Jugadora de Nacional: “Es imposible que el fútbol femenino crezca acá en Uruguay”

El fútbol femenino en nuestro país ha dado de qué hablar los últimos años pero tras el último clásico de la primera división aumentaron las quejas de las protagonistas


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Luego del clásico entre el Club Atlético Peñarol y el Club Nacional de Football en el complejo Rentistas el 18 de mayo pasado, jugadoras y dirigentes expresaron su disconformidad respecto a las condiciones institucionales, logísticas y de transmisión televisiva que atraviesa actualmente el fútbol femenino.

Más allá de las condiciones de la cancha, las quejas apuntan a que ambos equipos debieron compartir un único vestuario, les dieron balones de mala calidad y un espacio incómodo para el calentamiento previo. La golera de Peñarol, Martina Alonso, declaró luego del partido en AUF TV: “Tuvimos que calentar en un pedazo de tierra”, haciendo referencia a las malas condiciones del espacio que les otorgaron previo al encuentro.

Sofía Oxandabarat, comunicadora, periodista y futbolista del Club Nacional de Football en diálogo con Sala de Redacción afirmó que “como ente que organiza el campeonato, la AUF (Asociación Uruguaya de Fútbol) debería regularizar todos los clubes y que por lo menos las jugadoras tengan las cosas básicas como una buena cancha, indumentaria y vestuarios”. Y opinó que “cada vez hay menos interés y así es imposible que el fútbol femenino crezca acá en Uruguay”.

Por su parte, jugadoras de Peñarol declararon a Sala de Redacción que “las condiciones son mínimas, apenas canchas decentes y pelotas que son un desastre”. Josefina Villa, nueva jugadora del club, señaló además que la falta de continuidad y el escaso vínculo entre el fútbol masculino y femenino agrandan la brecha: “se nos trata como si fuéramos otro deporte, otra institución”, opinó.

En conversación con Sala de Redacción, el ex director técnico de Centro Atlético Fénix, Hugo García, criticó el abandono del proyecto femenino de su club, que al descender en 2024 anunció que no continuaría sosteniendo la categoría femenina y denunció la falta de compromiso “real” por parte de la AUF y la Mutual Uruguaya de Futbolistas Profesionales (MUFP). Afirmó que “a las futbolistas las están utilizando, desde la AUF y la Mutual no se les da la importancia que tienen”; “el voto del fútbol femenino se lo pelean, pero no exigen contratos ni dan transparencia en los recursos”, agregó haciendo referencia al peso del voto femenino en las elecciones dentro de la Asociación. Por otra parte, denunció la falta de transparencia de las instituciones: “no puede ser que en el campeonato local para más de 1.500 jugadoras se gasten unos 200.000 dólares. Y que en selecciones, donde son unas 120 jugadoras se gasten más de 500.000 ¿Hay diferencias ahí, no?”.

Las jugadoras reclaman la creación de contratos, un paso clave hacia la formalización de la categoría que, además de implicar un reconocimiento económico, asegura derechos laborales básicos. “Nacional es el único que le hace contratos a las jugadoras. No es un contrato avalado por la AUF, pero sí un contrato de trabajo que implica muchas cosas, como por ejemplo tener cobertura médica y aportar a BPS”, expresó Oxandabarat. En la misma línea Villa coincidió que “solo un club en Uruguay cuenta con contratos hacia las jugadoras” refiriéndose a Nacional, “en los demás clubes es todo de palabra o no hay remuneración”, sostuvo la aurinegra.

Gestión y propuestas desde un marco gremial

Catia Gómez, responsable del área de Fútbol Femenino de la MUFP, reconoció a Sala de Redacción que “si bien el espíritu al momento de trabajar e intervenir es el mismo en cuanto al fútbol masculino y femenino, en la práctica nos hemos enfrentado a la obligación de buscar métodos y recursos que eventualmente desembocan en un accionar distinto”.

Gómez aclaró que el fútbol masculino tiene 78 años a nivel gremial y un Estatuto del Futbolista Profesional. En cambio, el fútbol femenino no cuenta con un estatuto que determine pautas, límites ni mecanismos de ejecución. “Pese a ello, la MUFP mantiene lineamientos claros de acción: realizamos relevamientos por club, reuniones con jugadoras, comisiones de género y autoridades institucionales, y presentamos propuestas de mejora ante la AUF”, indicó.

Respecto a los contratos mencionó que “si bien está establecido como objetivo a largo plazo, previo a ello deben suceder avances en aspectos relacionados al reconocimiento de las futbolistas como trabajadoras del fútbol”. Y destacó que el objetivo principal es “lograr la transición de dejar de considerar el fútbol femenino como un gasto para considerarlo como una inversión”.