Jueves por la noche. Un grupo variopinto de personas se reúne en la puerta de Cold Bar, en el centro de Montevideo. La escena no escapa a lo típico si se ignora el motivo de la junta: no vienen a tomar una cerveza ni a escuchar una de las tantas propuestas musicales que suelen sacudir el sótano; vienen a ver cine. Cine de suspenso, horror y fantasía, ese espectro tantas veces subestimado por el snobismo del séptimo arte.

No se trata de un evento aislado, sino de una más de las funciones de Montevideo Fantástico, el festival de terror, ciencia ficción y fantasía que celebró su decimoquinta edición entre el 26 de septiembre y el 6 de octubre de este año. El miércoles 9, el ciclo tuvo su broche de oro con una ceremonia de premiación conducida por el comunicador Jimmy Castilhos. 

Montevideo Fantástico nace como una respuesta a la falta de lugar que se le daba en el circuito comercial al género”, recuerda Juan Pablo Aguirre, uno de sus responsables, en conversación con Sala de Redacción. El festival, creado en 2005 por el periodista especializado en cine Alejandro Yamgotchian, busca diferenciarse de sus pares en la región –como el Rojo Sangre bonaerense– al ampliar el abanico más allá del terror, abriendo las puertas a géneros como la fantasía y la ciencia ficción. “Buscamos desde lo más sutil en lo fantástico –como películas dramáticas que manejan elementos de fantasía o películas psicológicas más lentas– a ciencia ficción pura y dura”, cuenta Aguirre. 

“Una respuesta de rebeldía frente a un género ignorado”

Pero ¿dónde está el atractivo en esta clase de cine? Aguirre recuerda a Rod Sterling, el creador de la serie Dimensión Desconocida, como un referente en la cruzada por el reconocimiento del abordaje fantástico del séptimo arte. “Allá por los sesenta él estaba muy enojado porque le censuraban toda la crítica social que tenía para hacer en la televisión y dijo ‘no me importa nada, la hago con marcianos’. Se las ingenió para dejar mensajes a través del género eludiendo la censura”, explica. “El género es un arma para poder transmitir mediante  metáforas sutiles algo que se quiere decir. No deja indiferente”, sostiene. 

Contestatario a su manera, Montevideo Fantástico se planta firme frente a la crítica que siempre ha catalogado al terror, la fantasía y la ciencia ficción como cine “clase b”. “Es una forma de demostrar que no es así, con material de calidad de todas partes del mundo, dando el lugar que el festival entiende que merecen” estos géneros, respalda Aguirre. 

En esta edición, Montevideo Fantástico exhibió una veintena de filmes, además de cortos y mediometrajes. Las proyecciones fueron realizadas en salas tradicionales y escenarios alternativos de Montevideo, Rivera y Treinta y Tres, “una ciudad que no tiene cine”, destaca Aguirre. Allí llegó el festival por primera vez, exhibiendo una selección de cada categoría en la sala audiovisual de la Escuela Técnica 2 (UTU): “Hubo excelente respuesta de los gurises y del público en general. Recibimos muy buenos comentarios en los votos, y sobre todo, apreciamos la visión crítica, fundamentando la decisión”, remarcó el organizador. 

Otra particularidad de la edición de este año fue la participación de algunos estudiantes de secundaria que presentaron material de su autoría, demostrando el interés de los jóvenes por el género: “Dos cortos oficiaron como parciales de liceo, con una calidad que destaca como para competir, hechos por estudiantes con muchísimo futuro”, felicitó Aguirre.

Sin perder de vista la arista competitiva del festival, luego de las proyecciones llega la hora de premiar las obras destacadas. El proceso comienza en la previa de cada edición, cuando las realizaciones se reciben a través de su inscripción en plataformas de festivales de cine, atravesando un riguroso proceso de selección. “Allí se elige el material que entendemos cumple con el objetivo del festival”, explica Aguirre. Luego, un jurado conformado por tres especialistas en cada terna emite su voto, debiendo alcanzar un veredicto unánime en todos los casos. ”Establecemos un sistema de puntos”, explica el organizador. “Lo que más les gustó va en primer lugar, y ahí empieza la discusión hasta el veredicto”. Además de los ganadores, el jurado cuenta con la potestad de otorgar menciones especiales.  

Desde la butaca

“Generalmente a la salida de las proyecciones se dan intercambios muy lindos”, afirma Aguirre y recuerda el caso de “7 vidas”, comedia negra argentina proyectada el sábado 28 de septiembre en el Centro Cultural Artesano en presencia del director Alejo Rébora y el equipo de la productora Sarna: el guionista Matías Oniria, el director de arte Nacho Bruno, la productora Daniela Giménez y el protagonista, Joaquín Gallardo, con quienes la audiencia pudo conversar. 

Justamente, el largometraje argentino fue elegido por el público como mejor película, de acuerdo a lo anunciado en la ceremonia de premiación del pasado miércoles. Es que en Montevideo Fantástico los espectadores tienen un rol protagónico, a la par del jurado: apenas termina la función, los comentarios verbalizados en informales debates se traducen a votos que se plasman en urnas a la salida de cada sala; cada sufragio indica un número del uno al diez, y su promedio se materializa en una selección de premios de la audiencia. En esta oportunidad, el público también destacó a “Surfer Killers” (Francia) como mejor mediometraje, Apotemnofilia (España) como mejor cortometraje, “Reunión de amigas” en la categoría cortometraje uruguayo y El Ucumar (Argentina) como mejor película iberoamericana. 

En tanto, los premios del jurado reconocieron a “La piedra roja” de México como el mejor mediometraje, “El sótano” de Argentina como largometraje iberoamericano, Fernando Gutiérrez como mejor director por su labor en el filme español “La espera” y la estadounidense “Hippo” como mejor largometraje. En el rubro cortometrajes, se premió a “Río de caracoles” (Colombia) como mejor corto iberoamericano, “Lo que no decimos” (España) como mejor corto internacional y “Matagato” como mejor corto uruguayo. Además, hubo premios a mejor actriz, actor, guion y dirección en cortometrajes, y menciones a la dirección de fotografía y puesta en escena de cortos y medios, guion y creatividad de cortos uruguayos en competencia. 

Montevideo Fantástico no es sólo es un festival pionero a nivel nacional, también es el segundo festival de cine fantástico y de terror más longevo de Latinoamérica. Al cierre de una nueva edición exitosa, Juan Pablo Aguirre describe la realización de un festival de cine independiente –y de nicho– en Uruguay como “una tarea titánica, llena de amor al cine y de mucho sacrificio”. Con los resultados a la vista, el esfuerzo da sus frutos: “Todos los años pongo el cargo a disposición y pienso que tiro todo, pero en base al apoyo de instituciones como la Agencia del Cine y el Audiovisual del Uruguay, Montevideo Audiovisual, amigos y gente que desinteresadamente colabora, se hace posible. Es una hermosa satisfacción ver como crece la respuesta del público año a año”, concluye el organizador.
FacebookTwitter