El viernes 25 de agosto se conmemoró la declaratoria de la Independencia de Uruguay y muchas personas aprovecharon el fin de semana largo para irse de vacaciones. Argentina fue el destino favorito, un fenómeno que se da gracias a la conveniencia del tipo de cambio. Como consecuencia, el mercado interno de Uruguay se viene debilitando y los precios son altos para quienes opten por ingresar al país. Por otro lado, la crisis hídrica que atravesó Uruguay durante la primera mitad del año fue regulada por las medidas gubernamentales y las intensas lluvias que ocurrieron recientemente. 

En diálogo con Sala de Redacción, Giuliano Cantisani, licenciado en Economía e integrante de CPA Ferrere, explicó que en el segundo trimestre del año hubo una desaceleración importante en materia económica en el país como consecuencia de la sequía y de la diferencia de precios con países de la región, como sucede con Argentina. 

Respecto a la crisis hídrica, el economista explicó que el mayor efecto ocurrió en la primera mitad del año. Según publicó el sitio web de Presidencia de la República, las reservas de la represa Paso Severino, principal fuente de abastecimiento de agua para Montevideo y el área metropolitana, superaron la semana pasada el 50% de su capacidad total, cuando a principios de julio se encontraban en menos del 2%. Cantisani añadió que las actividades agropecuarias no se verán tan afectadas en este segundo semestre y que el consumo de agua en los hogares va en mejoría, por lo que la sequía no se presenta como un factor de deterioro para la economía de nuestro país.

En julio, el Poder Ejecutivo creó el Fondo de Emergencia Hídrica con el fin de tratar la crisis y exoneró del IVA y del IMESI la venta de agua embotellada. “Estamos hablando de la reducción del 20% del precio del agua embotellada para tratar de aliviar el gasto que tuvo la población al empezar a usarla en lugar del agua de la canilla”, expresó Cantisani, y agregó que se podría haber “hilado un poco más fino”, con respecto a esta medida, ya que era una situación que afectaba a la zona de Montevideo y el área metropolitana, pero no a todo el país. Sin embargo, tomar una medida “tan específica” implicó “ciertos costos de implementación para detectar cuáles fueron las zonas más necesitadas y así atenderlas más puntualmente”. 

Una problemática de largo plazo 

Consultado sobre cómo afecta a Uruguay la situación económica de Argentina, Cantisani explicó que ese país viene atravesando una fuerte crisis desde hace diez años y que esto no impacta de manera negativa en las relaciones comerciales, que habían sido cerradas a raíz de las medidas tomadas luego de la crisis del 2002. “Lo que exportamos a Argentina se ha reducido mucho y se ha aprendido a diversificar y a contar con otros destinos de exportación”, manifestó. 

Al mismo tiempo, el economista aseguró que el canal directo que tiene Uruguay con Argentina, y que se ve afectado hoy en día, es el turismo: “La devaluación de la moneda en Argentina hace que para los uruguayos y el resto del mundo sea más barato; por el contrario, para los argentinos es más caro venir a vacacionar a nuestro país”, expresó. De esta manera, agregó que este año podría llegar a ser uno o tal vez el único en el que el saldo turístico sea negativo para Uruguay.

En primera instancia, las consecuencias de esta problemática se comenzaron a sentir en los departamentos fronterizos, ya que es común que la población uruguaya cruce a la provincia más cercana para abastecerse, estancando, así, el comercio interno. Según Cantisani, hubo otros rubros que se resintieron, como el de eventos, porque muchos locales que organizan fiestas de la nostalgia, esta vez no lo hicieron, porque muchos uruguayos viajaron al país vecino a celebrar. 

De acuerdo a lo dicho por el economista, “es un hecho que Argentina va a ser más barato que Uruguay de acá a los próximos años”. La explicación se encuentra en que desde el 2009 el Producto Interno Bruto de Argentina no crece, mientras que en Uruguay, salvo en los años de pandemia, ha crecido sin parar. “Uruguay ha seguido desarrollándose, mientras que Argentina no. Como consecuencia, es relativamente más rico y más caro que el país vecino”, sostuvo, y subrayó que esto es algo “con lo que vamos a tener que aprender a convivir y por lo que hay que tomar medidas de largo plazo”, ya que actualmente “no hay medidas que puedan compensar esta diferencia de precios”.

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