El distanciamiento físico y el aislamiento voluntario provocaron que tanto niños como adultos pasen más tiempo conectados a Internet, y eso acrecentó el riesgo de ser víctima de delitos informáticos; los más expuestos son los menores de edad.
“El grooming es el acoso de parte de un adulto hacia un menor de edad. Lo que buscan es un encuentro sexual físico o un intercambio virtual de contenido sexual”, señaló en conversación con Sala de Redacción, licenciada en Análisis de Sistemas y cofundadora de Atentti, que trabaja en la prevención de incidentes de ciberseguridad en menores. Irrazábal agregó que “el menor no siempre sabe que está en contacto con un adulto, muchas veces piensa que se trata de otro niño, y cuando sabe que es un adulto es porque está dentro de los paneles de su confianza”.
El alto índice de acceso a Internet en los hogares, sumado a que los niños a partir de los 8 años ya son usuarios de tecnologías con conectividad a la red, facilita que este tipo de delitos ocurran. En el año 2014 se registraron 450 denuncias por ciberacoso en todo el país y dos años más tarde la cifra se elevó a 700. Aunque todavía no se conocen cifras más recientes, la especialista asegura que en el contexto de pandemia las denuncias van en aumento. Y según una investigación llevada a cabo por Atentti, en Uruguay uno de cada cuatro menores ha estado en contacto con un pedófilo alguna vez y solamente uno de cada diez lo cuenta. En promedio, el acosador interactúa durante seis meses con las víctimas antes del ataque.
Un ejemplo reciente de condena por grooming en nuestro país es el caso del alcalde de la ciudad de Dolores, Juan Andrés Oronoz, a quien se imputó por ejercer influencia y contactar a un adolescente con el objetivo de obtener fotografías de contenido sexual. El 24 de marzo, luego de que el padre del menor efectuara la denuncia y de más de una hora y media de instancia judicial, se determinó un año de condena mixta para el dirigente del Partido Nacional: seis meses de privación de libertad en una penitenciaría y los siguientes seis meses en régimen de libertad a prueba.
Según publicó Montevideo Portal, los padres del menor afirmaron que el alcalde tenía un vínculo cercano a la familia y que cumplía un rol “paternal” en la vida de la víctima y de su hermano. El alcalde confesó el hecho, y eso se tomó como “atenuante genérico” de la condena, informó la fiscalía. En cuanto a las repercusiones políticas del caso, el alcalde tuvo que presentar su renuncia al Partido Nacional y también solicitó licencia por tiempo indeterminado al Municipio.
Irrazábal parte de la base de que “el grooming en Uruguay está penalizado desde hace relativamente poco”. El artículo relacionado a este delito se agregó en diciembre de 2017 dentro de la ley 19.580 de violencia basada en género: “se agregaron un montón de artículos que se modificaron y que tienen que ver con el uso de las redes y la tecnología como vector de ataque”.
La especialista en ciberseguridad alienta a los padres a implementar reglas básicas en el uso de las tecnologías: “una política de seguridad que se puede aplicar en casa es que los dispositivos se usen en un lugar en el que padre o la madre puedan ver, sin que el niño, la niña o el adolescente esconda nada”, y asegura que si bien hay que respetar la privacidad de los chicos, los padres pueden controlar que no hablen con personas desconocidas. Por último agrega que “estos acosadores siempre existieron, pero ahora su accionar delictivo se potencia porque tienen mayor acceso, las 24 horas del día”.