“Me llamó la atención la retórica de señalar la situación política de Cuba, Venezuela y Nicaragua”, señaló Camilo López, politólogo, respecto a lo dicho por el presidente Luis Lacalle Pou en la Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Aclaró que, bajo la medición de cualquier estándar de democracia en el mundo, “ninguna de las tres [democracias] pasa”, así como muchos países del mundo tampoco cuentan con una democracia plena, “como por ejemplo, China”, ejemplificó. Además, consideró que el discurso dado por Lacalle Pou le permite tener un sondeo del porcentaje de aprobación sobre su mandato, y que si esto tuvo algún beneficio internacional, no se sabe. 

Por otro lado, explicó que el Partido Nacional (PN) cuenta con una política internacional transmitida a lo largo de su historia, y que la corriente con más relevancia en el tema es el herrerismo. Asimismo, expresó que históricamente esa corriente huía de este tipo de posicionamiento que señala asuntos internos de otros países y evitaba hacer juicios de valor, motivo por el que mantuvo conflictos con el Partido Colorado (PC) durante el siglo XX. “Me pareció interesante el cambio en el discurso de Lacalle Pou respecto a la tradición de su partido y de su sector”, señaló López. Además, aclaró que el herrerismo considera que al meterse en “esas discusiones” se habilitan distintas formas de presión sobre un país y su soberanía. 

La sexta cumbre de la CELAC se llevó a cabo el 18 de setiembre en Ciudad de México. Entre otros, los principales puntos a discutir fueron el rol de la Organización de los Estados Americanos en la región, el llamado al Fondo Monetario Internacional para flexibilizar condiciones de deuda y financiamiento ante la pandemia de covid-19, el apego al Acuerdo de París, un llamado a proyectos conjuntos para combatir el crimen organizado y la propuesta de producir lo que la región consume. Aunque se priorizó la necesidad de centrarse en los objetivos comunes y dejar de lado las diferencias, la cumbre demostró lo poco unida que se encuentran las naciones latinoamericanas. La presencia de los presidentes de Venezuela y Cuba generaron reacciones dispares entre los presentes. 

“En esta voz tranquila pero firme, debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, Nicaragua y en Venezuela”, dijo el presidente Lacalle Pou durante la cumbre, y expresó su rechazo al encarcelamiento de opositores y a que no haya democracias plenas. La intervención fue de desagrado para el presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien invitó a debatir sobre democracia y libertades, mientras que el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, aclaró que quienes critican a Cuba demuestran un “desconocimiento de la realidad”, e incluso comentó sobre la recolección de firmas para derogar la Ley de Urgente Consideración en Uruguay. Ante esto último, Lacalle Pou respondió: “Sí, hay algo que es cierto: en mi país por suerte la oposición puede juntar firmas y tiene resortes democráticos para quejarse. Esa es la gran diferencia con el régimen cubano”, y al finalizar citó un fragmento de la canción de resistencia cubana “Patria y Vida”: “Que no siga corriendo la sangre, por querer pensar diferente, ¿quién le dijo que Cuba es de ustedes? Si Cuba es de toda mi gente”.

Las palabras del mandatario generaron aprobación dentro de la coalición de gobierno y desaprobación por parte de la oposición. “Me enorgulleció que en nombre de Uruguay, el presidente alzara su voz para reclamar por las libertades y derechos en cada país de nuestra América”, dijo a SdR Sergio Botana, senador del PN. Además señaló que hacer esas declaraciones frente a los presidentes de los países latinoamericanos y caribeños demuestra “el valor y la fuerza moral” de la democracia uruguaya. A su vez, el senador de Cabildo Abierto, Guillermo Domenech, expresó en diálogo con SdR: “Estoy de acuerdo en que son dictaduras”. De la misma manera, el senador perteneciente al PC, Germán Coutinho, se sumó a la aprobación y aclaró que se encuentra “en línea” con lo dicho por el presidente, según dijo a Sala de Redacción. Le pareció una “importante y oportuna intervención” y se siente muy representado por lo que transmitió el presidente. Además, ahondó que desde antes de la asunción de Lacalle Pou a la Presidencia, “ya era notorio el malestar que existía respecto al apoyo del gobierno anterior hacia Maduro, e históricamente, el escenario con Cuba”.

Por otro lado, el legislador Daniel Caggiani, integrante del Frente Amplio, dijo a SdR que el actuar del mandatario fue un “exabrupto”. Añadió que lo dicho por el presidente “no sólo no compartió el espíritu de la reunión, sino que tampoco tuvo la forma, el tono, ni el contenido adecuado”, y alegó que el fin del foro era discutir temas de integración, atención sanitaria, aspectos vinculados a la recuperación de las crisis económicas y sociales en países afectados por la pandemia, entre otros. Además, explicó que los comentarios pueden dañar las relaciones con países latinoamericanos que se encuentren con problemas similares. Puso como ejemplo a Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, quien si bien fue electo democráticamente, llevó adelante una administración que ha sido denunciada internacionalmente, y puntualizó que sobre eso Lacalle Pou “no ha dicho absolutamente nada”. “Uruguay no puede construir una relación internacional sólida y respetable a partir de ser el dedo acusador de quienes cumplen o no, sino tratando de generar entendimiento y de ayudar a resolver conflictos”, concluyó.

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