“Leyendo Unidos para Interpretar loS Archivos” forma el acrónimo Luisa, en homenaje a Luisa Cuesta, que murió en noviembre del año pasado sin haber encontrado a su hijo, Nebio Melo, desaparecido en 1976. Luisa es una plataforma informática que es parte del proyecto “Cruzar”, que sistematiza, cruza y analiza archivos militares de la dictadura. El objetivo de la plataforma es interpretar textos ilegibles pertenecientes al “Archivo Berrutti” para recuperar información sobre el pasado reciente y aportar a la lucha por verdad y justicia.

Fernando Carpani, docente del Instituto de Computación de la Facultad de Ingeniería, informó a Sala de Redacción que los primeros 163 documentos que se cargaron a la plataforma ya fueron completados. “Ahora estamos trabajando sobre 1.000 imágenes de un total de 49.000 que tenemos para programar”, dijo el ingeniero y agregó que en este momento “hay gente trabajando en el procesamiento del lenguaje natural para corregir las cosas que se han entrado mal”. “Una de las cosas que hay que tener claro es que, si bien estaría bueno tener todos los cuadros completos, no es necesario tenerlos todos para comenzar a trabajar”, explicó.

Página de LUISA.

Carpani explicó que para examinar el tráfico de la página a cada usuario que ingresa a Luisa se le asigna un número, que no permite determinar quién es la persona ya que el registro es anónimo. Hasta el momento se han asignado 13.500 números. Sin embargo, aclaró que la cantidad de usuarios no es exacta, ya que si una persona ingresa a la página desde distintos dispositivos se le asignará un número diferente en cada uno, por lo que se calcula que son alrededor de 10.000 los usuarios que ingresaron a Luisa. Con respecto al volumen de trabajo, Carpani dijo que la página tiene 5.000 fragmentos interpretados por día.

Movilizador

En su semana de presentación, a comienzos de abril, Luisa fue tendencia en las redes sociales todos los días. Una semana después del lanzamiento, los primeros 300.000 cuadros de texto casi ilegibles habían sido interpretados exitosamente. Iván Fernández, encargado de comunicación de Cruzar, dijo a Sala de Redacción que habían creado las redes sociales de Cruzar para difundir las novedades del proyecto pero que luego de la presentación de LUISA la plataforma, por sí sola, se llevó gran parte del protagonismo.

Fernández explicó que las redes sociales de Cruzar no tenían muchos seguidores, pero que cuando empezaron a seguir gente para que conocieran el proyecto se dieron cuenta de que la muchas personas hablaban de Luisa sin conocer su origen. Ahora que la plataforma tomó mayor protagonismo esperan que se lleguen a conocer las demás partes del proyecto.

El comunicador contó que la mayoría de los mensajes que llegan a las redes de Cruzar son de personas que se ponen a disposición para trabajar, pero que “también pasaron cosas movilizadoras”. “Llegaron mensajes que cuentan que encontraron nombres de personas que conocían. Es algo que puede pasar, para las personas que vivieron en esa época es muy movilizador”, relató.

El uso de Luisa también despertó en los usuarios una inquietud por el significado de siglas y acrónimos que aparecen en los fragmentos y lo manifestaron en las diferentes redes sociales. A causa de esto, Cruzar publicó un glosario que incluye las expresiones más frecuentes de los documentos. “El glosario se había hecho en una investigación. Nos dimos cuenta de que podía llegar a impactar, que era lo que todos estaban pidiendo. No estaba planeado, pero lo largamos y la gente se re copó. Tuvo un montón de interacciones y tuvimos un crecimiento de seguidores muy importante en ese momento”, dijo Fernández.

Buscar la verdad y hacer justicia

Para Fernández, la repercusión de Luisa se debe a que “la gente que está sensibilizada con el tema puede participar y puede ser parte de esa historia que ha estado oculta durante mucho tiempo”. “A veces pasan diez imágenes y no entendés nada. Si fuera una sola persona haciendo esto, estaría meses leyendo cosas y si las tuviera que transcribir sería imposible. La única forma de hacerlo es esta: a partir de muchos fragmentos y de que mucha gente participe”, expresó.

Nilo Patiño, integrante de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, dijo a Sala de Redacción que, para él, la respuesta a Luisa se debe a que “es un medio de participación masivo y se alimenta a la vez con otras cosas, como la visibilidad del proyecto (Cruzar) y el hecho de encontrar determinados nombres o apellidos que permiten no solo imaginarse cosas sino leer en documentos cosas concretas”.

Para Patiño, el aporte de las nuevas generaciones en este tipo de proyectos es “muy importante”. “En esto de la memoria hay varios aspectos: está la memoria de los que participaron en esa época en toda la secuencia de horrores y errores, y todos los sucesos en general, y la memoria transmitida de aquellas cosas que no están resueltas y que de alguna manera empiezan a ser reivindicadas por otras generaciones”, manifestó. “Va mucho más allá de la memoria puntual de un momento determinado de la historia. Luisa apunta, más que nada, a reivindicar una forma de buscar la verdad y de hacer justicia. Eso es lo más rescatable de todo”, finalizó.

Se puede acceder a Luisa en: https://www.fing.edu.uy/mh/luisa/

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