Las adicciones y la salud mental son temas que están muy presentes en el deporte profesional. Informar y hablar abiertamente sobre estas cuestiones tiene un rol fundamental en la prevención, sobre todo porque según expertos tienen su inicio desde edades tempranas.
En diálogo con Sala de Redacción Gerardo Viera, terapeuta especializado en adicciones, explicó que, a nivel general, hay una clara tendencia a la disminución en la edad de inicio. “Dentro de los adolescentes se está aceptando como válido el hecho de que para divertirse, necesariamente se debe de tomar alcohol”, señaló, y dijo que esto implica “un gran problema, debido a que es la forma para ser socialmente aceptado” y puede ser “la puerta de inicio para algunas sustancias más nocivas”.
Viera aclaró que a esto no se llega de un día para el otro y que son pocos los casos de adolescentes con problemas de adicción, nivel que situó “cuando el proceso de consumo a una sustancia psicotrópica está avanzado”.
Para el terapeuta, existen diversas formas de anticiparse a estas problemáticas. “Lo importante es que las familias estén presentes y, además, sean conscientes de cuáles son las alertas más tempranas que suelen mostrar los chicos”, recomendó. Según Viera, quienes comienzan a atravesar problemas con las drogas suelen tener, entre otras cosas, cambios repentinos de conducta, bajo rendimiento escolar o, en algunas ocasiones, cambios de sus grupos de amigos.
También hizo referencia a la posibilidad de heredar ciertas predisposiciones mentales a desarrollar una adicción. “Es una enfermedad como cualquier otra, es más, puede ser heredada genéticamente; lo primero tenemos que hacer como sociedad es quitarnos el miedo a la palabra enfermedad”, expresó, y comentó que en la mayoría de los casos las familias niegan el problema buscando darle otras justificaciones.
Adicciones y deportes
Hacer deporte aparece como una gran alternativa para quienes que se vean involucrados en problemas de adicción. Viera remarcó la importancia de estas prácticas diciendo que “hoy en día el ocio es una de las cosas que más complica, hay chicos que tienen mucho tiempo libre. Personalmente les recomiendo practicar deporte”, agregó. Aludió a que les ayuda a gastar tiempo de ocio, mantenerse sanos y a descargar sus frustraciones. De todas formas, advirtió sobre la posible dependencia a una sustancia utilizada para un mayor rendimiento deportivo.
“No solo debemos pensar en los chicos, también existen casos de grandes deportistas que no pueden controlar la fama y buscan seguir obteniendo ganancias más allá de sus capacidades”, advirtió. Además, hizo énfasis en tener cuidado y evaluar con qué profesional se están asesorando y que es lo que están consumiendo.
Violencia y frustraciones
Ingrid Nansen, psicóloga deportiva, destacó en diálogo con Sala de Redacción que “ningún deporte tiene principios en los que se promulgue la violencia, ni siquiera los de contacto como por ejemplo el rugby, que tantas veces se lo cuestiona, simplemente lo que vemos son personas violentas que eligen practicar ese deporte”, y remarcó que ningún deporte tiene esencia de ser violento, ni de forjar personas violentas. “El deporte sólo contribuye a brindar herramientas que ayudan a poder controlar este tipo de situaciones”, planteó. Además, hizo hincapié en que todo se trata de la educación más temprana que se reciba en valores, desde la casa o desde los centros de enseñanza, como agentes primarios.
Para Nansen, los hechos de violencia que usualmente se observan dentro de una cancha u otro ámbito deportivo, no están pura y exclusivamente relacionados al resultado del juego, sino que tienen un trasfondo. “La persona que es vulnerable emocionalmente, que posee una psicosis o un trastorno importante de personalidad, es más factible a cometer algún tipo de agresión mientras realiza una actividad deportiva o concurre a un evento para seguir al equipo del cual es hincha”, comentó, y señaló que en muchos casos, son también consumidores asiduos de estupefacientes.
Otro gran disparador de las dependencias de los psicoactivos son las altas exigencias externas para conseguir un logro deportivo porque, ante la posibilidad de fracasar en el intento, pueden generar frustraciones en el individuo.
La psicóloga destacó que estas situaciones son recurrentes dentro del baby fútbol uruguayo y que “a veces son los mismos padres o los clubes quienes presionan a los chicos, sin darse cuenta del daño que pueden ocasionar en el momento en que el niño se sienta incapaz de cumplir con las expectativas que hay depositadas en él”.
Los clubes
Al ser consultada acerca del desarrollo que poseen los clubes deportivos a nivel de salud mental, expresó que hoy en día “hemos avanzado bastante”, y mencionó que “a los entrenadores, sean de la disciplina que sean, para competir, se les exige un certificado de formación dictado por algún instituto y avalado por la Secretaría Nacional de Deporte”, en cursos que incluyen materias sobre psicología del deporte y manejo de grupos.
También remarcó que muchos clubes han adoptado la tendencia de conformar equipos multidisciplinarios, integrados por los entrenadores, el preparador físico, el psicólogo deportivo y un asistente social, quienes contribuyen a colaborar con los deportistas, seguir el día a día de los chicos y mantenerse en contacto con sus familias.
Políticas públicas
Por otra parte, la psicóloga destacó la creación de la Ley de Salud Mental, N° 19.529, aprobada en 2017, que incluye un artículo que dictamina que cualquier paciente que sufra una emergencia por salud mental debe ser atendido en cualquier mutualista o centro asistencial al cual se presente y se lo derive inmediatamente a un especialista. “Todavía queda mucho terreno por conquistar, sobre todo en el interior del país donde existe una enorme diferencia; si nos comparamos con Montevideo, tenemos un nivel de desarrollo bastante inferior. Basta con mencionar que en Colonia tenemos un solo psiquiatra para todo el departamento”, cerró Nansen.