El Partido Socialista (PS), el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), el sector Casa Grande y el Movimiento Cambio Frenteamplista anunciaron la consolidación de un espacio a la interna del Frente Amplio (FA) de cara a la construcción del Programa de Gobierno, con miras al mediano y largo plazo. Sala de Redacción conversó con Daniela Brandon (PS), integrante de la Mesa Política del FA, y con Fabiana Goyeneche, directora de Relaciones Internacionales y Cooperación de la Intendencia de Montevideo (IM) y militante de Casa Grande. Les une, según cuentan, el compromiso por una mirada feminista, ecologista, antirracista y socialista que genera coincidencias programáticas desde hace varios años “con mucha fuerza”.

La mayoría de los integrantes de la corriente formaron, para las elecciones nacionales de 2019, el sublema “Frente Futuro”, que impulsó la precandidatura de Daniel Martínez; más adelante, y con cambio de componentes, aunaron fuerzas para impulsar a Carolina Cosse a las departamentales de 2020 a través de “la Montevideo que queremos”. Los cuatro sectores que integran “Izquierda y Libertad”, en 2022 impulsaron la candidatura de Gonzalo Civila a la presidencia del FA.

A partir de allí, se mantuvieron unidos realizando declaraciones y acciones organizadas sobre temas puntuales de la interna frenteamplista y de la actuación política del país, por lo que Brandon explicó que a través de este camino confluyen para generar un marco de articulación más estable y duradero. Visualizan que su estrategia para incidir a la interna del FA sobre cómo enfrentar la reforma jubilatoria del gobierno es su “éxito” más reciente. En esa oportunidad, la moción que presentaron tuvo aproximadamente un tercio de adhesiones en el plenario nacional del FA, lo que significa que lograron convencer fuera de la corriente, sobre todo en las bases frenteamplistas, aunque finalmente su postura no resultó mayoritaria.

En cuanto a su visión política, Goyeneche explicó que la identidad de izquierda de la corriente está fuertemente atravesada por una búsqueda de la redistribución de la riqueza y no tan solo del ingreso; tienen una evaluación positiva de la reforma tributaria que realizó el Frente Amplio, pero apuestan a más. “No se trata solamente de gestionar el capitalismo, ni de administrarlo, sino de cuestionar los cimientos sobre los cuales se sostiene”, afirmó, y por ello quieren gravar de manera progresiva al capital y las grandes fortunas, no principalmente a los trabajadores a través de los salarios. 

Entienden que ser de izquierda es ser feministas, ven en el patriarcado una opresión y una explotación anterior a la del sistema capitalista: “Las mujeres se dedican gratuitamente al sostén de la vida, de la reproducción de la vida; el capital se apoya en esto para seguir produciendo”, denunció Goyeneche. Es por esto que se plantean la necesidad de priorizar el sistema de cuidados y critican que el gobierno actual, “por razones políticas y con reducción presupuestal”, lo ha debilitado a tal punto que la Secretaría de Cuidados “quedó como una dependencia” dentro de la Secretaría de Discapacidad, “como si solo se acotara a ello”, sostuvo Goyeneche. A esto, Brandon agregó que la desigualdad de género afecta la calidad de vida de las mujeres e impacta en el trabajo no remunerado: “Buscamos reforzar el Sistema de Cuidados” y evitar que “se convierta en una moneda de cambio, de donde se retiran recursos para abocarlos a otras dependencias”, expresó.

Por su parte, Goyeneche cree que si al feminismo le cuesta hacer carne en la sociedad, y en el Frente Amplio en particular, el antirracismo es el gran invisibilizado. Ve positivamente la creación de la Comisión Afrodescendiente Antirracista en la coalición de izquierdas, y comentó que algunos de sus cometidos tienen que ver con vigilar que se cumpla la legislación vigente, como “la cuota afro en los concursos públicos, a partir de la ley de acciones afirmativas”. En el camino de las reparaciones “hay asuntos pendientes, como la regulación de delitos de odio”, reclamó la directora municipal. Tanto Goyeneche como Brandon no creen que los delitos se solucionen con aumentos de penas, “pero tampoco que la legislación sea meramente simbólica, que cuando una persona sufre un ataque de odio en base a su color de piel, no tenga ninguna respuesta”, descargó Goyeneche.

Ambas frenteamplistas hacen una crítica muy dura al modelo productivo del país, incluso impulsado en gobiernos de su partido, bajo la categoría conceptual de “extractivismo”. Sobre los problemas del monocultivo sojero y forestal, la ganadería intensiva, el puerto y las fábricas, Goyeneche profundizó: “Al medioambiente no hay que cuidarlo solamente por el futuro, hay que cuidarlo por el presente”, y expresó que “los efectos del cambio climático que hace algunos años se veían lejanos ya están pasando”, por lo que hay que encontrar maneras para revertir y prevenir “todo lo peor que puede llegar” a pasar.  Entienden, a su vez, que la forma de producir tiene que respetar los ciclos de la naturaleza y resguardar la contaminación de los cursos de agua y critican la permisividad ante estos hechos que perjudican las condiciones de vida de las generaciones futuras. “El uso de agrotóxicos, su efecto en los polinizadores, el desgaste de la tierra. Queremos impulsar la agroecología”, finalizó Brandon.

Esta nueva corriente cuenta con la adhesión de distintos referentes de la cultura, sindicales, del ámbito de los derechos humanos y ex jerarcas como la cineasta Alicia Cano, el integrante de la murga “Doña Bastarda” Imanol Sibes, el carnavalero Leonardo Pacella, las ex integrantes del Instituto Nacional de Derechos Humanos Mariana Mota y Mirtha Guianze, el politólogo Gabriel Delacoste, la abogada Valeria España, el contador y economista Jorge Notaro y el ingeniero civil Benjamin Nahoum, la catedrática Amparo Menéndez-Carrión, distintos militantes de base del FA y el ex diputado Esteban Pérez, entre otros.

Las 11 banderas
En su documento fundacional establecen 11 banderas que levantan, con mayor o menor consenso, como propuestas de discusión y hacia la construcción del programa de gobierno: se plantean la posibilidad de llevar adelante una reforma agraria del siglo XXI, la instauración de una renta básica universal, la reducción de la jornada laboral, la aplicación de la perspectiva de la justicia restaurativa para la resolución de los problemas delictivos, establecer aumentos en los impuestos al gran capital, la reducción y relocalización de personal militar excesivo (especialmente en el Ejército) y la eliminación del lucro en la seguridad social en relación a las AFAPs, entre otras. 
En el documento, las “banderas” son: diversificar la producción y ganarle terreno al gran capital; frenar el extractivismo y el descarte, por la tierra, la soberanía alimentaria y la agroecología; ingreso, trabajo y salario digno; vivienda popular, cooperativismo y hábitat; política social comunitaria; educación, cultura y artes para la libertad; género, cuidados y paridad; una democracia construida sobre nuevas bases; una reforma tributaria de segunda generación; democratización de las Fuerzas Armadas; una reforma constitucional democratizadora.

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