Desde 2002, la sociedad nigeriana, principalmente la del noreste del país, se ha visto comprometida por los ataques del grupo Boko Haram, designado como grupo terrorista por Estados Unidos en 2013. Según publicó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) el 13 de abril de 2018, más de mil niños y niñas han sido víctimas de secuestro, al menos 2.295 profesores han sido asesinados y más de 1.400 colegios han sido destruidos.

Luego de siete años en cautiverio, una de las 275 niñas que fueron secuestradas el 14 de abril de 2014 en el colegio femenino de la localidad de Chibok regresó con su familia. Según varios medios, la oficina del gobernador dijo que la joven Ruth Ngladar Pogu, de 23 años, fue liberada por el grupo y se entregó a los militares el 28 de julio junto con una persona con la que fue obligada a casarse y los dos hijos que tuvieron; sin embargo, los funcionarios no lo habrían anunciado antes para darle tiempo a que la joven mantenga contacto con sus familiares.

Tras los numerosos ataques a centros educativos por parte de Boko Haram, entre los que se encuentran asesinatos, violaciones, matrimonios forzados, obligación a formar parte de la agrupación y secuestros, Amnistía Internacional denunció el 14 de abril de 2021 la desprotección de los niños y niñas en las escuelas, uno de los lugares más atacados por Boko Haram, por parte de las autoridades nigerianas. “Las escuelas no son seguras. El gobierno no es confiable, y no les creemos cuando dicen que protegerán a nuestros hijos”, dijo un padre a Amnistía Internacional. Finalmente, la organización solicitó al gobierno nigeriano que “reafirme su compromiso de garantizar el regreso en condiciones de seguridad de los niños que siguen en cautiverio”.

En octubre de 2016 fueron liberadas 21 de las niñas secuestradas en Chibok gracias a negociaciones entre el gobierno y el grupo terrorista, pero a cambio, según dijeron fuentes locales a AFP, Boko Haram solicitó la libertad de cuatro miembros del grupo que permanecían presos. En noviembre del mismo año fue liberada una chica más y en 2017 fueron 82 las jóvenes que recuperaron su libertad. Sin embargo, aún se desconoce el paradero de más de 100 chicas.

Nadie ha sido arrestado ni procesado por los crímenes cometidos por el grupo terrorista Boko Haram. Según varios medios, la tragedia de Chibok fue la primera que dio a conocer globalmente a esta organización terrorista, y este accionar influyó en otras bandas armadas y generalizó la práctica de capturar a menores de edad y cobrar el rescate a los familiares. Según Amnistía Internacional, tras los múltiples ataques que se han dado en los colegios, los gobiernos estatales de Katsina, Kano, Kaduna, Zamfara y Jigawa ordenaron la clausura de escuelas. Han sido ya 600 los centros educativos que cerraron “por temor a los secuestros”, generando así “consecuencias desastrosas” para los jóvenes situados en el norte de Nigeria.

Boko Haram

Terror y espanto para Nigeria. En hausa -idioma altamente extendido en Nigeria y en la cultura musulmana-, Boko Haram no tiene una traducción clara: muchas fuentes aseguran que significa “la educación occidental es pecado” y otras tantas que su verdadero significado es “la pretenciosidad es anatema”. La agrupación terrorista de carácter fundamentalista surgió en 2002 en Maiduguri, capital del estado nororiental de Borno, y defiende una versión del islam que prohíbe a los musulmanes participar de cualquier actividad que tenga vínculos con la cultura occidental. 

En Nigeria, la religión musulmana predomina en el norte y la cristiana en el sur. El grupo militante fue fundado por el clérigo musulmán Mohammed Yusuf con el objetivo de imponer la sharia o ley Islámica: legislación que determina qué conductas están permitidas o prohibidas para las personas y que actualmente también intentan reinstaurar en Afganistán los talibanes. 

Yusuf murió en 2009 bajo custodia policial y Boko Haram quedó en manos de Abubakar Shekau, quien intensificó los ataques de la agrupación. A mediados de junio de este año, varios medios dieron a conocer la muerte del líder Shekau: ocurrió durante un enfrentamiento entre sus hombres y combatientes del Estado Islámico de la provincia de África Occidental. Quien pasó a ocupar su lugar fue Bakura Modu, apodado “Sahaba”.

Tanto Boko Haram como los talibanes practican e imponen la ley islámica. Tras el anuncio del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, sobre el retiro de sus tropas de Afganistán luego de 20 años de ocupación, los talibanes comenzaron a tomar el control del territorio nuevamente. Antes de ser expulsados por la alianza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por Estados Unidos, el movimiento islamista radical de credo sunita ya había logrado gobernar entre 1996 y 2000. Debido a su retorno al poder, todos los ojos están puestos sobre Afganistán.

Boko Haram ha hecho hasta lo imposible para marcar presencia e instaurar en Nigeria sus prácticas e ideologías. Su primer ataque conocido, según el medio internacional CNN, fue en el año 2003: alrededor de 200 militantes atacaron múltiples estaciones de la Policía en el estado de Yobe. En 2010, 50 militantes de Boko Haram atacaron una prisión, donde dejaron a cinco personas muertas y liberaron a más de 700 reclusos. El día en que ingresó Goodluck Jonathan como gobernador de Nigeria por el Partido Democrático del Pueblo en 2011 -que gobernó hasta 2015-, el grupo terrorista estalló tres artefactos explosivos cerca de un cuartel militar en la ciudad de Bauchi.

Otros ataques con serias consecuencias se dieron ese mismo año, que dejaron a 23 personas muertas y más de 75 heridas luego de ir contra el complejo de las Naciones Unidas en Abuja, capital de Nigeria. A su vez, más de 100 personas murieron por ataques múltiples a fuerzas de seguridad, oficinas, mercados y 11 iglesias en los estados de Yobo, Damaturu y Borno. En 2013 se volvió a repetir la historia con atentados en iglesias de diferentes estados, que causaron la muerte de más de 50 personas. Estas son algunas de las numerosas actuaciones con resultados catastróficos en Nigeria por parte de Boko Haram antes de la gran tragedia en Chibok.

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