El cansancio y la fatiga están al acecho constante, el riesgo de perder una extremidad está a la orden del día, cuando bajan las temperaturas el frío se vuelve penetrante y el recuerdo de ver la muerte de un compañero queda de por vida. Desde hace mucho tiempo el Sindicato Único de Patrones de Pesca, Cabotaje y Tráfico (SUDEPPU) pide mejorar las condiciones laborales y el desarrollo de políticas pesqueras para el sector y reclama, una vez sí y otra también, la falta de colaboración del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).
En entrevista con Sala de Redacción, Leonardo Musseti, presidente de SUDEPPU dijo que “es lamentable, siempre lo decimos nosotros, desde el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca se obvia la “p” y hace muchos años que no hay un respaldo del Gobierno”. Además, la flota de barcos pesqueros no se renueva desde 1980 y actualmente quedan 54 barcos en funcionamiento frente a los 155 barcos con los que contaban originalmente.
Esta reducción es, además, un efecto de la falta de interés empresarial hacia el mercado marítimo uruguayo, lo que provoca que no haya una inyección de capital para el rubro. Musetti explicó que durante los ´80 “hubo un impulso del plan pesquero y aparecieron flotas como Astra en la Paloma, Fripur y otras empresas”, pero con el tiempo esas empresas desaparecieron hasta llegar a la situación actual en la que los empresarios no tienen garantías por parte del Estado para invertir y “sin empresarios no hay pesca”.
“Nosotros tenemos situaciones de barcos que han estado un año trabajando y se van rompiendo durante todos los viajes, y tienen que volver a tierra para salir de nuevo. Entonces, si haces una suma anual, de 54 barcos te quedan 40 que trabajan todo el año”, detalló Musetti.
Para entablar una base de políticas pesqueras debe haber un “rumbo claro”, indicó a Sala de Redacción José Trinchin, integrante sindical de SUDEPPU. “Parte de todo este desvanecimiento de la industria es porque no ha habido una política pesquera en los últimos años y el Estado no ha apuntado a un cambio en el funcionamiento del sector”, agregó.
El mar proveerá
En setiembre de 2024 el Ministerio de Relaciones Exteriores actualizó el mapa jurisdiccional marítimo de Uruguay a través de la presentación de una lámina nueva que busca concientizar acerca del territorio nacional. Fue elaborado por el Servicio de Oceanografía, Hidrografía y Meteorología de la Armada Nacional y la Administración Nacional de Educación Pública ANEP se encargó de distribuirla a 3.500 liceos y escuelas públicas.
Según las referencias políticas del mapa, Uruguay tiene 205.688 km cuadrados de territorio acuático, mientras que el área terrestre tiene 176.215 km cuadrados. La jurisdicción acuática es más grande que la territorial, lo que evidencia un área con más posibilidades de explotación para desarrollar un mercado fuerte a nivel marítimo. “Esta instancia permite visibilizar la importancia que tiene para el país el mar territorial, así como su implicancia estratégica desde el punto de vista de la soberanía nacional”, dijo el exministro de Relaciones Exteriores, Omar Paganini, en rueda de prensa en el momento que fue lanzada la actual versión del mapa.
Si bien el territorio acuático brinda altas posibilidades de desarrollo para la explotación de especies o recursos marítimos, para aprovechar este potencial se requiere de un “barco que haga el relevamiento de los recursos” que están en el fondo. Así lo explicó a Sala de Redacción, Miguel Rodríguez, integrante sindical de SUDEPPU. El “problema” es que el único barco de investigación que tiene Uruguay “está parado hace más de cinco años”, concluyó.
Musetti explicó que el buque “Aldebarán” es el barco de investigación científica de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara) y según informó la Asociación Oceanográfica Uruguaya en su página web “está apto para realizar evaluaciones de recursos pesqueros, pesca exploratoria, pesca experimental, observaciones meteorológicas y oceanográficas”, sin embargo está parado desde marzo de 2020 y la última campaña de investigación que realizó fue en febrero de ese año, entre los días 14 y 21.
“Se hizo después de que el Estado invirtió aproximadamente 300.000 dólares en el mantenimiento y mejora del buque de investigación en los astilleros de la Armada Nacional”, explicó el exdirector de la Dinara, Andrés Domingo, quien también señaló que el barco está sin funcionamiento desde la asunción del Gobierno anterior hasta el día de hoy, durante la dirección de Jaime Coronel, el exdirector de la Dinara.
Una historia que prometía
El 11 de setiembre de 1911 se creó el Instituto Nacional de Pesca durante la presidencia de José Batlle y Ordoñez con el fin de generar conocimiento científico de los recursos pesqueros y ciencias marinas afines. Para ejecutar los cometidos, se decidió comprar el buque pesquero Aldebarán el 22 de agosto de 1914, para luego transformarlo en un barco de investigación.
El buque era un steam trawler con el nombre Royal Princes, fue fabricado en Escocia y luego comprado por argentinos e incluso operaba con la bandera argentina al momento de ser sancionado por haber pescado en aguas uruguayas.
Más adelante pasó a llamarse Instituto de Pesca N°1 y en 1916 participó del salvataje del Endurance, un barco con bandera británica que se accidentó cerca de la Isla Elefante ya que quedó atrapado por el hielo del mar Austral desde febrero hasta octubre de 1915, y en noviembre de ese año se hundió. El barco uruguayo alcanzó las cercanías del naufragio pero el hielo impidió culminar el rescate. Luego, el nombre del barco se cambió de nuevo por Aldebarán, según explicó Hebert Nion, exdirector de la Dinara en el periodo 2000-2005, en una revista acerca de la historia de la pesca uruguaya.