Si se relacionan palabras como “Récord Guinness” y “Uruguay” en cualquier buscador web, rápidamente se llegaría a un nombre, el de Federico Heredia. Se trata de un joven artista oriundo de tierras sanduceras, pero carolino por elección y adopción, que ha logrado dejar su nombre marcado en cinco de estos récords.
Federico tiene una historia de vida muy particular, se ha caído y levantado infinidad de veces y en una oportunidad en la que no veía claramente su futuro dejó salir al artista que lleva dentro, según cuenta a Sala de Redacción. “A los 25 años tuve una especie de punto de partida, diferentes situaciones y ausencias me llevaron a entender que tenía una conversación pendiente con la vida. Esa situación límite, el apoyo de algunas personas y sobre todo mis ganas de salir adelante me hicieron buscar un plan”, dice, y agrega que hasta ese momento lo único que sabía hacer era jugar al fútbol. Como el dibujo le gustaba mucho, comenzó a ir a un ciber café en San Carlos y a mirar tutoriales en YouTube, con los que después practicaba en su casa.
Una de las expresiones del artista que su público más destaca es su gran talento para plasmar situaciones o rostros en papel. Consultado al respecto, responde: “Si hay un porcentaje de talento en lo que hago es mínimo, un cinco porciento, acompañado de otro cinco porciento de ganas de aprender, diez porciento de necesidad y 80 porciento de hambre”.
Sobre cómo se animó a salir a mostrar los trabajos que realiza, comenta que sus inicios fueron “en instituciones de la ciudad”. “Me acercaba, les mostraba lo que podía hacer y esto llevó a que pudiera dar charlas voluntarias a los alumnos y a elegir a uno de ellos para poder caricaturizar en vivo”, continuó. Estas experiencias le permitieron mostrar lo que hacía y comenzar a hacer caricaturas por encargue de particulares, actividad que sigue realizando hasta el día de hoy.
Récord Guinness
2011 fue un año especial para el artista uruguayo, porque consiguió lograr el primer récord que tiene en su haber. En el Estadio Centenario plasmó una caricatura del futbolista Diego Forlán sobre cartulinas, con una dimensión de 61 por 91 metros. De esa forma, superó una de Jackie Chan que había sido realizada en Singapur. “Martín, un amigo, me llama un día y me dice: ‘Fede, en diciembre viene Diego al edificio en el cual trabajo en Punta del Este, por qué no hacés una caricatura y se la entregás’. Así fue que se dio el primer contacto con Diego, busqué el momento justo para entregarle la caricatura y le comenté lo que pretendía hacer”, cuenta. Al poco tiempo ya estaba en contacto directo con el futbolista y su familia, que fueron importantes para ayudarlo con los materiales y conseguir el Estadio para poder hacerla.
Pero fue por más. En 2013, por intermedio de algunos conocidos que tenía en un colegio de la capital, logró hacer la camiseta de la Selección Uruguaya de Fútbol con 5.100 barquitos de papel. Dos años después, gracias al apoyo de la Casa de la Cultura de San Carlos, batió otro récord en la categoría mosaico en clavos, cuando utilizó 70 mil clavos para representar diferentes lugares de la ciudad, en homenaje a sus 250 años. Conseguir este récord le llevó casi dos años y fue uno de los más “demandantes”, según el artista.
En 2018 logró realizar la pintura de café más grande del mundo a través de la que intentó “transmitir un mensaje a través de la técnica”, según resume. La obra se llama No tomes una mala decisión, tomemos un café y está compuesta por dos brazos que se están sosteniendo, en referencia a un intento de suicidio.
Su último récord lo logró el año pasado en la Plaza de la Bandera en Montevideo, cuando con el apoyo del shopping Tres Cruces realizó la pintura con tiza más grande del mundo.
Para 2020 Federico tenía en proceso tres récords más. Uno de ellos en una categoría propuesta por él mismo y consistía en pintar caballos en distintas tonalidades con vino tannat en un pliego de 100 metros cuadrados. Retrasado a causa de la pandemia, espera poder retomar ese trabajo en setiembre en las instalaciones del Campus de Maldonado.
Un artista en pandemia
Consultado sobre cómo vivió los meses de pandemia, cuenta que tuvo que suspender momentáneamente un emprendimiento por el que daba servicios en cumpleaños, casamientos y reuniones. “Como sabía hacer otras cosas, me llegaron algunas propuestas como pintar letras sobre pared, realizar algunos logos y todo eso fue de gran ayuda”, señala.
Pero sus ganas de reinventarse no quedaron ahí y fue por más. Como ya había tenido contacto directo con chocolate, lo aprovechó para generar un servicio de bombones para fechas especiales a través de redes sociales. Afortunadamente, se sorprendió por el apoyo que consiguió la propuesta, lo qué le sirvió “para seguir aprendiendo sobre algo que no estaba en los planes”.
Sobre su acercamiento al chocolate, el artista recuerda que en 2017 empezó a mirar videos de Amauri Guichón, quien hace esculturas con ese comestible y es el mejor del mundo en ese rubro, y ahí comenzó a practicar. “En 2019, por una propuesta que me llegó realicé una guitarra de chocolate de 18 kilos y un saxofón, todo a pedido de una empresa. Fue una experiencia muy buena”, señala.
La vida llevó a Federico Heredia a pasar por diferentes circunstancias, pero sus ganas de salir adelante siempre lo llevaron a reinventarse, por lo que se lo puede definir como un artista todoterreno.