En diálogo con Sala de Redacción, Valentín Trujillo, el nuevo director de la Biblioteca Nacional (BN), confirmó que no es posible renovar los contratos de los dos estudiantes de bibliotecología de la Facultad de Información y Comunicación (FIC) que eran becarios en ese organismo. Según explicó, ello se debe a la falta de presupuesto y el pedido del Ministerio de Educación y Cultura (MEC) de un recorte presupuestal de entre 10 y 15% con respecto al año pasado.
El 17 de abril el Decanato de la FIC recibió una carta firmada por el director de la BN, en la que se explican los motivos por los que se dejan sin efecto los contratos laborales correspondientes a dos becarios que cursan la Licenciatura en Bibliotecología de dicha facultad. Entre otros aspectos, en la carta se comunicó que “no se dio la adecuada transición entre las administraciones”, en referencia al cambio de dirección de la BN en marzo. “La pandemia del covid 19 en el país trastornó todo el trabajo de nuestra Institución” y “el esfuerzo que está realizando el país y el gobierno en todas sus áreas implicó desde el MEC el pedido a cada Unidad Ejecutora de una reducción importante de sus presupuestos para el 2020 en relación a las mismas cifras de 2019, lo que afecta entre otras las prestaciones para los becarios”, fundamenta la nota.
Consultado sobre qué tan segura es la no renovación de los contratos, Trujillo afirmó que ello definitivamente no es una opción y que se debe “estrictamente a motivos económicos”. En cuanto a la “mala transición administrativa” a la que se refirió en la carta, aclaró que se debe a que “el día que asumió la dirección de la biblioteca, quien dejaba el cargo se estaba yendo del país, por lo cual la charla se dio telefónicamente”. Por otra parte, expresó que debido al gasto que significa para la Institución solventar los sueldos de los dos becarios, 900 mil pesos al año, habría sido “una irresponsabilidad continuar” con los contratos de ambos estudiantes.
Antecedentes
Esther Pailos, la ex directora de la BN, explicó a Sala de Redacción cómo funcionan las becas de la FIC con dicha Institución: “Existe un convenio entre la Universidad de la República y el MEC y, en ese marco, en los últimos años se han efectuado vínculos laborales con estudiantes; hemos llegado a tener a doce estudiantes trabajando con nosotros”. Por otra parte, expresó que no son funcionarios de la BN sino de la FIC y brindan servicios a la biblioteca. Además, aclaró que para acceder a los cargos los estudiantes se tienen que anotar en la bolsa de trabajo de la facultad y luego desde la biblioteca se selecciona los estudiantes que, según determinados criterios, tengan el perfil más adecuado. Los contratos duran un año y se pueden renovar hasta tres veces por cada estudiante.
Específicamente sobre el caso de los dos estudiantes cuyos contratos no fueron renovados este año, Pailos consideró que su labor “ha sido un aporte fundamental, cumplieron con sus tareas y fueron excelentes funcionarios”. Finalmente, agregó que si bien en noviembre del año pasado inició los trámites para renovar los respectivos contratos laborales, ya que “la biblioteca los necesita por sus importantes aportes”, es la nueva administración la que “a partir de marzo del corriente año toma las decisiones”.
Por su parte, desde el Centro de Estudiantes de Información y Comunicación en un comunicado expresaron su “profundo rechazo por la medida adoptada por el director de la BN” y consideran “que los motivos expresados no son suficientes ni adecuados”.
Incertidumbre
Una de las estudiantes becarias expresó a Sala de Redacción que “todo se dio muy raro”, ya que antes de finalizar 2019 había dado por hecho, en base a diálogos con las autoridades anteriores, que su contrato sería renovado este año y por ello continuó trabajando hasta marzo, cuando se le informó que no continuará. El 3 de marzo llegó a la biblioteca y fue llamada por su supervisora, quien le comunicó que ya no podrían solventar su salario. El motivo esgrimido fue la nota que llegó desde la contaduría del MEC, que expresaba el rechazo de la solicitud de renovación de su contrato y el de su compañero.
Cuando la becaria le preguntó al personal de la biblioteca si la FIC estaba enterada del suceso, le pidieron que fuera ella quien lo comunique “para que la FIC no se quedara con la impresión de que la BN había tomado la decisión de no continuar con los vínculos”. En base a lo que le informaron en un correo electrónico desde la sección de Personal de la FIC, hasta el momento la estudiante sólo cuenta con la certeza de que tanto ella como su compañero serán liquidados, pero aún no sabe ni cuándo ni cuál será el monto económico que cobrará. En principio, especula con que dicha liquidación sería por un mes de trabajo y licencia no gozada. Por otra parte, a pocos días de lo ocurrido, solicitó una nota donde se especificara que ella no había hecho abandono de trabajo pero aún no logra obtenerla y, hasta el momento, ningún funcionario de la BN se volvió a comunicar con la estudiante.
Institucionalmente
Sala de Redacción dialogó con la decana de la FIC, Gladys Ceretta, quien manifestó que “en un marco de confianza y buena fe, teniendo en cuenta los tiempos institucionales, la FIC siempre se hizo cargo de los sueldos de los becarios, aguardando posteriormente el depósito dicho monto desde la BN”. A partir de ello y del pedido de renovación efectuado por Pailos antes de dejar su cargo, se les siguió pagando el sueldo correspondiente a ambos estudiantes hasta marzo, cuando se les comunicó que no continuarían en sus cargos.
Como quienes se lo transmitieron a la estudiante fueron la Jefa de la oficina de personal y la secretaria de dirección y desde la facultad se consideró que no son los actores que pueden tomar dicha decisión, se solicitó una confirmación oficial a través de una nota firmada por la autoridad competente, ya que el Consejo de la FIC había renovado a los estudiantes. Desde los primeros días de marzo, cuando asumió el nuevo director de la BN, hasta mitad de dicho mes la facultad siguió haciéndose cargo de los sueldos, en el entendido de que “era cuestión de que la nueva autoridad se pusiera en contacto con el caso y todo se diera por entendido”, explicó Ceretta.
Sin embargo, el 17 de abril la decana recibió un comunicado por parte de Trujillo en el que expresa que al momento de pedir la renovación de las becas Pailos no encomendó un informe de disponibilidad presupuestal. En esa misma nota, el director de la BN le confirmó que los becarios no retomarán sus labores en la biblioteca. Luego del diálogo entre ambas instituciones, la BN le depositó a la FIC el monto correspondiente a los sueldos del año pasado de los que la facultad se había hecho cargo, pero no incluyó el pago de los salarios de este año.
Ceretta indicó que el 30 de abril el Consejo de la Facultad dialogó con Trujillo en una reunión “amable pero sin ningún espacio para la negociación” que permitiera restituir a los estudiantes a sus puestos de trabajo, ya que Trujillo no reconoce las decisiones tomadas por su antecesora en el cargo. Desde el punto de vista institucional, la decana se expresó “apenada”, ya que se corta un vínculo con 30 años de historia entre ambos organismos y ello ocurrió en forma abrupta. De todas formas, Ceretta dejó en claro que la FIC actuó como debía, con mecanismos oficiales y en base a pedidos y negociaciones con la anterior gestión de la BN.
En cuanto a los pagos de los últimos meses de trabajo, la decana solicita que a ambos becarios se les pague el monto correspondiente hasta el 30 de abril y se les liquiden las correspondientes licencias.