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Relaciones diplomáticas en camino: Uruguay y Venezuela retoman el vínculo consular

“No solo vamos a avanzar en el relacionamiento, sino que vamos a intentar que Venezuela sea parte de los procesos regionales que estamos construyendo”, expresó Álvaro Padrón, asesor del gobierno


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“Se ha decidido reactivar en los próximos días los servicios consulares”, informaron en un comunicado conjunto las cancillerías de Uruguay y Venezuela, el 12 de junio. El anuncio constituye un paso importante en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, suspendidas hace casi un año, en julio de 2024, cuando el gobierno uruguayo desconoció los resultados de la elección presidencial venezolana que dio por ganador a Nicolás Maduro.

Las campañas electorales en los países latinoamericanos suelen estar atravesadas por la postura que los candidatos asumen respecto al proceso político venezolano, y la de Uruguay no fue la excepción. Incluso la asunción del presidente de la República, Yamandú Orsi, se vio marcada por este tema, cuando el ex presidente Luis Lacalle Pou se negó a firmar la invitación para que Maduro integrara la delegación internacional del acto oficial del 1° de marzo. 

Según las Bases Programáticas 2025-2030 del Frente Amplio (FA), se podía proyectar un cambio en la política exterior del actual gobierno, especialmente si se considera que plantean que “el imperialismo norteamericano y sus aliados de la OTAN [Organización del Tratado del Atlántico Norte] ponen en riesgo la supervivencia del planeta”, y que agregan que “Uruguay debe ser solidario con los pueblos que luchan, en particular con nuestros vecinos del continente denunciando los bloqueos”. 

En función de este programa y de los principios “antiimperialistas” fundacionales del FA, el restablecimiento inmediato de las relaciones diplomáticas con la República Bolivariana de Venezuela, era muy factible. Sin embargo esto no ocurrió. Las declaraciones que dio en los primeros días de gobierno el ministro uruguayo de Relaciones Exteriores, Mario Lubetkin, anunciaban que este camino iba a ser más largo. “Nosotros no reconocemos a Maduro ni reconocemos al que señala haber triunfado en las elecciones”, sostuvo el ministro.

En diálogo con Sala de Redacción, el presidente de la Comisión de Relaciones Internacionales del FA, Fernando Gambera, calificó como “importante y saludable” la noticia de la reapertura de los consulados. Asimismo, consideró que este paso es clave para el restablecimiento de las relaciones, y añadió que es fundamental para “seguir robusteciendo el bloque regional, incorporando a Venezuela, a Bolivia, incorporando los países del sur que le den una potencia al bloque, y así poder tener una posición negociadora en el contexto internacional un poco más igual con las otras regiones del mundo que son potentes”.

Aunque Uruguay y Venezuela volverán a abrir sus consulados, esto no implica que las relaciones diplomáticas estén plenamente restablecidas. El politólogo Álvaro Padrón es asesor del gobierno en asuntos de integración regional y estará coordinando los temas vinculados a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe (Celac) y al Consenso de Brasilia (mecanismo de concertación de los países de América del Sur). Entrevistado por Sala de Redacción, Padrón declaró que “lo que estamos haciendo es intentar recuperar las relaciones, el camino es la recuperación de la relación y, desde la perspectiva de nuestro gobierno, vamos a poner todo el esfuerzo en generar ese proceso”.

Bloqueo y balcanización: un mismo patrón

Desde 2015, Venezuela ha sido objeto de un bloqueo económico que incluye la aplicación de Medidas Coercitivas Unilaterales violatorias del derecho internacional. Según el Observatorio Venezolano Antibloqueo, en la actualidad se aplican al país 1.039 sanciones unilaterales. Padrón calificó estas medidas como “una actitud típicamente colonialista del norte”. Por su parte, Gambera advirtió una clara intención de dividir la región latinoamericana: “viene del fondo de la historia, eso es así, además, porque naturalmente con cada uno por separado van a negociar en condiciones mucho más favorables para ellos”. 

Venezuela ingresó en 2006 al Mercado Común del Sur (Mercosur) como miembro pleno, hecho que, según Padrón, generó grandes expectativas. Sin embargo, las sanciones del norte global afectaron profundamente el intercambio regional, en particular el comercio de petróleo, y se debilitó el papel que Venezuela podría haber desempeñado. Más acá en el tiempo, en 2016 el Mercosur aprobó una propuesta realizada por los presidentes Mauricio Macri, Michel Temer y Horacio Cartes —de Argentina, Brasil y Paraguay, respectivamente— y suspendió la participación de Venezuela en el bloque.

Padrón recordó que el historiador y filósofo uruguayo Alberto Methol Ferré advertía sobre la importancia del ingreso de Venezuela al Mercosur: “era clarísimo que estaba entrando un peso pesado, sobre todo a un Mercosur que tenía una gran asimetría entre dos países grandes, Brasil y Argentina, y dos países chicos, Paraguay y Uruguay”, sostuvo el politólogo. Según Padrón, Venezuela representa un factor de equilibrio, tanto para Sudamérica como para la Celac, por ser también la puerta de entrada al Caribe. Su rol en la construcción de un bloque con peso internacional es, a su juicio, estratégico. Agregó que: “si somos capaces de unirnos vamos a tener la escala y el peso para influir” y que sin dudas “para afuera de la región, a los demás actores de esta geopolítica, no les interesa que aparezcan regiones con capacidad de presión y de peso”. Consideró que la unidad regional hoy se hace más urgente que nunca, debido al cambio de época que se vive en un mundo en que la potencia hegemónica que una vez fue Estados Unidos, hoy está en decadencia, y el poder está migrando a oriente.

La integración regional en el nuevo mundo multipolar

En 2026 Uruguay asumirá la presidencia de la Celac, organismo creado en 2010 que agrupa a los 33 países de América Latina y el Caribe con el objetivo de fortalecer la integración regional. Venezuela es parte activa de la Celac. “América Latina tiene mucho que aportar siempre que sea capaz de unirse, y esa tarea es una prioridad de Uruguay”, enfatizó Padrón respecto al papel que jugará la política exterior del actual gobierno.

Consultado sobre la postura de Uruguay ante la participación de Venezuela en la Celac, Padrón respondió que “no solo vamos a avanzar en el relacionamiento sino que vamos a intentar que Venezuela sea parte de los procesos que estamos construyendo, con esta señal por ejemplo de recuperar la relación consular vamos camino a no ser parte de una estrategia excluyente”.

Al negociar con las potencias mundiales los países latinoamericanos suelen ir divididos, cada uno por su lado. Padrón analiza que desde la formación de los países del continente “hubo una lógica de fragmentación que nosotros nunca fuimos capaces de superar, más allá de las ideas de [Simón] Bolívar y de todos los próceres”.  

El politólogo analizó también la transformación de China en los últimos 30 años, al aumentar su desarrollo industrial y tecnológico así como la mayor producción con valor agregado. Consideró que para poder lograr eso la región debe unirse. “Nuestro futuro es la integración regional, la unidad en nuestro continente, priorizando una relación entre nosotros que nos permita un mayor equilibrio, que nos permita una escala, para pesar en el nuevo orden mundial”, planteó Padrón. 

Según su visión, el fortalecimiento del bloque regional permitiría a los países producir con valor, mejorar salarios, cuidar el ambiente, mejorar la distribución del ingreso, la salud, la vivienda, la educación. “Hay un pensamiento muy potente que tuvo [José] Mujica los últimos tres años, de pensar una nueva etapa de integración para la región, que tiene que ser con mucha amplitud, con resultados concretos y sobre todo con pueblo atrás”, concluyó. 

Finalmente, Padrón insistió en que los cambios que se están dando en el mundo, con la construcción de nuevos polos de poder, representan una gran oportunidad para que América Latina actúe y piense como región. “Por eso es tan importante el proceso de la Celac, del Consenso de Brasilia, del Mercosur. Son todos círculos concéntricos de una misma estrategia, que es construir región”.

Último resultado electoral

El motivo por el cual se suspendieron las relaciones diplomáticas entre Uruguay y Venezuela fue el no reconocimiento, por parte del gobierno uruguayo, de los resultados de las elecciones presidenciales venezolanas del 28 de julio de 2024. El Consejo Nacional Electoral (CNE) dio como ganador al candidato Nicolás Maduro. Sin embargo, el gobierno uruguayo no aceptó esos resultados y reconoció como ganador al candidato opositor Edmundo González. 

Padrón señaló que: “no es la primera vez que se desconoce una elección, todo el mundo se va a acordar de Juan Guaidó, quien incluso fue declarado presidente por muchos países y hoy nadie sabe ni qué es de la vida de él”. Por su parte, Gambera opinó que “se le critica al gobierno que no presentó las actas pero el otro que quiere ser reconocido tampoco presentó las suyas”.

El 31 de julio, Maduro presentó un recurso ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para que analizara e investigara todo el proceso electoral. A su vez solicitó que todos los partidos que participaron de la contienda electoral presentaran sus actas de votación para que dicho tribunal las certificara. El 9 de agosto la coalición Gran Polo Patriótico, compuesta por 13 partidos políticos venezolanos y que impulsó la candidatura de Maduro, le entregó sus actas al organismo. El partido opositor Plataforma Unitaria Democrática, que impulsaba la candidatura de  González, no las presentó, mientras que los otros siete candidatos opositores, sí lo hicieron. El 22 de agosto, y luego de realizado el peritaje, el TSJ convalidó los resultados de la elección presidencial emitidos por el CNE.