El año 2024 es particular para la capital del país, dado que se cumplen 300 años desde su fundación. En este contexto de conmemoración, la Intendencia de Montevideo desarrolló variadas propuestas que invitan a la participación activa de la población. “Cuenta la ciudad desde tu barrio” es una de las tantas actividades programadas, que comenzó a ejecutarse en abril y terminará el 28 de junio en el barrio La Blanqueada. El proyecto consta de tres instancias de taller en seis barrios: Buceo, Capurro, Palermo, Prado, Colón y La Blanqueada. A partir de registros fotográficos, testimonios y material de archivo, se intenta recuperar, difundir y preservar la memoria y patrimonio de cada barrio, así como darle voz a quienes tienen una historia para contar.
Natalia Díaz, integrante de la organización de los 300 años de Montevideo, mencionó a Sala de Redacción que desde sus inicios se buscó lograr “un proyecto participativo con un fuerte anclaje territorial y la descentralización de los consejos vecinales”. Además, como base para pensar las propuestas, Díaz expresó que se pensó en reconstruir la historia de Montevideo, pero para llevar a cabo un proyecto de memoria, que no fuera la historia oficial de los barrios contada desde la institucionalidad o la academia, sino por los vecinos.
Díaz comentó que estas propuestas surgieron a partir de un convenio entre la Intendencia de Montevideo y la Universidad de la República. La Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación formó parte del proyecto sobre la historia y la memoria barrial y Marcos Rodríguez, uno de los estudiantes a cargo de las tres instancias realizadas en el Prado, mencionó que las actividades son “un espacio de intercambio, de conversación y de ideas”.
La historia que no aburre
En los talleres se presentó un pantallazo general de la historia y formación de cada barrio y los vecinos aportaron ideas para la presentación de libros, fotografías, pósters. También se analizaron las características del barrio en función de su historia y el resultado final del ciclo fue “la selección de un material de difusión que se pueda extender y hacer circular al resto de vecinos”, contó Rodríguez.
En relación a la concurrencia, tanto Rodríguez como Díaz mencionaron que fue diversa. El estudiante dijo que se encontraron con la “participaron de vecinos que residen en distintas zonas del barrio y con distintos perfiles”, lo que permitió aportar una mayor diversidad a las memorias que surgían. Las características del taller y el objetivo del proyecto, según Rodríguez, “suelen convocar a personas de mayor edad porque son las que se sienten más atraídas por este tipo de propuestas de memorias y de anécdotas”. Los talleres contaron con buena cantidad de participantes, en la mayoría de los casos entre las 35 y 40 personas, que “era el número que se pensó desde un principio”, dijo Díaz.
Los talleres sirvieron para rememorar entre todos lo que había o se hacía antiguamente en cada zona. Marisa Pérez, vecina del Prado, mencionó que a pesar de las modificaciones que se han realizado a lo largo de los años, “el barrio está mejor que antes”.