Ariel “Pinocho” Sosa formó parte en 1989 de una de las bandas más populares de la movida tropical uruguaya: Karibe con K. En ella compartió junto a Gerardo Nieto, Fabián “Fata” Delgado, Yesty Prieto y Miguel Ángel Cufós. Se dio el gusto de cantar el hit “Y apareciste tú” y de grabar discos. También tuvo su paso por los grupos Etiqueta Negra y Sonora Palacios.
Debutó en 1981 en el carnaval con la murga Curtidores de Hongos y más tarde, en 1982, integró el grupo de parodistas Los Charoles. Estuvo en Los Walker’s de 1983 a 1984 y luego en 1986 y 1988. Entre medio, en 1985, formó parte de Los Gaby’s -conjunto al que se volvió a unir en 1990, 1992 y 1993- y de Caras y Caretas en 1987. Hacia 1989 retornó a la murga con Araca La Cana. En 1991 salió en Los Robert’s y en 1994 fue codirector de Teenager’s.
Un año después, en 1995, fundó Zíngaros, un conjunto parodístico que se frenó en 1997 por el pasaje de Sosa en Momosapiens (1998-1999), Nazarenos (2000) y Crazy ‘s (2001). Regresó con Zíngaros en 2002 y siguió su trayecto carnavalero hasta 2020, año en que celebró sus 40 años en el carnaval y 25 años con sus amados gitanos, por el que daba su vida y también rienda al combate. El carnaval y sobre todo los Zíngaros fue su pasión máxima y lo demostró cada vez que se subió al escenario. Es el conjunto con la hinchada más grande, se hace notar en cada Teatro de Verano Ramón Collazo con sus cánticos “Zí, Zí, Zíngaros”, banderas, papelitos y luces de colores. Junto a Zíngaros ganó nueve veces el primer premio en la categoría parodistas e individualmente el reconocimiento de Figura de Oro del Carnaval en el año 2010 y Figura Máxima del Carnaval en 1994, 1999, 2001 y 2008.
Su recorrido en Zíngaros no estuvo librado de escándalos: en el año 2019 fue acusado de plagio por el escritor uruguayo Diego Fischer, tras la parodia que realizó el conjunto en 2016 acerca de la poetisa Juana de Ibarbourou. Fischer le reclamó en el ámbito judicial su derecho de autor por el libro Al Encuentro de las Tres Marías, que retrata la historia de vida de Ibarbourou. El proceso judicial culminó con el fallo a favor de Fischer y la condena de Sosa y su letrista Marcelo Vilariño, quienes debían pagar US$8.000 y ocho veces el valor de lo obtenido en el Carnaval 2016, según comunicó en agosto de 2019 el diario El País. A su vez Sosa tenía que abonar US$10.000 por el daño moral ocasionado, informó el mismo medio.
En el programa Algo Contigo emitido por Canal 4 el viernes de tarde, Luis Alberto Carballo, comunicador y amigo de Sosa, dijo que “él era consciente de que no iba a estar” en el próximo carnaval. Hasta último momento, Sosa estuvo internado en la Asociación Española. “Me voy tranquilo”, le dijo a Carballo cuando lo fue a visitar. Pese a ser consciente de que pronto fallecería, su pasión por el carnaval seguía intacta: según contó el cantante Denis Elías a Algo Contigo, les había dicho cuáles trajes deberían de vestir los Zíngaros en el próximo carnaval. Es más, a Carballo le comentó que ya había dejado “todo preparado” para que en 2022 salieran los Zíngaros “de la mano de su hijo”, Gastón Sosa, a quien le dejó su legado.
Entre purpurina y aplausos
En la mañana del viernes no tardaron en estallar las redes sociales con mensajes de gratitud y anécdotas, acompañados de un tinte melancólico. Desde integrantes, ex componentes de Zíngaros, amigos y comunicadores, hasta sus propios contrincantes carnavaleros, incluso la asociación de Directores Asociados de Espectáculos Carnavalescos Populares del Uruguay, con la que mantuvo una serie de encontronazos que culminaron con la sanción de “sus derechos como director y socio” durante 2018 hasta 2020, según informó en su momento El Observador. Pese a eso, en todos dejó un recuerdo, una frase, una vivencia. Su temperamento avasallante y característico resulta difícil de olvidar.
(…) Se apagan los colores, se duermen las canciones, y solo es un recuerdo sonando en los rincones (…)
—Despedida parodistas Zíngaros 2019