“Lanzamos este programa, que le vamos a llamar de fortalecimiento y no de formación, ya que son mujeres que tienen tanta capacitación como pueden tenerla los varones pero que necesitan fortalecerse”, explicó Mónica Bottero, directora de Inmujeres, en conversación con Sala de Redacción. “Desde el punto de vista cultural estamos en una situación de significativa desventaja en el ámbito político”, añadió Bottero.
La creación de este programa surgió a raíz de la escasa participación de las mujeres en el entorno político: “resulta paradójico que Uruguay, considerada una de las 15 democracias plenas del mundo, tenga tan poca participación de mujeres en el Parlamento”. En el año 1932 Uruguay aprobó el sufragio de las mujeres y fue uno de los pioneros en América Latina. Una década más tarde ingresó la primera mujer al Parlamento. En ese entonces la participación femenina en ambas cámaras era de 3,1%; desde entonces la presencia de mujeres en el Palacio Legislativo se incrementó, aunque muy lentamente en comparación a los demás países de la región.
Según los datos publicados en un informe de ONU Mujeres en marzo, en 2019 el porcentaje se elevó a 20,9% y es el máximo alcanzado. En el informe, titulado “El lugar de las mujeres uruguayas en los cargos de decisión”, se señala que sólo hay dos ministras en un gabinete de 12, dos intendentas en 19, la Udelar ha tenido 34 rectores hombres y ninguna mujer y en el ámbito privado sólo el 25% integra comisiones directivas.
La directora de Inmujeres explicó que el programa está pensado para mujeres que ya estén dentro de la actividad política y que quieran obtener herramientas para ocupar cargos de responsabilidad dentro de los partidos. Bottero informó que se hará énfasis en mujeres del Interior y se realizará una convocatoria a los partidos políticos para que sugieran candidatas, además de dejar un porcentaje abierto para que las mujeres que hayan integrado listas de las juntas departamentales, de las intendencias o de la Cámara de Diputados puedan presentarse por su cuenta.
Si bien el programa estará dirigido por Inmujeres, se quiere formar un consejo honorario integrado y se va a invitar a mujeres de trayectoria comprobada en los temas de género: “van a ser mujeres de todos los partidos políticos y todas las áreas políticas, y después vamos a hacer los llamados correspondientes para formar un equipo docente”, afirmó la directora.
El programa piloto está pensado para el año próximo, tendrá una estructura similar a una diplomatura, constará de dos semestres y las materias que abordará serán historia, legislación electoral, negociación y comunicación. En esta primera experiencia el programa tendrá 60 cupos, debido a que es un llamado específico destinado a dirigentas que ya cuentan con cierta formación. En cuanto a la carga horaria, será de 12 horas semanales en modalidad semipresencial. Contará con encuentros presenciales en distintos sitios del Interior del país y “alguno en Montevideo”, según Indicó Bottero, que aclaró que “eso va a ser en función de quiénes se presenten y de los lugares de donde sean”. También indicó que eso implicará que se brinde apoyo, tanto para los traslados como para los cuidados.
Según informó La Diaria, para la vicepresidenta Beatriz Argimón, quien participó de la presentación del programa, se trata de “fortalecer aquellos liderazgos femeninos que por tener una lógica y una mirada diferente del ejercicio del poder, no están siendo visibles en las estructuras políticas”, y aclaró que no tiene que ver ni con partidos políticos, ni con ideologías, sino que es para lograr una mejor democracia.
Militar y legislar
Margarita Percovich, integrante del sector Casa Grande del Frente Amplio (FA), expresó en diálogo con Sala de Redacción que si bien las mujeres que militan en política ya están capacitadas, “siempre es bueno entusiasmar, sobre todo a las más jóvenes, para tratar de soportar las dificultades de ingresar en un ámbito como este construido por los hombres”. Percovich agregó que es un ambiente duro para las mujeres y que supo ser “más duro aún” cuando “recién se empezó en la recuperación democrática”. Refiriéndose a las leyes de paridad y de cuota acotó que ”ahora queda mal explicitar que no se quiere aplicar la paridad o el 30%, pero siempre hay formas de evadir los lugares que se aplican con la cuota”.
Florencia Alonso, politóloga y magíster en Elecciones y Estudios Legislativos, expresó a SdR su conformidad con “todo lo que sea el trabajo institucional con las mujeres de los partidos políticos”, y añadió que no hay que perder de vista “que eso tiene que venir acompañado de legislación y el compromiso de los propios partidos para que estas medidas efectivamente se lleven adelante”.
El mismo criterio se aplicará a cada lista de candidatos, titular y suplentes a las Intendencias”.
Acerca de esta normativa, Percovich opinó que este tipo de legislaturas son las únicas herramientas que pueden disminuir la brecha de cantidad de mujeres en el ámbito político: “no te aseguran calidad, pero sí te aseguran cantidad”, y agregó que la medida “sirvió para que ingresaran mujeres en las circunscripciones que son integrales como es el Senado o como son las circunscripciones departamentales”, aunque añadió que en la Cámara de Diputados no ha funcionado.
Para Alonso es necesario que se vuelva a considerar el proyecto de ley de Paridad, porque la ley de Cuotas ya no está cumpliendo el objetivo deseado. “Estamos expuestas a un montón de desigualdades estructurales desde el punto de partida”, explicó, y agregó que en su momento la ley significó un avance y “estamos mejor” que hace unos años atrás, pero estamos muy atrasados. “Si miramos la representación parlamentaria, hoy estamos entre los peores lugares del mundo”, concluyó.
Al ser consultada sobre los motivos de la escasa representación femenina en el Parlamento, Percovich afirmó que los partidos políticos en Uruguay tienen la ventaja de ser muy estables y aseguró que eso es una fortaleza, pero que a su vez son partidos antiguos que se construyeron desde una perspectiva masculina, y que por eso es muy difícil cambiar aquellas formas que se establecieron históricamente para la intervención en los ámbitos de decisión política.
En la misma línea, Alonso señaló que “las mujeres somos como recién llegadas a los ámbitos políticos, tenemos pocas décadas de inclusión y de reclamo en el sistema político, y eso hace que sea muy resistido el dejar espacios de poder masculino para dejar ingresar mujeres”. Respecto a esto, aclaró que no es la participación femenina dentro de la política uruguaya lo que escasea, sino la representación femenina en espacios de toma decisión dentro de la política, a nivel legislativo y ejecutivo. “En ambos espacios hay una participación menor a la deseada. Y en realidad el horizonte tendría que ser legislar hacia una paridad”.