La intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, y el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, acordaron en junio acompañar un proyecto privado presentado ante el Poder Ejecutivo que tiene como objetivo construir y operar una planta de producción de metanol, un combustible que se genera a través del reciclaje de residuos sólidos. La finalidad de la producción es vender el combustible para el transporte marítimo.
Ambos jerarcas comunicaron el apoyo a la iniciativa a principios de junio, cuando Cosse recibió a Orsi en la Intendencia de Montevideo con el propósito de poner en común temas de medio ambiente. Luego de la reunión ambos mandatarios brindaron una conferencia para esclarecer dudas respecto al proyecto.
“Esto es una iniciativa privada que fue presentada al gobierno nacional, la cual fue preaprobada en la parte de prefactibilidad; lo que nosotros tenemos es un documento técnico o borrador”, dijo Cosse y agregó que “el paso siguiente es integrarnos a una mesa de discusión donde deberán estar todos los actores y esto traducido en detalles técnicos en esa mesa de trabajo y ver que presenta la empresa cómo documento definitivo”. Señaló que el proyecto, además de la planta, debería incluir mejoras en la zona de Felipe Cardoso para construir un parque logístico ambiental, y que tendría que asegurar la “generación de oportunidades de empleo digno” con inclusión de clasificadores durante la construcción y operación de la planta. Por otra parte, identificó algunos nudos relacionados con lo económico: las intendencias pretenden hacer un pago uniforme por el servicio y buscarán, según anunció Cosse, asegurarse de que si surgieran costos adicionales, el gobierno nacional se haga cargo de ellos. Por otra parte, señaló la preocupación que tiene por la gestión de riesgos, y ambos resaltaron la necesidad de que el proyecto sea sustentable económicamente -por ejemplo, que el contrato de venta de energía no sea inferior al tiempo de vigencia del contrato-, de modo que “ninguno de los dos departamentos esté sujeto a condiciones de alto riesgo”.
Orsi afirmó que ambas instituciones trabajan de manera conjunta con el gobierno en relación al reciclaje de residuos. “La clave está en combinar ecología, trabajo, desarrollo, y en encontrar las mejores soluciones para que se minimice el volumen de residuos y se valorice lo que queda”, dijo el intendente. Añadió que en conjunto con Cosse y los equipos técnicos de ambas instituciones consideran que esta propuesta de generación de combustible es positiva para los dos departamentos.
Disconformidad
La propuesta generó repercusiones. Jorge Ramada, integrante de la Comisión de Salud Laboral y Medio Ambiente del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química y del PIT-CNT, habló con Sala de Redacción acerca de las discrepancias existentes respecto al proyecto. “Con los clasificadores de residuos venimos trabajando hace años, desde nuestro lugar, y hemos generando una política [de clasificación y separación] para buscar el mayor aprovechamiento” de los desperdicios. Transmitió su disconformidad con el proyecto que a su entender no contempla una etapa clara de separación de residuos, porque el proceso de las plantas de incineración requieren una constante abastecimiento de residuos, sin importar el material.
“Nosotros en principio no estamos de acuerdo con el proyecto, pensamos que las intendencias y el gobierno trabajan en una línea respecto a sus necesidades y en otra línea en función de las nuestras”, expresó Ramada. “El proyecto conlleva otros problemas, supongamos que funciona; mañana los chinos ya te hacen metanol a mitad de precio y la planta acá no trabaja más. O precisó un subsidio muy grande, por lo que necesitas garantías de eso”. advirtió.
Sala de Redacción intentó comunicarse con referentes de la Intendencia de Montevideo pero respondieron que hasta que haya avances en el proyecto no van a hacer declaraciones.
Jorge Ramada explicó que el metanol es el más ligero de los alcoholes. Según dijo, produce aproximadamente dos veces menos CO2 en comparación a los combustibles fósiles e hidrocarburos; su beneficio para el medio ambiente no está en la disminución de emisiones de gases de efecto invernadero, sino en la materia prima utilizada para su conversión, porque proviene de residuos orgánicos secos -papel, cartón, plástico, etcétera-, que contienen grandes cantidades de dióxido de carbono, y esto permite un mayor provecho de los desperdicios ubicados en los vertederos. El metanol se obtiene a través de la quema de residuos secos que, al ser incinerados, desprenden dióxido de carbono e hidrógeno; luego ese gas es recogido y mezclado con agua y otros productos para sublimarlo, y el resultado de este proceso es el metanol en estado líquido que luego es utilizado como combustible. Actualmente no hay una medida exacta de cuántos kilos de residuos se necesitan para producir un litro de metanol, ya que depende de la cantidad de CO2 que contengan, pero sí hay es un estimativo en base a un cálculo que toma los valores de los elementos producidos en la descomposición de los desperdicios; según esta fórmula, se requiere cerca de un kilo de desechos para producir un litro de combustible metanol.