay un estudio detallado de lo que se va hacer después de quitar el pilar de ahorro”, no se sabe “qué consecuencias va a tener”. A su entender, el plebiscito “tiene buenas intenciones pero no es la forma”, valoró. Además, dijo que, de aprobarse la reforma, se generaría un dependencia del gasto previsional fuertemente creciente, lo que da una señal macroeconómica negativa a la hora de colocar deuda a buen precio, porque “aumenta la carga de intereses del país” y “con la misma presión tributaria tenes menos disponibilidad de dinero”.

Daniel Gerhard, diputado frenteamplista por el Partido por la Victoria del Pueblo, dijo a Sala de Redacción que esta reforma va a ser “un paso a favor de la justicia social” y que al equiparar las jubilaciones mínimas (16.510 pesos) al salario mínimo (22.268 pesos), “vamos a estar dando una mano a un montón de hogares”.

Gerhard planteó que la pobreza en las personas de edad avanzada es de un 2%, sin embargo, apuntó que muchas de ellas viven con niños, algo que también es importante tomar en cuenta a la hora de pensar en la reducción de la pobreza infantil. 

“El plebiscito lo que va hacer es ir a un fideicomiso donde se va a mantener la trazabilidad del dinero, el sistema no va a ignorar a la hora de hacer tu cómputo jubilatorio cual fue tu aporte”, subrayó Gerhard, y agregó que, en la papeleta dice “nadie se va poder jubilar con menos plata que lo que le hubiera tocado con el régimen anterior”.  

Según el diputado, “la mayoría de los que están en las AFAP pierden plata, su cálculo mixto es peor que si fuera en el BPS”. En su opinión, las AFAP son “un curro y un proyecto fracasado en el mundo”, y mencionó que “de los más de 30 países que integraron las AFAP, ya hay 18 que revirtieron sus decisiones; nosotros queremos ser el 19”, reafirmó. 

Por otra parte, criticó la manera en la que afilian las AFAP: “es compulsiva”, planteó. Recordó que el aporte a las AFAP pasó a ser obligatorio con la última reforma; en la página del BPS se puede ver que a los tres meses de estar en el mercado laboral, se le asigna al trabajador una AFAP de oficio si no ha optado por ninguna. 

También preocupan los métodos que se utilizan para afiliar a la gente, porque hay promotores en las puertas de las facultades para conseguir datos de estudiantes para incluirlos en una AFAP, aunque ni siquiera tengan trabajo; además, muchas personas suelen ingresar a una AFAP sin tener conocimiento de ellas.

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