En el marco del Día Internacional del Detenido Desaparecido, se inauguró un nuevo Sitio de la Memoria, esta vez en homenaje a Julio Castro y Ricardo Blanco, en Camino a La Memoria y ruta 85, Toledo. Ambos fueron detenidos desaparecidos por la última dictadura cívico militar uruguaya. Sus restos fueron hallados en 2011 y 2012, respectivamente, en un terreno del Batallón 14. Entre los asistentes se encontraban la ex precandidata por el Frente Amplio, Carolina Cosse, el ex intendente capitalino, Mariano Arana, y la ex vicecanciller, Belela Herrera.
“Tratando de recordar la memoria de los que no están, que dieron su vida por soñar un Uruguay mejor, torturados, asesinados, enterrados en tumbas clandestinas, por sus familias que los buscan incansablemente, estamos hoy aquí”. De esta forma comenzó su discurso Silvia González, miembro del Colectivo Memoria de Toledo, quien agregó que invitaba a los presentes a redoblar el compromiso “por nunca más terrorismo de Estado”.
Por su parte, Elena Astapenco, también integrante de este grupo, leyó la carta que hicieron llegar las hijas de Blanco, que no pudieron estar presentes. En ella agradecieron a quienes hicieron posible la construcción del sitio y expresaron: “queridísimo padre que estás aquí hoy, vives en cada uno de nosotros y en aquellos que buscan la paz y la justicia, procurando el bien común (…) Estás cada día en los trabajadores que tanto anhelabas tuvieran dignas vidas. Tú y tu bicicleta son recordados por decenas y decenas de personas”.
En representación de la Comisión Honoraria de Sitios de Memoria habló Verónica Mato, hija del militante comunista desaparecido Miguel Mato. Sostuvo que Castro y Blanco resistieron la dictadura y que se “omitió deliberadamente el destino que se les dio, desde el momento de su detención”. Asimismo, recordó que la ley de sitios de memoria histórica del pasado reciente tiene como objetivo llevar adelante las acciones necesarias para reconocer los lugares donde las víctimas de terrorismo de Estado fueron violentadas.
Mato aseguró que estos puntos “constituyen un espacio de reflexión sobre la actuación ilegítima del Estado” y “contribuyen a la difusión y educación, poniendo a disposición de los ciudadanos información significativa”. En consonancia, González manifestó que la apertura de este sitio -que hasta no hace mucho era una zona repleta de matorrales- es una forma de reparar a las víctimas y las comunidades y permite seguir “construyendo el futuro, desde la memoria del pasado, que hoy, cada vez más, se vuelve presente”.
En tanto, el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, afirmó que “es un gran acierto que en cada localidad se esté planteando la memoria del lugar”. El jerarca señaló que uno de los objetivos que se persigue desde el gobierno departamental es el de “fortalecer un régimen democrático, que se debe valorar”. En tanto, el vicepresidente de la Agrupación de Funcionarios de UTE, Gonzalo Castelgrande, los evocó con la ya conocida arenga: “Julio Castro: presente; compañero Ricardo Blanco: presente. ¡Ahora y siempre, que vivan los compañeros!
El memorial consiste en un camino que desemboca en una escultura de madera y un banco sostenido por dos trancos sobre los que se apoyan dos puños. A los costados de la pasarela que lleva hasta allí, sobre el sitio donde se hallaron sus restos, pueden verse dos placas con la historia de Castro y Blanco. El trabajo lo realizaron estudiantes y docentes de la Escuela de Artes y Artesanías Dr. Pedro Figari.
