-¿A qué aspira el Partido Independiente (PI) en estas elecciones?

A tener una bancada parlamentaria mayor, jugar un papel en un gobierno en el que seguramente nadie va a tener mayoría propia y los votos del PI pueden ser definitorios. Hemos definido una postura a favor del cambio con respecto al gobierno actual, hay un agotamiento del proyecto del Frente Amplio (FA). Si nosotros votamos bien, el cambio va a ser un cambio hacia al centro, un cambio con sensibilidad social, con transparencia, con preocupación por los débiles y con control sobre la corrupción. Si no votamos bien, es posible que el cambio sea con riesgo de derechización y de pérdidas de derechos o de conquistas. El gran tironeo final en estos días (antes del 27) que quedan es demostrarle a la gente que el voto al PI es clave.

-¿O sea que ustedes nuevamente se perfilan como “la bisagra”?

-Más que la bisagra, en este caso, es un partido que va del lado del cambio. Hemos descartado el apoyo al candidato del partido de gobierno en la segunda vuelta, pero vamos a apoyar al candidato más votado de la oposición si cumple con ciertas garantías. Por eso decimos que somos la garantía del cambio, ese es el eslogan de la campaña.

-¿Y por dónde van esas garantías?

-Tenemos varios puntos claves. Uno, políticas sociales potentes: no se deben dejar de lado, pero sí reconfigurarlas. Las políticas del Mides (Ministerio de Desarrollo Social) tienen problemas serios: hay mucho asistencialismo, fragmentación política, proyectitos; queremos un enfoque muy grande en la primera infancia. Nuestro diagnóstico es que hay una crisis de integración social profunda, una segmentación de la sociedad, con excluidos. Recuperar la integración implica una potente apuesta a la primera infancia y a sus familias con base al plan CAIF y asignaciones familiares como instrumentos fundamentales. Hay que concentrar recursos en un modelo promocional, no asistencialista. El segundo, una profunda reforma educativa. Ahí tenes el tubo de la protección social, un sistema educativo que toma a los chiquilines desde el preescolar hasta finalizar la educación media. Y se completa la idea de revertir la crisis de integración y de generar mecanismos de recuperación del tejido social. Tercero: garantías de transparencia y de lucha contra la corrupción. Hablamos de reducir sustancialmente los cargos de confianza, de darle al Tribunal de Cuentas poder de veto cuando detecta irregularidades o vicisitudes, y darle recursos a la Junta Anticorrupción para que efectivamente controle a los políticos. Cuarto: un paquete de medidas dirigidas al microempresario. Sentimos que hay una situación muy complicada: cierran pequeñas empresas y almacenes o reducen personal, lo que antes hacía con dos empleados ahora lo hace el dueño solo. Hay que aflojar las cinchas sobre el microempresario y que de alguna manera nos dé garantías a todos de que eso, que también forma parte del tejido social, se recupere con mayor competitividad.

-Ese paquete supone…

-Modificaciones tributarias, cambio del tipo de tarifa -de la comercial a la residencial-, apoyo en materia de legislación laboral para que no se pierdan puestos de trabajo. Esos fueron los tres componentes principales. Luego (crear un) Ministerio de Medio Ambiente y políticas potentes de control de los cursos de agua, de la calidad del aire y de los suelos. Finalmente, pero no menos importante: ratificación de la búsqueda de la verdad sobre los desaparecidos. Hay una deuda ética que no es sólo con los familiares sino con nuestra propia historia. Estas medidas van a ser puestas por el PI arriba de la mesa el día siguiente de la primera vuelta para ver si el candidato más votado de la oposición está dispuesto a acompañarlas y a complementarse con ellas, y en ese caso podríamos apoyar.

-A raíz del hallazgo e identificación del cuerpo de Eduardo Bieler escribió en Twitter que la búsqueda de los desaparecidos es parte de sus compromisos en el próximo gobierno. Sin embargo, esto no se encuentra reflejado en el programa de gobierno del PI.

-El programa de gobierno es más que nada de políticas. Este es un tema que está en nuestro origen mismo. Yo he ido desde el principio a las marchas, salvo algún año. Tenemos una convicción muy definida al respecto. Que no esté en el programa no significa que no sea una cosa muy propia del PI desde siempre.

Eleuterio Fernández Huidobro puso freno, esa es la verdad de la milanesa

-¿Cuál sería el camino a seguir por el PI para mejorar lo que se está haciendo?

-Lo primero que tenemos que hacer es dialogar. Acá hay un trabajo de años y también una ausencia de años. En este último período de gobierno se formó una comisión por “la verdad y la justicia” que no funcionó; los familiares se retiraron de ella disconformes por la inacción y la falta de iniciativa. Debemos aprender mucho de quienes están en el tema. Hay que tener voluntad política para avanzar y decisión para buscar donde haya que buscar en archivos… o los resultados de la Comisión para la Paz de los 2000 (creada durante el gobierno de Jorge Batlle), y luego lo que fueron los primeros trabajos durante el gobierno de Tabaré Vázquez. En el segundo gobierno (de Vázquez hubo) cero. Eleuterio Fernández Huidobro puso freno, esa es la verdad de la milanesa. Puso freno a la búsqueda y trancó desde el Ministerio de Defensa los avances. Eso está certificado por la propia gente que está en el tema de derechos humanos.

Foto: Serena Píriz

-Pese a que manifestó que quería debatir, finalmente solamente lo hicieron Martínez y Lacalle Pou. ¿Qué crítica le merece?

-Somos muchos los frustrados, ¿no? (Ernesto) Talvi también, yo creo que exageró. Hay que tener un poco de… si no quieren debatir contigo…

-Usted no hubiera hecho lo mismo que hizo Talvi.

-No. Hablar de proscripción y todo eso me parece un error. Es la primera vez que Talvi está en campaña electoral; yo ya llevo varias y he intentado debatir en todas. El que tiene más votos no quiere debatir con el segundo, el segundo no quiere con el tercero y así para abajo. En 2009 logré debatir con el tercero: era cuarto y logré que (Pedro) Bordaberry aceptara un debate. Ninguno de los dos peleando la presidencia. El que tiene que debatir -si está más alto en las encuestas- asume un riesgo. Si bien (Daniel) Martínez está arriba de (Luis) Lacalle, la tiene complicada y estaba en necesidad de debatir. (Ahora) intenté debatir con (Guido) Manini, lo desafié a debatir pero Manini rehuyó al debate. Me parece preocupante porque es un candidato absolutamente nuevo, con una intención de voto bastante alta y que la está sacando prácticamente sin hablar; sus intervenciones en la campaña han sido mínimas. En el campo de la oposición (Manini y yo) somos las dos puntas: en el medio están los dos partidos tradicionales, hacia la izquierda estamos nosotros (PI) y a la derecha está Manini. Me parecía una cosa valiosa que la gente pudiera contrastar las posiciones de uno y otro, no porque estuviéramos compitiendo con su electorado, sino porque mucha gente puede tomar la decisión de apoyar al PI justamente porque decís “acá hay alguien que va a poner el equilibrio del cambio y evitar un riesgo de derechización”.

-Si resulta electo un candidato de la oposición ¿sería posible conformar una “mesa de la oposición” con ambos en las puntas?

-No me imagino una mesa: me imagino un diálogo con el candidato más votado de la oposición. Un diálogo bilateral, y ahí poner en la mesa nuestra propuesta. Si el presidente que resulta electo resuelve acordar con Cabildo Abierto (CA), bueno… siempre que no haya contradicciones con lo que haya acordado con nosotros.

-Por tanto, usted aceptaría ser parte de la coalición incluyendo a CA…

-No estoy adelantando ninguna decisión. Le estoy pidiendo a la gente (el voto) para tener fuerza para un partido que es de centro izquierda, socialdemócrata. Puede acompañar al candidato de la oposición si se compromete con todas estas cosas, que son clave para que haya un gobierno con sensatez y que no va a perder derechos y conquistas sociales. Si no, no: el partido va a tener su rol en el Parlamento y va a tener su propia posición.

-Entonces ya se configura como un contrapeso a lo que representa CA.

-Sin duda. Es notorio que hay una diferencia. El candidato de CA (Guido Manini Ríos) en varias ocasiones críticas ha hecho al Poder Judicial que me preocupan, porque este es parte del Estado de derecho y la garantía de la democracia.

Las encuestas dan una intención de voto al PI notoriamente más baja que en 2014. ¿A qué cree que se debe?

-Estamos en un panorama muy fluido. En 2004, 2009 y 2014 era básicamente la misma oferta y la ciudadanía se movió poco. En 2014 era muy distinto, estable, que venía de una continuidad. Fuimos creciendo elección tras elección. Está todo por verse, las encuestas hoy están muy desafiadas porque hay mucha gente indecisa, más que en otras épocas. Además hay mucha gente volátil, que hoy te dice “voy a votar tal cosa” y al otro día vota otra. Tengo la impresión de que el PI puede tener un salto importante en estos últimos días. Mucha gente va a querer cambiar pero no cualquier cambio. El único partido que está ubicado entre los partidos tradicionales y el FA es el PI, y hay mucha gente ahí que dice que el FA fracasó, que no arregló el problema de seguridad, educación… Ahora, yo no quiero que se tire todo por la borda. Entonces, acá hay un partido que va a hacer el equilibrio clave para que ningún gobierno de cambio se vaya para el otro lado.

-O sea que en esta nueva oferta de partidos que compiten con el PI -incluso en cantidad de adhesión- el diferencial sigue siendo estar entre los partidos tradicionales y el FA.

-Sin duda, porque no hay nadie (más) allí. Mirás a (Edgardo) Novick y tiene un discurso entre la derecha de los partidos tradicionales, y Manini está a la derecha. Unidad Popular está a la izquierda del FA. Los otros partidos son partidos “de issues” -de asuntos-: el tema ecológico, etcétera, no son partidos que planteen un proyecto global. El diferencial es que somos un partido de larga historia. No hicimos el programa en tres semanas para presentarnos en las elecciones, no nos creamos hace seis meses: este partido cumple 17 años. En tiempos de inestabilidad, tener una historia, ser confiables, coherentes y firmes es un diferencial que también suma a favor del partido. Lo otro es nuestra trayectoria parlamentaria: hemos actuado con seriedad, sensatez y trabajo. Mucha gente se queja de los políticos, dicen que no laburan. Acá tenés un partido que trabaja, que responde y en materia estadística tiene los mejores registros. O sea, que resistimos el archivo y podemos pedirle a la gente el voto mirándole a los ojos.

-Acaba de finalizar la actual legislatura, su primera en el Senado. Ha presentado cierta cantidad de proyectos de ley; la mayoría se han visto trancados por el FA…

-Sí, obvio (risas). Lamentablemente sí.

Foto: Serena Píriz.

-¿Qué proyectos volvería a presentar en un nuevo escenario que usted ya supone que será sin mayorías parlamentarias?

-Yo presentaría todos. Los mismos. Pensando en el último, el de la extensión de los derechos de los artistas, sin duda: todavía tengo la esperanza de que se apruebe antes de que se termine el período, porque es insólito: el FA, que se supone que ha estado en sintonía con los artistas, trancó la posibilidad de extender los derechos de 50 a 70 años para intérpretes y autores.

-¿Y eso por qué?

-A veces uno se pregunta si no es porque lo presenté yo en lugar de ellos, es una duda que me queda…

-¿Siente que se repitió varias veces eso durante esta legislatura? El “que lo presenté yo”…

-Por supuesto. No darte créditos. Igual logramos algunas cosas, presentamos algunos proyectos que se convirtieron en ley. Uno de ellos es una modificación a la Ley de Inclusión Financiera que le permitió a los trabajadores de pueblos chicos seguir cobrando en efectivo. La ley los obligaba a cobrar por vía bancaria; recorría el país y me encontraba con que me decían: “ahora cada vez que cobramos el sueldo tenemos que tomarnos un ómnibus, recorrer 80 kilómetros y encontrar un cajero que tenga plata”. Parecía una cosa ideada desde una oficina en Montevideo. Entonces presenté el proyecto, el Ministerio de Econoía y Finanzas me reconoció que había un problema y ahí cambiamos la ley para que los trabajadores rurales pudieran cobrar en efectivo. También (impulsamos) la ley la obligación de que los deudores de alimentos de menores tengan que hacer una declaración jurada; de esa manera evitamos una práctica bastante frecuente donde el deudor declare que tiene menos ingresos para darle menor pensión alimenticia a su ex esposa y sus hijos, es un proyecto de (el diputado del PI) Daniel Radío. Hay cantidad de proyectos que se quedaron en el camino. Muchos tienen que ver con la transparencia: por ejemplo, el del Tribunal de Cuentas, que cuando observa actos de entidad patrimonial relevante debería tener efectos suspensivos.

-Como el caso del Antel Arena.

-Todos los actos para construir el Antel Arena fueron observados y no pasó nada. Se gastaron 91 millones de dólares, diciendo primero que iba a salir 40. Es realmente preocupante. También logramos otra cosa: vi que la Fiscalía archivaba (casos) por no tener fondos para hacer pericias ante una denuncia de eventual corrupción, entonces presenté un proyecto que generó un fondo de peritajes en la Fiscalía: un 10% de lo que surge de la requisa de dinero del lavado y el narcotráfico. Antes nos quedábamos con la duda de si había joda o no.

-¿Qué señal quiso dar el PI al haber incorporado a dos periodistas como candidatos visibles? ¿Qué tienen en común?

-La idea surge de manera separada. Lo que queríamos obviamente era mostrar que hay más gente que se está incorporando. Tanto Mónica Bottero como Gerardo Sotelo desde su rol periodístico -que obviamente les impedía actuar políticamente- yo ya sabía que eran votantes del PI. Los conozco hace años, a Gerardo hace más de 15 años. Ellos dieron un paso de mucho coraje que fue salirse del rol periodístico y de su zona de confort para entrar en la lucha política, eso lo valoramos mucho. Mostramos que el PI tiene lugar para gente nueva, que suma. Mónica es nuestra candidata a la vicepresidencia, integra la lista a diputados por Montevideo, y Gerardo va segundo en la lista al Senado que yo encabezo. Hay una señal de apertura, de incorporación y de gente que suena en la misma sintonía, una sintonía previa que me parece muy importante para un partido coherente como el nuestro.

…una cosa es ser gobierno y otra es ser partido. Cuando se cruza la línea estamos en dificultades

-¿Sintonía en qué, por ejemplo?

-En general, en los temas de programa y en lo que creemos que hay que hacer. Por ejemplo, presentamos un recurso de amparo ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo porque entendemos que la web de Presidencia se ha extralimitado, está actuando con abuso de poder cuando publica una nota de ministros que no son de gobierno, son de campaña. Ahí hay un límite muy claro que tiene que ver con los principios democráticos, y es que una cosa es ser gobierno y otra es ser partido. Cuando se cruza la línea estamos en dificultades.

-¿Qué cree que va a resolver la Justicia?

-Vamos a ver. Alguien que sabe del tema me comentó que es muy difícil porque hay que probar una serie de requisitos. Leí el escrito que prepararon dos abogados nuestros y está muy bien fundado: acá hay una clara intromisión por parte de la persona encargada de la web de Presidencia, que va más allá del rol de gobierno y no de partidizar el gobierno.

-Habló varias veces en esta entrevista sobre transparencia y ha estado detrás de varias investigaciones y denuncias. ¿Qué cree que ocurrirá a partir del 1º de marzo si el próximo gobierno no es del FA?

-Creo que tenemos que controlar mucho, que gran parte del tema de la crisis de confianza en la política tiene que ver con estas cosas. Hay que cambiar reglas, reducir cargos de confianza. Con un nuevo gobierno siempre están las tentaciones del poder, sino pregúntenle al FA. Este período fue una colección de irregularidades: primero ANCAP, después ASSE, las tarjetas corporativas, los negocios con Venezuela, Envidrio… Yo creo que es una señal muy grave -que demuestra hasta qué punto el FA llegó a un nivel de desgaste tan grande y profundo- cuando la Justicia reclama el desafuero del diputado (Daniel) Placeres: renuncia al cargo y sus compañeros de bancada lo aplauden. Cuando el FA llega al punto de que está aplaudiendo a un diputado imputado de un delito de corrupción vos decís “ya está”: han perdido la noción y es necesario un recambio.

hay que levantar los velos sobre la realidad todo lo que se tenga que levantar

-¿Está satisfecho con los avances en las investigaciones?

-Hicimos lo más que se pudo. Con el tema de ASSE el FA trancó la investigación y quedaron muchas cosas pendientes; algunas igual están explotando porque la realidad se impone. Tenemos los negocios con Venezuela sin investigar; yo creo que ese es un tema gordo, no me cierra que un gobierno como el de Uruguay termine abrazado a Nicolás Maduro y su dictadura, y que no tenga capacidad de desmarcarse. Entonces empiezo a pensar que tal vez tiene que ver con algunos compromisos que se generaron y es algo que algún día me gustaría rascar hasta el hueso.

-¿Se imagina investigándolo en la próxima legislatura?

-Hay cosas que hay que investigar, con una nueva investigadora. No hay que dejarlo pasar, hay que levantar los velos sobre la realidad todo lo que se tenga que levantar.

Verónica Cardozo / Christian Macías / Serena Píriz / Eliana Torres.

* Sala de Redacción solicitó entrevista con todos los candidatos a la Presidencia de la República. Hasta el jueves 24 publicaremos las entrevistas de quienes accedieron.

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