En Rocha, históricamente, el Partido Nacional (PN) y el Partido Colorado (PC) se turnaban en el gobierno departamental de un período a otro. Como explicó a Sala de Redacción Marcelo Sosa Gabito, politólogo de ese departamento, “la ciudadanía nunca le renovó la confianza a ninguno de los partidos”. Según complementó, ello generó “un proceso muy fuerte de desgaste de los partidos tradicionales”, que tocó su cenit con la llegada al poder del Frente Amplio (FA), en las elecciones departamentales de 2005.

Tras 15 años de gobierno frenteamplista, finalmente el electorado decidió darle la oportunidad a la coalición liderada por el PN, con el apoyo del sector Batllistas del PC, el Partido Independiente y Cabildo Abierto (CA). Para Sosa Gabito, el resultado fue “contradictorio” y “un golpe duro para el FA”, porque viene de “15 años de proceso con buenas evaluaciones”.  Artigas Barrios, dos veces intendente por el FA y candidato en las últimas elecciones, definió al resultado como “injusto” por el trabajo realizado en materia de obras y administración, principalmente en los últimos cinco años. “Hay una cantidad de cosas que no supimos difundir”, lamentó. Por su parte, el periodista José Luis Estol comparte que “el gobierno del FA hizo muchas cosas buenas en el departamento”, pero “terminada esa situación, la gente empieza a querer otra cosa”. “No todo es culpa del que pierde, el que gana también tiene su intervención”, explicó una de las voces de la Nueva Radio Regional de Lascano.

La campaña

Estol definió la campaña como “una puja entre dos fuerzas” con “clara tendencia a favor del oficialismo antes de la pandemia”, escenario que después se fue revirtiendo. Observó a un FA muy enfocado en los logros obtenidos y proyectando poco a futuro, mientras que el PN sacaba provecho del apoyo del gobierno nacional. Se dio la particularidad de que el presidente, Luis Lacalle Pou, realizó visitas públicas al departamento días antes de las elecciones, lo que generó algunas críticas. “Eso es inconstitucional, no debió haberse hecho”, sostuvo Barrios, y aseguró que “nunca Tabaré Vázquez salió a hacer campaña”. Por su parte, Estol consideró que no se debe subestimar al electorado, aunque reconoció que “el voto tiene mucho de racional, pero también mucho de emocional”. En ese sentido, señaló que el hecho de que “que el presidente venga y se saque una foto” con el ciudadano pudo haber tenido alguna incidencia.

Tanto Barrios como el nacionalista Alejo Umpierrez, el intendente electo, coincidieron en que en la campaña no hubo grandes bajezas entre candidatos. “Tratamos de hacerlo siempre positivamente”, comentó Umpiérrez, y agregó que “en la campaña política no hubo ni debe haber agresiones de índole personal”. Estol también estuvo de acuerdo y señaló que, si bien siempre “hay gente que hace los mandados sucios”, en líneas generales, la campaña estuvo “dentro de las reglas del juego”. Por ejemplo, entendió que a nivel de los militantes sí se vio intolerancia y violencia, sobre todo en el vínculo a través de las redes sociales. Al respecto, Sosa Gabito aseguró que fue “una campaña muy competitiva y se fue haciendo más ríspida” y que “en las redes siempre es más virulento todo comentario”.

¿Perdió el FA o ganó la coalición?

“En Rocha fue una victoria de la coalición, así lo han tomado los militantes”, sentenció Barrios, y explicó que en su partido no hubo discusiones “ni pases de factura”. Según agregó, simplemente se charló sobre el tema y se organizaron actividades futuras. Tanto Sosa Gabito como Estol reconocieron responsabilidad en ambas partes, si bien se pueden encontrar errores en la campaña frenteamplista, coinciden en la inteligencia y capacidad de negociación de Umpierrez para liderar el cambio en el departamento. El politólogo consideró que la alta valoración de gestión de Lacalle Pou ayudó al PN y que el FA “tenía candidatos fuertes”, pero “pensó que solo basándose en la gestión alcanzaba”.

Territorios en disputa

La coalición multicolor no solo logró vencer el gobierno departamental, sino que también se hizo con dos gobiernos municipales que son bastiones frentistas, como Chuy y Lascano. En el caso de la ciudad fronteriza, Barrios, Estol y Sosa Gabito coincidieron en que el hecho de que la ex alcaldesa del Chuy, Mary Urse, renunciara a ese cargo para hacer campaña como candidata a la indendencia generó un quiebre con el votante frenteamplista. Por ejemplo, la ciudadanía recurría a la alcaldesa en busca de soluciones urgentes y posiblemente se haya visto desamparada y por ello consideró otras opciones. Umpiérrez explicó que, por parte del PN, el trabajo “en el Chuy fue una visión estratégica” y que “se creó un plan para ir todas las semanas durante más de dos años” por ser “el lugar donde se estaban definiendo las últimas elecciones”.

En el caso de Lascano, el ex intendente frenteamplista reconoció una gran labor a nivel del municipio y afirmó que si el actual alcalde -reelecto en 2015- Ricardo Rodríguez “pudiera postularse 10 veces, 10 veces sería elegido”. Si bien Estol es más crítico con la gestión de Rodríguez, coincidió con Barrios en que el hecho de que Umpiérrez sea lascanense movió más la balanza a favor de la coalición, también en el plano municipal. El intendente electo reconoce que “Lascano tiene un valor simbólico” y cree que hubiese sido una “cachetada” si no se lograba la victoria “en el lugar donde uno nació y creció”.

El rol de Cabildo Abierto

Luego de irrumpir con buen resultado en la escena política nacional el año pasado, el partido liderado por el ex comandante en jefe de las fuerzas armadas Guido Manini Ríos optó por diversas estrategias en cada departamento de cara a las elecciones del 27 de setiembre. En Rocha, CA se unió a la coalición liderada por el PN y presentó como candidato a Martín Rodríguez, quien en campaña captó la atención de medios capitalinos por comentarios polémicos sobre el turismo que llega al departamento. En setiembre, CA no votó tan bien como en octubre del año pasado, y Rocha no fue la excepción. Sosa Gabito analizó que el nuevo partido “no sale bien parado en estas elecciones” y explicó que en ello pudo haber incidido “que fueran unas elecciones en las que Manini Ríos no competía.

Por su parte, Estol sostiene que si bien CA “cayó 50% en relación a octubre”, en “Rocha fue determinante”. Totalmente opuesta es la postura de Barrios, quien consideró que en las elecciones departamentales el partido nuevo “no sirvió para nada” porque “solo aportó 1.000 y pocos votos”. Consultado al respecto, Umpiérrez prefirió enfocarse en tomar la victoria como un trabajo conjunto y no fijarse en cuánto aportó cada partido. “La coalición fue la herramienta decisiva para ganar”, sentenció.

En el nuevo escenario de un gobierno de coalición para el departamento, se abre la incertidumbre de cómo el nuevo gobierno repartirá el peso político. Estol valoró que ello “va a tener sus complejidades”, pero confía en la “habilidad de negociación” de Umpierrez, ya que “logró hacer que él fuera el candidato” y llevar gente de otros lemas al PN. Sosa Gabito advirtió que la buena votación de Umpierrez “le deja las manos más libres” para negociar, independientemente del “rol que pueda desempeñar CA dentro del gobierno”. Según completó, esa fuerza política es un partido “nuevo” con “dichos polémicos” a los que no estamos acostumbrados y que generan “distanciamientos importantes”, que incluso pudieron “haberle costado la elección a Umpiérrez”. En cambio, Barrios afirmó que el nuevo gobierno “de coalición no tiene nada”, ya que predominará la visión del PN, y que aunque quiera cobrarse algún tipo de favor, CA “no va a tener fuerzas para incidir”.

Ahora toca demostrar

“Trabajo, crecimiento, desarrollo y también un gobierno ordenado, prolijo en sus cuentas y en el manejo de sus finanzas”, son las prioridades del intendente electo de cara al futuro gobierno. Al respecto, Estol confía que el Umpiérrez “va a gestionar, a recorrer y a hacer notar que es el intendente” porque “necesita la reelección”. Para Sosa Gabito, “tiene que hacer las cosas muy bien para que la ciudadanía le renueve la confianza” y va a tratar de “sacar provecho de su vínculo con el presidente” de la República. El politólogo está convencido de que la relación entre el gobierno nacional y el departamental será similar a cuando ambos fueron frenteamplistas. Además, señaló que se deberá “seguir algunas líneas de la gestión anterior que han sido positivas”.

El politólogo consideró esencial “revitalizar el turismo en la medida que se pueda”, porque “en Rocha el turismo pesa y esta temporada no parece que fuera a ser buena”. Además, indicó que “sin dudas, el PN tiene un desafío grande” y que la buena valoración del FA “puede ser una buena base” para volver al poder si Umpiérrez no realiza una buena gestión.

Cambio de roles

“Tenemos experiencia larga en ser oposición”, admitió Barrios, quien presentó al FA como una “oposición responsable”, dispuesta a mostrar “incongruencias entre lo que se prometió y lo que se cumple” y combativa frente a la “pérdida de derechos que se dará”. En particular, criticó la propuesta electoral de la coalición de eliminar el turismo de camping para instalar barrios privados en La Paloma y calificó al proyecto de la construcción de un hotel 5 estrellas en la zona como un “anuncio de campaña, ya que no hay inversores”. En cuanto al diálogo, el frenteamplista se mostró tajante: “Cuando fuimos gobierno dialogamos, pero no dimos lugar”, en referencia a que los dos bloques políticos tiene diferentes formas de hacer cosas, lo que hace muy difícil coincidir.

El intendente electo se muestra más positivo al respecto. “En principio, yo creo en el diálogo” porque “vamos a brindar dos presidencias de la Junta Departamental a la oposición para instalar una sana convivencia de partidos”. Por su parte, Estol analizó que “en este primer tiempo el FA va a ser un facilitador” porque “no le hace bien quedar como resentido”, mientras que Sosa Gabito considera que el partido de izquierda debe mejorar “su relación con la sociedad civil”. Al respecto, Barrios afirmó que ser oposición da la oportunidad de retomar el contacto directo con la gente, porque ser gobierno quita mucho tiempo. “Las campañas electorales empiezan al otro día que se acaba la anterior”, aseguró.

FacebookTwitter