“Muchos hoteles no pudieron abrir porque reabrir significa una inversión muy grande y muchos no estaban dispuestos o no tenían el dinero para reactivarse”, explicó Flavia Lavecchia, presidenta de la Comisión de Turismo del Centro Comercial e Industrial de Salto y propietaria del hotel Aguasol en Termas del Daymán en diálogo con Sala de Redacción. Los centros termales de Salto y Paysandú que sí reabrieron para vacaciones de julio lo hicieron bajo protocolos rigurosos debido a la crisis sanitaria, que había ocasionado la pérdida de la temporada alta.

Según Lavecchia, muchas empresas ya venían con cierta vulnerabilidad debido a la situación cambiaria con Argentina, que les afectó en la temporada baja para las termas (diciembre, enero y febrero). Luego llegó la pérdida de la temporada alta, que comenzaba con Semana de Turismo, cuando ocurrió el cierre por la pandemia. Los establecimientos tuvieron que afrontar gastos fijos en esos meses que estuvieron cerrados.

“Hubo un trabajo muy fuerte del Ministerio de Turismo en gestionar rápidamente el protocolo de las termas, porque fue el destino más castigado sin duda, ya que perdió su zafra más fuerte. Con ese trabajo se logró que previo a las vacaciones (de julio) pudieran abrir los parques termales en las condiciones sanitarias adecuadas”, explicó a Sala de Redacción Juan Martínez, presidente de la Cámara Uruguaya de Turismo.

Las negociaciones para la apertura

“El monitoreo del agua fue una de las cosas que el Ministerio de Salud Pública solicitó para la reapertura, además de los protocolos”, señaló Lavecchia. De esta solicitud surgió la creación de un convenio entre el ministerio, la Universidad de la República, la Intendencia de Salto y el Centro Comercial Salteño, que consiste en tomar de cuatro a cinco muestras semanales del agua para garantizar su calidad.

Los protocolos para la apertura incluyeron evitar las aglomeraciones en los espacios comunes, el uso de tapabocas para circular, las desinfecciones periódicas en el área de piscinas, las duchas obligatorias y la distancia dentro de las piscinas (de 4 metros en piscinas abiertas y 6 metros en las cerradas). En el caso de los hoteles, además de estos requisitos se añaden turnos para el desayuno y dejar habitación libres en establecimientos grandes para evitar la concurrencia en pasillos y ascensores, detalló Lavecchia.

“Si en todos lados la sugerencia de distanciamiento es de dos metros, y el agua no es un riesgo, tal vez no haya necesidad de que sea tan grande la distancia en las piscinas, pues eso nos impide tener más huéspedes usándolas”, expresó Gabriela Safi, directora del Hotel Horacio Quiroga, el 20 de julio en la Cámara de Representantes. “Nos limita mucho la distancia que se estableció (…) Eso lleva a que en piscinas grandes de 120 metros cuadrados, si somos bien exigentes, puedan entrar cuatro personas individualmente o cuatro núcleos muy chicos, o aún menos tres o dos núcleos. Eso hace que los hoteles no sean vendibles porque nadie va a ir a un hotel de aguas termales a disfrutar de sus piscinas si no puede bañarse en ellas”, agregó.

Safi también se refirió a la parte económica del sector y al pedido de exoneraciones fiscales. “Estamos pagando anticipos del impuesto a la renta; son anticipos mínimos porque nadie va a tener renta y constituyen una carga importante para las empresas. Además, estamos pagando anticipos del impuesto al patrimonio. Al final de los ejercicios fiscales de cada empresa, habrá un impuesto al patrimonio, pero con un patrimonio que estuvo parado, que no generó. Eso constituye una carga muy importante. Obtuvimos créditos del Banco República, que ha sido una medida de ayuda financiera, pero que, en definitiva, nos ha permitido pagar impuestos”.

Otro factor importante para el sector es la ley N°18.856 de 2011, que establece el descanso semanal de 36 horas consecutivas y el horario de descanso entre jornada y jornada de 16 horas para el sector turístico. Sobre esto Safi solicitó que se revea ya que “el turismo es una actividad muy especial, de altibajos; de repente, un fin de semana los hoteles y parques están llenos, pero luego viene un tiempo en que no hay actividad”.

Otra disyuntiva para el sector es el hecho de no poder tener empleados jornaleros. “Eso surgió de un consejo de salarios; no fue establecido por ley, y evidentemente es un error. Es otro motivo que sumado al anterior nos hace difícil organizar los horarios”, mencionó Safi. Sobre los temas laborales, Lavecchia explicó: “No nos hemos animado a traer a la gente que está en el seguro de paro porque perderían la extensión. Si traemos a la gente y después nos vemos complicados, no tenemos posibilidad  de volver a hacer el envío al seguro de paro o la utilización de las extensiones. Son situaciones que estamos evaluando y viendo cómo se manejan”.

Volver a empezar

A pesar de que la reapertura surgió el viernes previo a las vacaciones de julio y los hoteles no pudieron venderse con anticipación, el clima favoreció en la primera semana (del 20 al 27 de julio) y el turista “está con ganas de hacer termas”, dijo Lavecchia. “Hubo una ocupación bastante interesante de reactivación en los distintos puntos del país; y en las termas puntualmente la ocupación anduvo alrededor de un 50%, por lo tanto es algo motivador, porque da un respiro, un arranque para gente que estuvo parada por más de cuatro meses”, señaló Martínez.

Sobre los efectos de eventuales nuevos brotes de Covid-19, Lavecchia reflexionó: “Estamos en una pandemia, creemos que la gente ha bajado mucho el miedo, pero cada vez que surge un rebrote del virus en cualquier departamento del país merman un poco las consultas”.

Remo Monzeglio, subsecretario del Ministerio de Turismo, dijo a Sala de Redacción que “era un paso muy importante que las termas se fueran reactivando”. Agregó que “lo que nos compete como Ministerio de Turismo es promocionar, difundir todas las bondades turísticas del Uruguay entero y de cada uno de los departamentos”. “Estamos contentos y tranquilos de que vamos caminando. Pasitos cortos pero pasos concretos”, agregó el jerarca.

Martinez afirmó que “para el sector y las termas fue muy buena esta reapertura, le da oxígeno y empuje para continuar”. Por su parte, Lavecchia expresó que la buena ocupación de los primeros días y las reservas hacia adelante son algo “alentador” para el rubro.

Un sello para los hoteles registrados

Lavecchia comentó sobre la alta informalidad que existe en el sector en Salto. Señaló que hay una amplia oferta de hospedajes no registrados en el Ministerio de Turismo, sin habilitación de Bomberos ni comercial.

“El Ministerio de Turismo hizo una campaña que se llama Turismo Responsable y el sello de operador responsable se lo entregó únicamente a los hoteles registrados. En Salto son 28, pero si entrás en las plataformas y ves los listados de hoteles, hay 100 y pico de alojamientos”, declaró. En ese sentido, destacó que por primera vez se dio una ventaja al registrado. 

El sello busca la regularización de los hospedajes informales y también de los locales del sector gastronómico, que deben contar con habilitación bromatológica, comercial y también impuestos al día para obtener el registro de operador responsable.

Otro beneficio que han tenido las empresas registradas a través del Ministerio de Turismo es una plataforma de publicidad para darle visibilidad en Internet a todos los hoteles y agencias de viajes registradas. 

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