En 2019 Cabildo Abierto (CA) irrumpió con fuerza en el sistema político. En su primera elección obtuvo un 11% de los votos, lo que le reportó tres senadores y once diputados. Sin embargo, el respaldo popular se derrumbó al 2,5% en las elecciones de octubre de 2024 y el partido enfrenta hoy un escenario muy distinto: apenas cuenta con dos diputados y no tiene representación en la cámara alta.
Desde comienzos del año pasado, el fundador y líder del partido, Guido Manini Ríos, intentó calmar las turbulencias internas y superar las diferencias que fueron surgiendo dentro de la agrupación. Sin embargo, las “cuatro patas de la mesa” —como se refirió en más de una ocasión a las principales corrientes del partido— comenzaron a tambalearse, generando un progresivo desequilibrio.
Autodefinido como una fuerza integradora, con vocación de reunir distintas corrientes ideológicas bajo los postulados artiguistas, CA transitó 2024 atravesado por tensiones internas. Manini buscó recomponer la unidad partidaria. Sin embargo, las grietas ya eran evidentes. Las divisiones internas se hicieron visibles: el Espacio de los Pueblos Libres, Columna Lealtad y Unión, Adelante y Encuentro Nacional Cristiano empezaron a mostrar fisuras. Referentes del partido como el ex senador Guillermo Domenech se alejaron de sus propios sectores; el ex diputado Eduardo Lust abandonó la fuerza para fundar un nuevo partido, mientras que otras referentes se fueron hacia otros sectores de la coalición: la ex diputada Elsa Capillera sorprendió al incorporarse al Partido Colorado, al tiempo que la ex diputada suplente Inés Monzillo, pasó al Partido Nacional. Todo ello debilitó la estructura partidaria en un momento crucial en plena campaña electoral.
Además, CA había sufrido un fuerte cimbronazo en mayo de 2023, con la renuncia de Irene Moreira al Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial, tras la solicitud del expresidente Luis Lacalle Pou por irregularidades en la entrega de casas.
Las bajas de CA siguieron después de las elecciones nacionales. El exdiputado cabildante Sebastián Cal abandonó el partido el pasado mes de marzo tras ser denunciado por violencia de género; Eduardo Radaelli, referente del Espacio de los Pueblos Libres, dejó el partido a fines de mayo por diferencias con el liderazgo de Manini y también se fue ex asesor de imagen del líder cabildante y ex candidato a diputado Nicolás Quintana, quien a comienzos de junio se unió a La Libertad Avanza.
Tras la caída abrupta que sufrió en las últimas elecciones, Manini citó a Napoleón: “Las victorias tienen mil padres, pero las derrotas son huérfanas” y asumió ser el principal responsable de la magra votación. El ahora exsenador anunció días atrás que comienza un nuevo tiempo para la agrupación. Así, CA realizó el pasado 24 de mayo su primer congreso del año y consolidó un nuevo estatuto que da inicio a un nuevo rumbo político.
Días después del encuentro partidario, a comienzos de junio, Sala de Redacción entrevistó a Manini. La cita fue en la sede de CA, sobre la calle San José, en pleno centro de Montevideo. Allí, el exsenador nos recibió con puntualidad en su oficina: un espacio sobrio y prolijo en el que se destaca el retrato de José Artigas, detrás de su sillón de cuero negro. En diálogo con este medio, el líder cabildante hizo un repaso de su último período electoral, reflexionó sobre los resultados obtenidos y señaló los errores que, a su entender, deben corregirse. También adelantó algunas de las propuestas que proyecta impulsar en los próximos años y no dudó en manifestar su apoyo al Frente Amplio (FA), si considera que plantea una propuesta que lo amerite, algo que efectivamente hizo el 18 de junio, cuando los diputados cabildantes votaron el proyecto de ley de Rendición de Cuentas propuesto por el FA.
—A más de ocho meses de las últimas elecciones nacionales, ¿qué balance hace del desempeño de Cabildo Abierto?
—Indudablemente para nosotros fue una mala votación la que tuvimos en las elecciones de octubre pasado, más baja de la que pensábamos obtener. Es una oportunidad para replantearnos muchas cosas, para armar el cuadro nuevamente, transitar hacia adelante con otras bases y con otras reglas. Nos hemos enemistado con un pueblo, muchísima gente se ha puesto en contra. Está molesto por propuestas nuestras, pero estamos convencidos de que son necesarias, de una vez por todas, si queremos realmente cambiar la calidad de vida de los uruguayos.
—En su momento, la renuncia de Irene Moreira al frente del Ministerio de Vivienda generó un fuerte impacto político. ¿Cree que ese episodio fue sancionado por la ciudadanía en las urnas y tuvo incidencia en la caída del apoyo electoral a CA?
—Pudo haber sido un factor. Vamos a diferenciar lo que ocurrió: en definitiva para nosotros fue una tremenda injusticia que le hicieron a una ministra que venía haciendo un excelente ministerio que aplicó mal una resolución, en la cual la persona beneficiada reunía los requisitos que marcaba el ministerio. Ahí se presentó a Cabildo como más de lo mismo: “Cabildo es clientelista”, “Cabildo esto”, “Cabildo lo otro” y dentro de la interna del partido y todo su grupo que desafiaban la autoridad partidaria aprovecharon para marcar su perfil y también generaron una situación interna controvertida. Entonces creo que nos hizo daño y probablemente haya afectado electoralmente.
—Después de las elecciones dio un mensaje en el que se declaraba el máximo responsable de la magra gestión. ¿Qué tipo de autocrítica hizo a nivel personal?
—Ante el fracaso electoral, no cabe duda de que yo soy el principal responsable y no se me ocurre acusar a nadie en particular. Podríamos hacer kilómetros de letras buscando quién se equivocó en esto o en lo otro, pero todo se reduce a que no se logró ese clima de unidad necesario para poder llegar con nuestro mensaje, con más fuerza, a la gente. CA tuvo ciertas divisiones internas que le hicieron un daño grande, que es lo que estamos superando ahora y sobre todo a partir del congreso.
—Usted ha señalado públicamente que hacía tiempo no se percibía un clima de unidad en CA como el que hay actualmente. ¿Qué ocurría antes y qué cambió para llegar a este momento?
—Dentro de Cabildo hubo sectores que buscaron, en cierta forma, asumir su conducción, a pesar de que el partido se rige por órganos internos emanados de sus estatutos y del Congreso Nacional. Esos sectores fracasaron en el intento de tomar la conducción porque electoralmente no tuvieron éxito, porque la gente no los votó en las elecciones internas, ni en el Congreso y marcaron su disconformidad con la situación haciendo ostensible públicamente esas divisiones. Por esta razón, la gente común, veía que dentro de Cabildo no había una unidad de criterio. Además, era un partido que se prestaba mucho para ciertas disidencias que se permitían, que siguieron avanzando y que terminaron generando esa percepción de un partido dividido, lo cual no es bueno electoralmente.
Para nosotros es dolorosa cualquier segregación, cualquier persona que se aparta del partido, pero yo creo que a veces si no se está de acuerdo con la conducción de un partido lo mejor que se puede hacer es buscar otras tiendas políticas.
—Tras la salida del Espacio de los Pueblos Libres, ¿hubo algún intento de diálogo para mantener este sector en el partido?
—Al sector siempre se lo invitó a conversar, sin embargo, hacía ya un buen tiempo que no quería, estaban en una situación de desafío permanente a la conducción del partido. Era evidente que tarde o temprano se iban a ir. Dentro de Cabildo mucha gente se sorprendía de que no se hubieran ido antes. Yo creo que el partido va a ganar en unidad. Entiendo que no es bueno que se vaya gente, para nosotros es dolorosa cualquier segregación, cualquier persona que se aparta del partido, pero yo creo que a veces si no se está de acuerdo con la conducción de un partido lo mejor que se puede hacer es buscar otras tiendas políticas.
Desde el congreso celebrado en julio del año 2024 el Espacio de los Pueblos Libres venía debatiendo si irse del partido, cuando dirigentes del sector denunciaron haber sido sometidos a un “manoseo” e injurias por parte de dirigentes de la agrupación. En aquel momento, Radaelli desestimó la idea y así lo manifestó en diálogo con Búsqueda: “Mi lugar es Cabildo. Yo no me veo fuera de Cabildo, y si no es allí, me voy a mi casa. Por mi cabeza no pasó, ni mucho menos pasa, la idea de irme a otros partidos”, sostuvo en agosto de 2024.
En el comunicado de hace un mes, con el que anunció en sus redes sociales su desvinculación de CA, la agrupación señaló que dentro del partido se generó “un clima de confusión permanente” debido a la falta de comunicación y coordinación en la toma de decisiones. También, denunció haber estado expuesto en la cotidianeidad a exigencias del entorno militante, comentarios despectivos y amenazas.
—¿Sintió que se le discutió la falta de liderazgo en el partido?
—No hubo una crítica directa al liderazgo del partido. Hubo más que nada un reconocimiento de los errores o de los problemas que se generaron a partir de este estado de división interno. También se valoró, y lo dijeron mucho, la realidad de que Cabildo pagó el precio de la forma de ser de Cabildo, que es un partido frontal donde las cosas que se sienten o que se piensan, se dicen. Las cosas que uno entiende que son malas se dicen públicamente y, si son buenas, también se dicen públicamente. Eso generó mucha resistencia. El accionar del partido no siendo políticamente correcto y no cuidándose muchas veces, generó que la gama de gente que quería debilitar a Cabildo fuera cada vez mayor. Como autocrítica, abrimos demasiado el abanico de lo que me gusta llamar “los enemigos”, [en el sentido] de adversarios, que en definitiva estaban muy molestos con Cabildo y todos hicieron lo suyo a la hora de hacer llegar su mensaje. El partido fue en muchas ocasiones el preferido de los ataques de todos por nuestra forma de ser tan frontal, tan directa.
—En 2019, en un contexto de oposición al FA, parte del respaldo a su candidatura se explicó por un discurso frontal y desafiante. ¿Cómo cambió ese escenario en la elección de 2024?
—En las elecciones del 2019 había una situación, un marco diferente, había un gobierno frenteamplista contra el cual se levantaban los demás partidos como reacción a sus 15 años de gobierno. En cambio, en esta elección del 2024 el enfrentamiento fue dentro de los propios partidos que integrábamos la Coalición Republicana, que no le perdonaron a CA el éxito electoral que había tenido en el 2019. Cuando nuestro partido surge, le saca votos a todos, le sacó votos al FA, a los blancos, a los colorados, al Partido Independiente. En consecuencia, como CA les sacó votos, todos estaban molestos.
En el período pasado CA abrió frentes de batalla dentro y fuera de la coalición. Por ejemplo, en 2022, el entonces diputado Sebastián Cal declaró al semanario Voces: “hoy mi principal objetivo sigue siendo que el Frente Amplio no vuelva”. También en el libro Mano a mano con Manini Ríos. Su pensamiento político, publicado en 2024 por el abogado penalista Carlos Sommaruga, el ex general manifestó que un nuevo triunfo del FA en noviembre significaría “lo peor” y que veía un final fatalista.
También se enfrentó políticamente con el Partido Colorado y el Partido Nacional. Varios referentes colorados acusaron a CA de querer actuar como gobierno y oposición al mismo tiempo, especialmente a raíz de la Ley Forestal. Anteriormente, durante el debate sobre la Ley de Medios, desde Cabildo también se generaron tensiones. “No puedo permitir que se nos diga cuándo tenemos que votar, qué tenemos que votar y qué no tenemos que votar”, desafió el senador Sebastián Cal en la Comisión de Industria, luego de que los colorados propusieran postergar su consideración.
—Ustedes como partido, ¿se sienten respaldados por la coalición?
—Los partidos que integraban la coalición de gobierno fueron particularmente hostiles contra Cabildo. Nosotros no nos sentimos respaldados, nos sentimos hostilizados en su momento. Hubo una mezquindad política, debilitaron a Cabildo, utilizaban comunicadores o pseudo comunicadores que armaban programas enteros para desprestigiar y ensuciar a CA, comunicadores que obedecían al partido en el gobierno. Entonces nuestro partido pagó precios y fue debilitado. Ahora terminó pagando precio toda la Coalición Republicana, porque se perdieron las elecciones de octubre y noviembre en buena parte por la debilidad de CA.
—¿Y cómo se hace para trabajar ante esa mezquindad política que menciona?
—Nosotros, hoy por hoy, no estamos trabajando dentro de ninguna coalición. Estamos trabajando como un partido aparte, con su impronta propia, que actúa con total independencia. Sin ninguna atadura con el poder real, con el verdadero poder que no es del que tiene la banda presidencial, el verdadero poder es del que está más allá de quien gobierna. Si el día de mañana la solución viene a iniciativa del FA y es buena para la gente, la vamos a votar por ejemplo. A nosotros no nos atan, estamos con las manos libres y actuamos totalmente en libertad. Por eso yo puedo hablar de los usureros con total libertad, como he hablado siempre, y hablo del lobby forestal. Hablo de los que están detrás de la naturalización de la droga en el Uruguay, de que los presos tienen que trabajar obligatoriamente, y de una serie de propuestas que las hacemos con total libertad porque a nosotros no nos condiciona nada. No estamos en coalición, y se verá para adelante, según lo que ocurra en política en estos próximos años, cuáles serán los pasos hacia el año 2029. Pero hoy no estamos en coalición.
—¿Cuál es hoy el principal objetivo de Cabildo Abierto? ¿Hay alguna meta inmediata que se hayan propuesto alcanzar?
—El primer objetivo es recuperar el terreno perdido en las elecciones del año pasado. Para eso, tenemos que organizar bien el partido, que es lo que estamos haciendo a partir del Congreso y a partir de una serie de acciones que estamos emprendiendo. Después de recuperar el partido, es un trabajo de hormiga, conversando con la gente, hablando de vuelta con las personas, y sobre todo planteando soluciones a los verdaderos problemas de la gente. Tenemos que seguir hablando de un montón de temas, si las políticas de drogas hoy son las mejores, realmente. ¿Pensamos que le hemos sacado mercado al narco? ¿Pensamos que le hemos sacado por el hecho de vender en farmacia la droga? ¿Pensamos eso? Yo creo que es evidente que el narco está mejor que nunca, hoy con muchos más clientes que antes.
—Para ampliar su base de apoyo y sumar militantes, especialmente entre los jóvenes, ¿qué estrategias o propuestas está considerando?
—Estamos poniendo en marcha una Secretaría de la Juventud con reuniones y eventos con jóvenes. Ya hubo antes del año 2024 alguna movida en ese sentido, pero pensamos darle un impulso nuevo también basado a nivel de la mujer y la Secretaría de la Mujer. Va a comenzar a actuar también, con otro instrumento, el Instituto de Estudios que se va a poner en marcha. Pero con los jóvenes tenemos que hacer un trabajo, sobre todo, de formación del “cuadro” que hace tiempo que lo tenemos previsto implementar.
—De cara a los comicios de 2029, ¿qué consideraría un buen resultado para el partido? Sé que aún es muy temprano para definirlo, pero ¿cuáles son sus expectativas?
—Nosotros vamos a tratar de llegar a la mayor cantidad de gente posible buscando tener la fuerza para cambiar la realidad, de eso se trata. Para eso es la política, para cambiar la realidad. Nosotros no vinimos acá para balconear lo que está pasando, calentando sillas, cobrando del Estado sin cambiar la realidad. Hemos pagado precio por querer cambiar muchas cosas que parece que son tabú.