Después de un gran debut el año pasado, con una convocatoria de aproximadamente 1.500 personas, Indieween va por su segunda edición este domingo 3 de noviembre desde las 16 y con entrada gratuita. Realizado en la emblemática esquina de Durazno y Convención, el festival está organizado por un grupo de músicos y “busca celebrar y promover la diversidad y autenticidad de la música independiente en Uruguay”, según expresa la organización del evento en la gacetilla de prensa. 

Indieween propone un nuevo enfoque en la música indie local y entre las bandas que se presentan están Hangwire, Charlie, Samuel Acosta y los Colets, Sólo Bueno, Peivol, Yakisoda y la banda emergente Emphasis, que fue seleccionada a partir de una convocatoria en las redes sociales del festival. En conversación con SdR, Samuel Acosta, músico y organizador del festival, comentó que la idea “nació de la manera más autogestiva posible”. Acosta, junto a su amigo y bajista Pablo Varela, comenzaron a gestar la idea porque “queríamos hacer un toque en Halloween”, expresó. Ese entusiasmo por la temática los lleva a pensar en un festival más amplio, cuya propuesta no ofreciera solo diversión sino que también abriera oportunidades para seguir expandiéndose y tocando con bandas nuevas. El músico destacó que, gracias al impacto logrado en la primera edición, ahora tienen la oportunidad de “aprovechar ese alcance” y dar visibilidad a la escena musical emergente. “Queremos mostrarle a la gente una selección de bandas increíbles que quizás no conocerían en otro contexto”, afirmó. Acosta enfatizó la importancia de crear un espacio accesible y atractivo: “hay muchas personas que no se animan a ir a un toque en un sótano, pero al ofrecer una propuesta cultural al aire libre, con una temática de Halloween y diversión, podemos atraer a un público que de otra manera no se acercaría”, indicó.

Andrés Sousa, vocalista y fundador de la banda Hangwire, compartió su entusiasmo por la próxima edición del Indieween y destacó el éxito de la primera. “Las expectativas son grandes. El Indieween del año pasado fue hermoso, yo fui a verlo y sonó increíble”, afirmó Sousa. El músico también señaló que el evento atrajo a un público mayormente joven, lo que refleja el espíritu innovador de las bandas participantes. “Los que participan son bandas jóvenes que están tratando de innovar”, explicó y agregó que están haciendo algo “totalmente diferente a lo que está sucediendo en la superficie”.

Cuesta arriba

Sousa se refirió a las dificultades que enfrentan las bandas emergentes en Uruguay y mencionó que uno de los principales desafíos son los espacios. El vocalista señaló que para las bandas que hacen indie, pop-punk o rock alternativo el mercado es limitado. “El monopolio lo tiene la música tropical en este país  y la mayoría de la gente escucha más eso”, explicó. Otro gran desafío es “lograr que los managers y organizadores de festivales más grandes les den una oportunidad a las bandas emergentes”, aunque reconoció que duda “mucho que esto suceda, porque siempre están los mismos”.

Sousa subrayó que aún “falta mucho”, y mientras que los organizadores más grandes o la Intendencia no ofrezcan oportunidades a las bandas emergentes, “será difícil avanzar”. A pesar de los retos, el vocalista se muestra optimista: “si las bandas siguen perseverando, siempre habrá oportunidades, pero será tres o cuatro veces más difícil”, advirtió. También destacó que la visibilidad podría mejorar si los medios de comunicación masivos brindaran más oportunidades. 

La financiación es uno de los mayores retos. Como jóvenes emprendedores, Acosta y su socio tuvieron que invertir sus propios recursos. “En mi caso, tenía ahorros y literalmente me los gasté en el festival. Pablo también puso de su plata”, contó.

Una oportunidad

Sobre las particularidades que hacen de este evento una experiencia única para los artistas, Acosta mencionó que una de las oportunidades que ofrece a los músicos es la de “salir de abajo de la tierra, aunque sea un día al año; nos da un momento de exposición y espectáculo particular”, porque la mayoría de los músicos tocan “en lugares muy precarios, como sótanos”. 

Acosta también destacó la propuesta temática del evento, que incluye disfraces, y su ubicación, la esquina icónica de la música uruguaya. Para Acosta, todos estos factores contribuyen a que el festival tenga una identidad propia que lo distingue de otras propuestas en la escena musical. 

Sousa destacó el papel crucial que tiene el festival en la promoción de la música independiente: “están tratando de hacer lo posible para que el under suba del subsuelo a la superficie y tenga su espacio de alguna manera”, afirmó. El músico enfatizó el impacto positivo del festival, creado por y para artistas emergentes, y señaló que el evento ofrece una plataforma importante para que los músicos se sientan cómodos en un entorno profesional. “Este festival es importante porque le da la chance al músico de presentarse en un escenario muy pro, con buenos equipos y un buen sonidista”, explicó. Según Sousa, el equipo organizador se esfuerza para que todos los artistas se sientan a gusto y, al mismo tiempo, generen un impacto positivo en la escena musical.

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