En el marco de la temporada 2023 de la Orquesta Juvenil del Sodre (OJS), el martes 20 de junio se llevará a cabo una nueva gala aniversario con entrada libre y gratuita. La cita será a las 19 horas en el emblemático Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo y se interpretará una de las grandes obras de la música universal: la “Octava Sinfonía” de Antonín Dvorak. La programación contará además con la obra “La Isla de los Ceibos”, del uruguayo Eduardo Fabini, y se prometen otras sorpresas más.
Bajo la dirección del maestro Ariel Britos, la orquesta está integrada por más de 130 jóvenes de entre 13 y 26 años provenientes de distintos puntos del país, que reciben una formación musical de alto nivel académico. La OJS, que ya cuenta con un sello postal propio, se creó en el año 2011 producto de la fusión del Sodre con la Fundación Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles del Uruguay.
Sala de Redacción consultó a Virginia Jara, integrante del equipo de producción y coordinadora general de la OJS, quien contó cómo es la experiencia de coordinar un grupo tan grande de jóvenes y de distintas edades: “Lejos de ser algo conflictivo, es super enriquecedor, es un grupo en el que hay respeto, los chicos aprenden de los más grandes y los más grandes también de los más chicos”. Las audiciones se realizan todos los años, por lo que el equipo vive en constante renovación y adaptación. Entre sus integrantes hay chicos de muchas partes del país, “así que es una población muy diversa”, expresó.
Jara comentó que las temporadas se planifican el año anterior e incluyen varias galas en la Sala Fabini del Auditorio Nacional del Sodre, así como temporadas didácticas en las vacaciones infantiles y temporadas junto al Ballet del Sodre, porque “la idea es que los jóvenes tengan prácticas previas a la profesionalización”, sostuvo. Además, agregó que los docentes talleristas realizan “un trabajo de hormiga” con los jóvenes sobre cada obra que se prepara, hasta llegar a los ensayos generales que son supervisados por el maestro Ariel Britos.
La coordinadora expresó que esta práctica se compagina con la vida de los jóvenes “porque ellos son estudiantes, algunos están terminando el liceo y otros culminando sus carreras universitarias y el hecho de cumplir con los cronogramas pactados facilita esa coordinación de actividades dentro y fuera de la orquesta”. Tienen ensayos regulares los miércoles, viernes y sábados y más cerca de los conciertos, agregan “algún ensayo más para reforzar”, expresó.
La organización intenta brindar el mayor apoyo posible para incluir a todos los jóvenes, ya que integrar la orquesta “aporta un montón de cosas”, es una experiencia que “moviliza a las familias porque es una instancia única, donde no solamente se transforma el chico o chica integrante de la orquesta, sino que la familia y sus amigos se sienten orgullosos”, dijo. Y agregó que “todo el impacto que tiene es positivo, además de que los jóvenes se mantienen activos, enfocados en un objetivo y sin dejar los estudios curriculares. Y esto se contagia, es algo súper enriquecedor”.
Jóvenes músicos
En este concierto de aniversario se destaca la participación de Máximo, un joven de 13 años, que es nuevo integrante de la orquesta e interpretará una obra de Vivaldi. El adolescente proviene de uno de los núcleos orquestales de la ciudad de Las Piedras y, según comentó Virginia Jara, es una oportunidad muy importante ya que “tocar de solista conlleva mucha preparación y son instancias que los fortalecen totalmente”. En esta línea, Jara agregó que “esto se hace con la práctica, no existe otra manera”.
Otro de los integrantes es Álvaro Montemuiño de 20 años, toca la viola, ingresó por medio de una audición en la categoría practicante y expresó a Sala de Redacción que esta temporada ofrece varios conciertos en la que los músicos participan de forma estable en la orquesta, exceptuando las veces en las que hay algún solista. Consultado acerca de la preparación previa de los conciertos, afirmó que muchas veces “puede ser desafiante, pero en general logramos siempre resolver de la mejor manera y el poder compartir eso con los demás es una de las cosas que más me gustan”. Asimismo, opinó que desde el punto vista profesional, la OJS “tiene un renombre internacional reconocido” y es “beneficioso poder participar de las instancias de conciertos de temporada, giras internacionales y que maestros del exterior nos den masterclasses”.
Camila Navarro tiene 20 años y desde los 13 forma parte del sistema “Un niño, un instrumento” a través del núcleo de Las Piedras. En el año 2021 audicionó para la Orquesta Juvenil del Sodre y toca instrumentos de percusión. Según contó a Sdr, para ella significa un orgullo cumplir las metas, lo que implica “mucha emoción y responsabilidad” tanto para preparar el repertorio del concierto como en su formación artística. “Estar en la orquesta me hace sentir importante”, dijo.
Navarro consideró que el objetivo de este nuevo ciclo de conciertos es buscar nuevos desafíos para cada integrante. Se recorren distintos compositores y “la idea también es superarnos en cuanto a repertorio y puesta en escena”, expresó. Por su parte, para Montemuiño la participación en la orquesta “implica un proceso de formación muy bueno y las oportunidades que nos brinda todo el tiempo es algo único”. Para el músico la experiencia no es sólo desde lo académico, sino también desde el punto de vista humano.
Además, integrar la orquesta les permite conocer personas, interactuar y participar en las instancias de preparación para los conciertos. En este sentido, el joven artista afirmó que “formar parte de la OJS aumenta mucho el currículum profesional de cada uno y ayuda también a formar una carrera y un camino a cada uno de sus integrantes”.
Virginia Coubrough y Adriana Spinelli