En el entendido de que los perfiles de los candidatos son, junto con los programas y los discursos, elementos definitorios en consultas electorales que eligen presidenciales, Sala de Redacción consultó a algunos políticos uruguayos de diferentes partidos para que analizaran la imagen de Pedro Bordaberry.
Daniel Martínez, José Amorín y Pablo Iturralde, fueron los políticos consultados por SdR. La historia familiar de Bordaberry, sus debilidades y fortalezas como candidato a la presidencia, y su mejor y peor propuesta electoral, fueron algunos de los temas tratados.
El ingeniero industrial mecánico y senador por el Frente Amplio, Daniel Martínez, añade un testimonio oponente debido a que se encuentra en un partido político opuesto al del candidato presidencial colorado y además ambos han tenido entredichos de carácter público. El relato del abogado y senador José Amorín aporta una mirada divergente, ya que si bien forman parte del mismo partido, integran sectores contrarios dentro del mismo,;y la opinión del abogado y senador Pablo Iturralde, contribuye con una perspectiva que forma parte del partido históricamente adversario al que integra Bordaberry.
Un contacto ameno. Todos los políticos entrevistados poseen en mayor o en menor medida algún tipo de contacto personal con Bordaberry. En el caso de Daniel Martínez, la relación entre ambos -dice- es muy buena más allá de que a nivel político, se encuentre en las “antípodas”.
José Amorín tiene contacto con el candidato desde hace mucho tiempo, cuando Bordaberry fue designado subsecretario de Turismo en el gobierno de Jorge Batlle. Trabajó con él desde el Parlamento durante todo ese período de gobierno, luego fueron compañeros de gabinete en el 2004, y por último trabajaron de manera conjunta en la candidatura de Bordaberry a la intendencia de Montevideo.
El contacto personal entre ambos fue calificado como ameno por el propio Amorín, si bien reconoce que han tenido diferencias políticas y que en la actualidad integran dos sectores diferentes del Partido.
En el caso de Pablo Iturralde el contacto es estrictamente político aunque se conocen desde la época en la que eran estudiantes universitarios y jugaban al básquetbol juntos.
De padres e hijos. Con relación a la historia familiar de Bordaberry, y la posible influencia que la misma tenga en sus posibilidades, los entrevistados tuvieron opiniones opuestas. Para el senador del Frente Amplio la historia personal de Bordaberry lo afecta debido al rol que tuvo su padre en la historia de Uruguay. “Realmente fue tan duro lo de su padre, tan jodido que, quiera o no quiera, lo afecta. Busca separarse de su padre al dejar de lado su apellido en lo que tiene que ver con la campaña electoral”.
El senador Amorín considera que no es bueno juzgar a las personas por lo que hicieron sus padres, ni para bien ni para mal, y que además en Uruguay muchos políticos tienen pasado. “Mujica tenía un pasado propio, había atentado contra las instituciones, había participado de robos, de secuestros. Lacalle tiene algún antecedente familiar, Vázquez tiene un antecedente personal y Sendic tenía un padre que era jefe del movimiento tupamaro”.
Pablo Iturralde coincide con Daniel Martínez en que la historia personal de Bordaberry lo afecta. Más allá de eso, cree que ha sabido llevar la situación con mucha dignidad y entereza, sin aceptar cuestionamientos más allá de lo político.
Lo bueno y lo malo. Dentro de las fortalezas y debilidades de Pedro Bordaberry como candidato a la presidencia, Martínez destacó que es un hombre con intención de encarar los temas con cierta profesionalidad. Como debilidad anota su obsesión por demostrar que todo lo que está haciendo el gobierno actual, está mal. “Está tan obsesionado por pegarle a la izquierda, es un tema muy visceral para él, que en la práctica deja de aplicar la profesionalidad”.
El abogado y senador colorado prefirió destacar solamente las fortalezas, ya que consideró que las debilidades no sería correcto decirlas debido a que se encuentran en campaña y ambos son compañeros de partido. “Las debilidades, que se las encuentre otro”. Sí destacó sus fortalezas; enumeró que es un candidato con experiencia política, con experiencia en la administración, encabeza un grupo político que lideró dos veces las internas, sumado a que es una persona sumamente trabajadora.
El senador Iturralde encuentra como fortalezas en Bordaberry que es un hombre serio y moderno; y como su gran debilidad que su padre haya estado en el gobierno de facto y el hecho de no haber tenido una militancia partidaria más vieja.
Acuerdos y desacuerdos. Cuando el senador frenteamplista fue consultado sobre cuál consideraba la mejor y la peor propuestas presidenciales, expresó que no cree en que ninguna de ellas sea interesante. “Estamos en las antípodas, tengo una visión negativa global”.
En el caso de José Amorín, su postura fue absolutamente contraria ya que para él no hay propuestas débiles, son todas fuertes. La más fuerte es la defensa del trabajador a través de la eliminación del impuesto a la renta de las personas físicas, ya que considera que es un impuesto negativo que castiga al que más trabaja; si llegan al gobierno, van a cumplir la propuesta, afirma.
El abogado y senador nacionalista cree que la baja de edad de imputabilidad es sin dudas la propuesta con la que más disiente; en cambio las propuestas relacionadas con el medio ambiente son con las que más concuerda.
Un llamado a la integración. Consultados sobre la fórmula presidencial del Partido Colorado, tanto Daniel Martínez como Pablo Iturralde expresaron que la propuesta no fue muy integradora, más allá de que Germán Coutinho no sea un mal candidato. Para Iturralde la decisión de Bordaberry de integrar en su fórmula presidencial a Coutinho fue una decisión “equivocada”.
El senador perteneciente al sector batllista no quiso ahondar en el tema debido a que si bien sigue considerando que la fórmula no es integradora, ya es un hecho y la fórmula será votada por los batllistas “en patota”.
Adjetívame. Finalmente, al momento de definir a Bordaberry en tres adjetivos, Daniel Martínez decidió definirlo como una persona firme en sus convicciones, excesivamente conservadora y con una gestión política muy autoritaria.
José Amorín lo definió como un hombre trabajador, tesonero y con ganas de trabajar por el partido; e Iturralde lo calificó como una persona inteligente, moderna e intransigente en algunas propuestas.
Las coincidencias y divergencias en las opiniones de los políticos consultados lograron dibujar una imagen de Bordaberry en perspectiva.
Ana Rodríguez