Cuatro largometrajes compusieron el ciclo de cine japonés que se desarrolló este jueves y viernes en el Aula Magna de la Facultad de Información y Comunicación (FIC), organizado por la Embajada de Japón, con entrada libre. Comprendió las películas Summer Bloom, Every Day a Good Day, Dad’s Lunch Box y Key of Life. Todas ellas muestran diferentes circunstancias de la vida contemporánea, así como el conocimiento y apreciación de un arte tradicional mediante el aprendizaje de vida.
Nagisa Takahashi, la agregada cultural de la Embajada de Japón en Montevideo, contó en diálogo con Sala de Redacción las características que del ciclo. Takahashi reside hace tres meses en Montevideo y, en sus palabras, es responsable de “difundir y promocionar la cultura japonesa”.
El primer filme que se exhibió, Summer Blooms trata sobre un romance entre un ex alumno y su profesora, quien esconde un secreto. Le siguió Every Day a Good Day, que abarca una cultura más tradicional, una estudiante universitaria empieza a asistir a una ceremonia de té, lugar donde aprende significantes lecciones de vida. El viernes pudieron verse Dad’s Lunch Box, que se basa en una historia real que se volvió viral en redes sociales. La trama sigue a un padre que todos los días le prepara el almuerzo a su hija. Key of life, por último, se acerca a la comedia: es la historia de un hombre de 35 años que anhelaba ser actor pero no lo logró; fue tan grande su frustración que tomó la decisión de suicidarse pero antes de hacerlo se dirigió a un baño en un espacio público en el que conoció a Kondo, figura célebre que sufre un accidente y pierde la memoria ante los ojos del hombre, quien decide robar su identidad. Esto genera problemas cuando Kondo recupera la memoria.
Takahashi hizo hincapié en dos películas: Every Day a Good Day y Dad’s Lunch Box. En ellas hay momentos representativos para la cultura japonesa, aunque no tanto para la uruguaya. La primera gira en torno a una ceremonia de té y en la segunda en torno a la preparación de un almuerzo. Ante estas acciones, la agregada cultural hizo énfasis en la forma en que se comunican y se muestran las “cajas bento” de almuerzo. En estas cajas, la comida se sirve en reparticiones, y conforma una costumbre de la cultura gastronómica de Japón; en ellas puede haber diferentes tipos de comida, es una presentación muy elaborada y típica de Japón. Si bien podemos encontrar diferencias en cuanto a la cultura uruguaya, podemos “ver algo en común entre las personas como el sentimiento, el amor y la amistad” apuntó.
Según Takahashi, cada una de estas películas ayuda a los uruguayos a poder conocer más sobre la vida cotidiana en Japón y todo lo que abarca sobre la sociedad y la gente. “El paisaje de Japón es muy distinto al de Uruguay”, agregó la funcionaria, algo que claramente se puede apreciar en las películas.
Previo al inicio del ciclo, Takahashi se mostró expectante. “Quiero ver la reacción del público y si hay mucha demanda”, comentó, y agregó que hacía mucho tiempo que no se hacía una actividad de estas características. Adelantó que le gustaría poder desarrollar otros eventos y que eligió el espacio de la FIC es para llegar a más estudiantes y que se interesen por el cine japonés. El vínculo con la FIC venía de antes, a partir de la realización de eventos en los que hubo una colaboración “benévola”. La embajada cuenta con un medio llamado Biblioteca virtual compartida de cine, “un proyecto para difundir nuestra cultura en la materia del cine”, comentó Takahashi, que también está presente en distintas embajadas de Japón de América Latina.