La Unidad de Santiago Vázquez (ex Comcar) es una de las cárceles más complejas y con mayor población de personas privadas de libertad en Uruguay. Es un complejo de cinco unidades que se dividen por sectores. Desde un principio, se tomaron las medidas pertinentes para atender la emergencia sanitaria y comenzaron a recibir donaciones. Hasta el momento, los tests de covid 19 realizados dieron negativo en todas las cárceles del país. 

Jorge Camargo, director subcomisario de la Unidad Nº4 de Santiago Vázquez, expresó a Sala de Redacción que desde un principio obtuvieron distintas donaciones de integrantes de la sociedad civil, desde empresas hasta organizaciones sociales. La primera donación fue un grupo de empresarios encabezados por Andrés Fleurquin, ex jugador de fútbol de Defensor Sporting. Donaron 700 canastas de productos no perecederos y productos de higiene. Luego, por intermedio de la organización Nada crece a la sombra, ingresaron donaciones desde el PIT CNT, CanastasUY y Droguería Montevideo. También donaron la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida, Canarias y la tabacalera Montepaz. Por último, por intermedio del Ministerio del Interior (MI) y la Dirección de Seguridad y Convivencia, un grupo de empresarios donó aproximadamente 1.000 canastas. “Todavía la unidad cuenta con algunas canastas y se siguen repartiendo semanalmente a los módulos más complejos”, explicó Camargo. 

La mayor parte de las donaciones se realizaron a través de una “entrega simbólica”. Cada empresa asistió a la unidad y se llevó a cabo una presentación en la que se explicó cuál fue la empresa que donó. El director dijo que “estuvieron representantes de distintos módulos respetando la distancia de un metro en el salón multiuso” y luego las personas privadas de libertad repartieron las canastas en las distintas celdas de sus módulos. “Cada uno tenía tapabocas”, enfatizó Camargo. 

Canastas

Denisse Legrand, coordinadora de Nada crece a la sombra, manifestó que transformaron su trabajo para hacer frente a esta situación a través de una campaña de donación en conjunto con CanastasUY “acompañando a la familia y apoyando en la comunicación pública”.

En la Unidad Nº 4 Santiago Vázquez entregaron canastas de alimentos completos en los módulos 3, 4 y 11. “En el módulo 4 se cubrió la mitad del módulo y en las celdas en que hay más de seis personas entregaron dos; hay celdas que llegan a tener diez personas”, dijo. Además, Legrand explicó que van a seguir recibiendo donaciones y armando canastas y que “para eso es fundamental el apoyo de la comunidad”

Camargo indicó que decidieron no repartir canastas en la unidad de mínima seguridad 4 E, ya que “la población de ahí esta todo el día fuera de la celda porque trabajan, cuentan con su propia cocina y panadería”. Según agregó, el alimento es bueno y suficiente, mientras que los productos de higiene se centralizan en el depósito de la unidad y se dividen en partes iguales a todos los módulos, agregó. Respecto de este último punto, señaló que “es una obligación del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR)”, que siempre compra productos de higiene y con “las donaciones que se recibieron lo que se hizo fue aumentar la cantidad de entrega”. En el módulo 4 A, que en su momento fue “muy complejo”, pero “hoy las condiciones han cambiado”, recibieron donaciones en menor cantidad porque tienen menos población. 

Mayor énfasis

Según contó el director de la unidad penitenciaria, los módulos 10, 11 y 3 B “tienen condiciones muy duras, ya que las personas pasan la mayor parte [del tiempo] dentro de su celda y reciben pocas visitas”. Allí se potenciaron las donaciones, principalmente en los módulos 3 y 11: “Esta población se considera altamente vulnerable en cuanto a que no tiene apoyo familiar”, enfatizó Camargo. 

Por otra parte, señaló que la cárcel “está carente” de contar con jabón tocador para cada persona privada de libertad y, por lo tanto, sería bueno contar con más. Asimismo, contó que los internos entienden la situación que se está dando, que “hay cierto grado de conciencia en cuanto a los cuidados que deben tener” y que se mostraron “agradecidos con las donaciones”.  

Además, Camargo expresó que entre las donaciones y las compras del MI se están cubriendo bastante las necesidades. No obstante, advirtió que “esto se va extender en el tiempo” y que el presupuesto con el que cuenta el INR y el MI ya está agotado porque fue el presupuesto del quinquenio anterior y no hay disponibilidad de tener nuevos recursos para comprar más cosas hasta que se apruebe el nuevo presupuesto y se cobre el año que viene”. Si bien esto “complejiza más las cosas”, aclaró que “el escenario indica que van a seguir las donaciones y eso ayuda un montón a todos los institutos del INR”.

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