El ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Talvi, anunció en la conferencia de prensa del sábado que nueve personas fueron repatriadas desde Guadalupe (región francesa del Caribe) e informó que los permisos para traer a los 120 uruguayos varados en Cuzco y Lima han sido concedidos por las autoridades peruanas. Luego de la conferencia, 17 de ellos arribaron a Uruguay durante la madrugada y otros 18 lo hicieron desde Buenos Aires esta tarde. A su vez, alrededor de 75 uruguayos más regresarán de Perú esta noche.

Talvi añadió que están trabajando en conjunto con las cancillerías de Estados Unidos, Canadá y diferentes países de Europa para repatriar a los uruguayos que continúan intentando regresar. En la conferencia se destacó que los cruceros con pasajeros provenientes de estos últimos tres destinos podrán bajar en el puerto y, a través de un corredor sanitario, dirigirse al aeropuerto.

Fronteras

La cantidad de personas portadoras del virus continúa incrementándose a pesar de las medidas implementadas por el gobierno para frenar su avance. De acuerdo al último relevamiento del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) hay 158 casos confirmados de coronavirus COVID-19 en Uruguay.

Luis Lacalle Pou, presidente de la República, estuvo en contacto mediante videoconferencias con varios presidentes integrantes del Foro para el Progreso de América del Sur (Prosur), dentro de los que se encuentran Argentina, Chile, Paraguay, Perú, Ecuador y Bolivia. Luego de la reunión virtual, el martes 17 a partir de las 00 horas, empezó a regir el cierre de fronteras con Argentina a nivel fluvial, terrestre y aéreo. No quedaron comprendidos en esta medida los ciudadanos y residentes uruguayos, ciudadanos de países del Mercosur en tránsito hacia sus países -con excepción de Brasil-, el transporte de mercadería al país vecino y la ayuda sanitaria. Sobre la frontera con Brasil, el presidente de la República declaró: “es una frontera seca, sabemos de la vida bidimensional que allí realizan miles de uruguayos”.

Los ministerios de Defensa Nacional, del Interior y de Salud Pública, en conjunto con el Sinae, elaboraron un “protocolo de pasos de frontera” para hacer frente a esta situación. Este proceso se ve acompañado de la ejecución de la ley 19.667: más de mil militares del Ejército Nacional, la Fuerza Aérea Uruguaya y la Armada Nacional comenzaron a implementar el lunes 16 la operación “Frontera Segura”.

A partir de esa fecha, están autorizados a solicitar la identificación de personas y la documentación de vehículos o detener personas en caso de “fragante delito”. Según indica la normativa, sus acciones deberán estar coordinadas con el Ministerio del Interior; los militares pueden desplegarse hasta 20 kilómetros desde la frontera hacia el interior del país, pero no pueden actuar dentro de los centros poblados. Este servicio militar está activo las 24 horas del día y se coloca en puntos estratégicos de las diferentes rutas.

También se estableció un cierre parcial de fronteras con los países catalogados como de riesgo. La medida comprende a China, Corea del Sur, Irán, Singapur, Japón, Italia, Estados Unidos y las zonas más afectadas de España, Francia y Alemania. Las personas que provengan de estos territorios deben pasar por una cuarentena obligatoria de 14 días.

La grieta

Durante la emergencia sanitaria global, Uruguay se encuentra en el mismo lugar histórico de siempre: entre dos potencias. Argentina y Brasil han tomado caminos diferentes para buscar soluciones; de un lado hay proteccionismo estatal y del otro librecambismo.

Jair Bolsonaro y Alberto Fenández. Fotos: Alejandro Pagni y Evaristo Sa. Fotomontaje: AFP.

En Argentina el presidente Alberto Fernández anunció el aislamiento social preventivo obligatorio desde las 00 horas del viernes y hasta el 31 de marzo. “El primer deber de un gobernante es cuidar la salud y la integridad física de los habitantes. Si nos quedamos en casa, nos preservamos todos”, definió en conferencia de prensa.

Mientras tanto, Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, subestimó al virus en varias ocasiones. Por ejemplo, durante una entrevista con la emisora Tupi, proclamó: “nosotros íbamos a pasar por esto. Lo que está mal es el clima de histeria, como si fuese el fin del mundo. Una nación como Brasil, por ejemplo, sólo estará libre de la enfermedad cuando cierto número de personas estén infectadas y creen anticuerpos”.

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