En apenas tres años ya han entregado más de 100 manos y brazos impresos en 3D de manera gratuita y apuntan a que ese número crezca. Andrea Cukerman, creadora de la fundación, comentó a Sala de Redacción, que a esta altura del año tienen 30 manos pendientes. Sin embargo: “entregar unas 40 manos al año es el estimado que tenemos”, explicó.  

La fabricación de cada mano cuesta U$S 1200 aproximadamente, aunque si se trata de un brazo tiene un mayor costo y período de fabricación. Cukerman detalló que dentro del monto que implica la producción se incluye “diseño, parametrización, impresión, ensamblado y armado”. La impresión de la mano es la variable menos costosa: “el mayor costo está en el diseño de la mano o el brazo para el chico, además del armado y ensamblaje posterior”. 

El material que utilizan para realizar las impresiones “es de bajo costo”, dijo Cukerman. Se trata de un plástico orgánico especial llamado PLA, que se utiliza para las impresiones 3D. Actualmente para realizarlas la fundación cuenta con tres impresoras, dos en propiedad y una tercera prestada por un voluntario. Aunque Cukerman sostuvo que “la idea es poder llegar a adquirir otra más”. El costo de estas impresoras ronda los U$S 500 o U$S 600.  

La fundación tiene algunos patrocinadores y sponsors, quienes ayudan y colaboran para poder cubrir el presupuesto del año. “Vamos año a año intentando buscar la ayuda de los patrocinadores que ya nos ayudaron o de nuevos”, señaló Cukerman. Agregó que siguen en la búsqueda de nuevos patrocinadores y sponsors para poder adelantar el trabajo que tienen pendiente. Por lo que no se descarta que en un futuro, si la fundación logra conseguir una impresora más y cuenta con más colaboradores, el número de manos y brazos impresos sea mayor. 

En cuanto a futuro, la Fundación comenzó un proyecto que bautizaron como “Mi escuela da una mano”. Se trata de talleres que se impartirán en los centros escolares sobre la impresión 3D para que “sean los propios chicos los que conozcan la tecnología y puedan imprimirle la mano a otro niño”, comentó. Y añadió con gran orgullo: “ese es el gran proyecto que tenemos nosotros para empezar este año”. 

Nunca recibieron ayuda económica por parte del Estado, aunque resaltó que en 2021 tuvieron un contacto donde los nos ayudaron a participar de un evento en la Embajada Británica. A partir de ahí surgieron donaciones particulares.

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