Los mejores atardeceres en Minas, ciudad del departamento de Lavalleja, se dan en el mes de abril cuando ya entró el otoño y la tradicional fiesta fija su fecha. Ya lo dijeron Santiago Chalar y Santos Inzaurralde en su clásico folklore:
“Minuano, donde tú vayas
No te canses de decir
Que si Dios baja a la tierra
Por el altar de la sierra
Baja en Minas y en abril”
El icónico espectáculo Minas y Abril tuvo su origen en 1985, cuando Carlos Paravís, conocido también por su nombre artístico Santiago Chalar, vio la necesidad en su calidad de traumatólogo de recaudar fondos para el Hospital Dr. Alfredo Vidal y Fuentes. La primera edición tuvo la presencia de artistas populares como Pepe Guerra, Carlos Benavídez y Marta Suint. Desde entonces se han desarrollado 36 ediciones.
“Tuvimos dos períodos en que no se realizó: durante la pandemia y en el pasaje de la dictadura a la democracia en los años ochenta. Los creadores de esto fueron el médico Santiago Chalar y el poeta Santos Inzaurralde, un colorado y un blanco que se dieron la mano”, contó Gustavo Echevarría, del equipo honorario que organiza el evento, a Sala de Redacción. En ese entonces, Paravís identificó que hacía falta una mesa para ciertos tratamientos quirúrgicos y se le ocurrió convocar a amigos y cantantes: “Se vendía asado con cuero, chorizos. Se hizo solo un día, un domingo, y se logró recaudar para esa mesa”, recordó sobre la gestación del festival.
Si bien la raíz fue folclórica y criolla, ha ido mutando, “con el objetivo de mantener esa tradición gaucha e ir sumando otras ramas de la cultura para que el festival pudiera ir creciendo”, contó Echevarría.
Por el altar de la sierra
“Toda la región de las sierras, desde Piriápolis hasta Aiguá, es bellísima porque te da un marco vegetal, como decía Chalar en las canciones, distinto a lo llano. Lo llano está bueno también, pero acá se da una cuestión de vértigo, los cerros y la vegetación tienen mucho que ver en esto”, señaló a SdR el músico Cristian Medina, que además de minuano, conoce los escenarios del festival desde sus comienzos y estará abriendo la escena musical del sábado.
Medina recordó que “esa frase de la canción ‘Minas y Abril’ se la dijo un señor al autor. Iban a caballo Santos, el que la escribió, con un vecino de la zona por Paso de las Piedras rumbo al Penitente. Entonces este señor le dijo: ‘Santos, ¿a usted no le parece que si Dios bajara a la tierra no bajaría acá y en abril? Porque viste que en otoño, el marco de los árboles, la vegetación es increíble’”.
Como locatario, Medina vive este fin de semana con mucha expectativa. ”Todos preguntan quién viene, hay una expectativa tremenda. Se mueven pila esos tres días, hay muchos vehículos, mucha gente por todos lados, alquilando, paseando por los barrios. El trato es bueno, amigable”.
Multiplicar los panes
Si bien la grilla musical es lo primero que se difunde y muchos llegan al festival para disfrutar de los diferentes artistas, el carácter generoso no se pierde y son los habitantes de la ciudad quienes lo tienen más presente. Por eso han aceptado con gran apertura la transformación del festival que hoy asume una grilla muy variada, abarcando rock, punk, cumbia y folklore, entre otros géneros.
En conversación con SdR, Javier Piquinela, integrante de la banda minuana The Moors -que estará iniciando la jornada musical el viernes sobre las 17 horas-, contó cómo vive la experiencia de estar por primera vez tocando en el festival y llevando al público el género punk: “Yo me crie yendo a Minas y Abril a ver folklore, cuando yo era chico no había rock. Obviamente como el festival es con el fin de recaudar fondos para el hospital, hay que abrir el abanico para que vaya más gente. Porque al fin y al cabo, más allá de la temática del festival, el objetivo es que se pueda recaudar dinero para el hospital. Y bueno, para nosotros esto es buenísimo”.
Los fondos, luego de cubrir los gastos propios del evento, se destinan en un 75% para el hospital y el 25% restante para las redes de asistencia primaria. En las dos situaciones, son los directores de los lugares quienes definen las necesidades y a qué se destinarán los fondos. “El festival no recauda para solucionar problemas de medicamentos ni de estudios médicos, eso corresponde a ASSE. El festival se ha encargado de recaudar fondos para que el hospital pueda seguir creciendo en infraestructura”, enfatizó Echeverría. Gracias a las ediciones anteriores, se mejoró la infraestructura del block quirúrgico, se creó un centro de rehabilitación, se instaló una planta de oxígeno propia y se creó un hogar diurno para pacientes oncológicos, entre otras reformas y ampliaciones.
¿Qué hay para ver?
La grilla para el 12, 13 y 14 de abril se encuentra publicada en el sitio oficial del evento y presenta un abanico amplio. La apertura estará cargo de la banda minuana The Moors, que llevará punk a la escena. Luego tocarán El Kuelgue, seguidos por Luana, La Beriso, Hereford y Trotsky Vengaran, que cerrará el escenario nocturno del viernes. El sábado 13 abrirá el minuano Cristian Medina y luego tocarán Lucas Sugo, los hijos del creador del festival Santiago y Carlos Paravís, 4 en línea, Matías Valdez, Natalia Ortega, Chacho Ramos y Cumbia Club. El domingo, además de la grilla de artistas, que incluye a Catherine Vergnes y Yandira y los Adas, se realizará el tradicional desfile de caballería gaucha, actividades de ruedo y el concurso de guasquilla, que tiene más de 30 inscriptos entre hombres y mujeres de Uruguay, Argentina y Brasil.
El precio de las entradas es de $450 para el viernes, $400 para el sábado y $300 para el domingo, mientras que el abono para los tres días cuesta $900. Además de incluir juegos para los más chicos y una propuesta gastronómica, el festival ha redoblado la apuesta para el cuidado del ambiente: “Nos hemos preocupado de educar, hay puntos verdes con contenedores y gente informando sobre el sitio en que se debe tirar cada residuo para que luego se pueda reciclar”, puntualizó Echeverría.