El Consejo de la Facultad de Ciencias Sociales de la Udelar (FCS) declaró de “particular interés” la organización de actividades en conmemoración de las cinco décadas del golpe de Estado. De esta forma, la Asociación de Docentes de la Universidad de la República (ADUR) y diversos equipos de investigación como el “Grupo de Estudios sobre las Izquierdas” y “Democracia directa, movimientos sociales y acción colectiva”, se postularon propuestas en las que se incluyeron muestras fotográficas, exposición de libros y proyección de documentales.
En este marco, el jueves 29 de junio se realizó “Movimientos sociales frente al 27 de junio de 1973”, una de las tantas actividades que fueron planteadas. Allí, a través de la proyección de tres audiovisuales se intentó transmitir con imágenes el papel que jugaron los diferentes movimientos sociales de las décadas de los ’60 y ’70. Los documentales “Me gustan los estudiantes”, “Refusila” y “27 de junio de 1973” fueron escogidos para documentar en la sala de conferencias Luisa Cuesta la cultura y la movilización social, con el fin de achicar el distanciamiento con el pasado.*
Gabriela González, integrante del Comité de Organización del evento, expuso a Sala de Redacción que el objetivo fue tomar como punto de partida el material audiovisual para reflexionar acerca de los procesos que desembocaron en el golpe de Estado. A su vez, agregó que se intentó poner en diálogo la producción audiovisual con la académica, con el fin de abrir un debate sobre los movimientos sociales de esa época. La proyección fue posible a partir del trabajo impulsado por el Archivo General de la Universidad. Vania Markarian, doctora en Historia, indicó a SdR que este tipo de imágenes “sirven para ver las diferentes narrativas y construir otras trayectorias”, y destacó la importancia del archivo audiovisual frente a otros tipos de fuentes documentales.
Con una duración de 6 minutos, “Me gustan los estudiantes” es una película de 1968 dirigida y guionada por Mario Handler. El cortometraje muestra cómo diversos estudiantes uruguayos protestaron por la visita del entonces presidente estadounidense Lyndon Johnson a Punta del Este en 1967. El film está estructurado de forma tal que se genera un contrapunto entre los presidentes, los estudiantes y los agentes policiales, quienes reprimieron la manifestación estudiantil. Cecilia Lacruz, doctora en Ciencias Sociales, expresó a Sala de Redacción que esta es una de las películas “más paradigmáticas” respecto a los movimientos estudiantiles de ese entonces.
“Refusila”, otro de los films presentados, fue producido por un grupo experimental de cine de estudiantes de la Facultad de Arquitectura y recorre las manifestaciones desde fines de 1968 hasta principios de 1969. A su vez, fue conservado por Walter Tournier, director y guionista de cine uruguayo, y donado a Cinemateca Uruguaya en la década de 1990. Esta película no ofrece el panorama general de la época sino que tiene una estructura narrativa diferente que permite ver cómo las calles están cada vez más vacías. Según Lacruz, la película surgió como una búsqueda de “desmitificación del cine”, ya que quienes produjeron el film eran estudiantes universitarios y en esos años se consideraba que sólo los cineastas e intelectuales eran capaces de producir materiales audiovisuales.
“27 de junio de 1973”, por su parte, es una película producida por Ferruccio Musitelli, fotógrafo, cineasta y figura emblemática de Uruguay, quien filmó una serie de episodios de la huelga general que tuvo lugar a partir de esa fecha en respuesta a la disolución de las cámaras; así, el film es un registro de las principales manifestaciones de la época. Markarian sostuvo que la digitalización se realizó a pedido del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA), para dejar constancia de las condiciones de trabajo de los obreros en Uruguay. Un dato particular respecto a este film es que no todas las imágenes fueron filmadas en 1973, sino que algunas fueron tomadas de manifestaciones previas.
El doctor en Historia Aldo Marchesi destacó que en esta película hay “dos aspectos relevantes” en relación al diálogo del pasado con el presente: por un lado, sobre las ideas acerca del movimiento social y, por otro, acerca de las ideas sobre lo que se entiende por el pueblo. Desde los ’80, con los denominados “movimientos en respuesta” o “movimientos pragmáticos”, surgió una forma de protesta frente a asuntos particulares, mientras que la película proyectada “se inscribe desde otra narrativa marcada por la vivencia de la represión”. Las ideas sobre el pueblo reflejan “la unión de la sociedad y la crítica al Estado”, un concepto “cargado de sentidos a nivel histórico” y configurado de forma “épica”, expresó Marchesi. La película deja entrever “cómo fue la lucha y cómo se debe luchar”, y propone una manera diferente a la que se practica y se concibe hoy. Por lo tanto, para el historiador estos archivos audiovisuales aportan una “reflexión sobre la memoria”, no sólo para pensar en el terrorismo de Estado, sino también en “el valor que tuvieron esas luchas en el pasado y el valor que tienen en el presente”.
Según Isabel Wschebor, doctora en Historia, un aspecto a destacar es que las filmaciones “habían sido censuradas y reprimidas”, y muchas de las investigaciones estuvieron orientadas a rastrear “dónde estaban estos materiales y cómo hacer para recuperarlos”, ya que “se conoce poco” de la historia del cine uruguayo. Wschebor planteó que en esa época se producía un “cine militante”, que surgió como forma de testimoniar la “violencia política” que estaba aconteciendo en aquellos momentos, por lo que “es vital” recuperar películas que muestren la respuesta social ante el golpe de Estado. Además, agregó que la digitalización es una forma de “reparar” la persecución a esas personas. Algunas películas existen gracias a canales italianos y alemanes que guardaron esos materiales, ya que durante el exilio uruguayo este tipo de films eran “muy mostrados en Europa”.
La perspectiva de género también estuvo presente en el debate. Según Markarian, estos documentos “sirven para ver la presencia de mujeres en acción y en la lucha”. A su vez, agregó que en “Refusila”, la creación documental contó con mujeres desde la producción y la dirección. Y uno de los puntos centrales de la noche se basó en la importancia de “preservar los hechos históricos del pasado” para que las sociedades de hoy tengan conocimiento y las “retinas intactas”, indicó Wschebor. Por su parte, Markarian afirmó que para abordar temas del pasado es “indispensable mostrar films de ese momento” y agregó que actualmente “las retinas están muy marcadas por las imágenes que se han mostrado de esas épocas”. González añadió que con estas instancias se intenta visibilizar el rol que juegan los diversos actores de la sociedad y poner a los movimientos sociales en el centro de la discusión. Además, se busca promover una cronología de los hechos, no sólo poniendo el foco en el año 1973, sino también en las manifestaciones sociales previas y posteriores al golpe.
*Los films pueden consultarse a través de los siguientes links: Me gustan los estudiantes, Refusila y 27 de junio de 1973.