Este año se conmemora la vigésimo quinta Marcha del Silencio. Desde el 22 de mayo del año pasado, un grupo integrado por los fotógrafos Annabella Balduvino, Elena Boffetta, Ricardo Gómez, Federico Panizza, Pablo Porciúncula y la asistente en producción Soledad Acuña idearon el proyecto 196 abrazos contra el olvido. Consiste en retratar a referentes de la sociedad uruguaya, mientras abrazan los carteles que año a año encabezan la Marcha del Silencio.
Sala de Redacción habló con Pablo Porciúncula, que explicó cuál fue el criterio que usaron para elegir a los referentes y cuál fue el proceso artístico con el que logran que los fotografiados se encuentren abrazando a la persona desaparecida, casi medio siglo más tarde.
-¿Cómo y cuándo surgió el proyecto?
-Imágenes del Silencio como equipo surge hace seis años, en ocasión de la vigésima marcha del silencio. Ese trabajo tuvo que ver con una recopilación de fotografías de todas las marchas desde 1996 hasta ese momento. Después, ese mismo grupo estuvo trabajando en estas temáticas; se hizo un homenaje a Luisa Cuesta, también se hizo un trabajo con los mártires estudiantiles, al conmemorar sus 50 años (de los asesinatos). El 22 de mayo del año pasado empezamos a trabajar en este nuevo proyecto de Imágenes que se llama “196 abrazos contra el olvido” para la vigésimo quinta marcha.
–¿Y cuál es el objetivo de este proyecto?
-Es tener este tema sobre la mesa. Que alguien mire la foto, y generar que una persona que nunca había pensado este tema, lo piense. Por eso, la intención de este proyecto es tener referentes de distintas áreas y verdaderamente apostar a la diversidad, para que esos referentes puedan ser vistos y la gente pueda pensar en estos temas.
-¿Cuál fue el criterio para la selección de referentes?
-Fue poder abarcar a gente de distintas áreas. Que la gente encuentre a alguien a quien escucha, alguien que está comprometiéndose con esta causa, que está señalando algo que tiene que ver con los derechos humanos. Así de fácil. Algo que para muchos es complicado, porque al relacionarlo con la política, hay puertas que se van cerrando. Cuando uno encuentra referentes que le echan una mirada a esto y que además están abrazando en el gesto a esta causa, pueden abrirse a las preguntas. Fue en ese marco; grupos sociales de la A a la Z. Te encontrás con referentes mediáticos, pero hay otros que no, hay otros que son referentes de pequeños colectivos o de pequeños grupos.
-No usaron figuras políticas…
-No, los políticos partidarios estaban especialmente excluidos, y fueron los únicos. Porque justamente, ésto sigue la línea de Familiares. No tiene que ver con un tema político-partidario, entonces tomamos esa línea de Familiares y la respetamos a rajatabla. Es cierto que hay gente que uno la puede identificar con determinados sectores, pero no tienen una militancia activa ni cargos políticos.
-¿Cuál es su relación con Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos?
-Es una relación de coordinación. Creo que los familiares han sido muy generosos con el proyecto porque verdaderamente no nos han cuestionado lo que hacíamos y nos han apoyado muchísimo. Nos permitieron el uso de la margarita y nos prestaron sus carteles, con los que marchan. Hemos tenido todo un trabajo de coordinación en el aspecto logístico, pero lo que tiene que ver con el arte, nos han dejado hacercon mucha confianza y mucha libertad.
-¿Cómo es el proceso artístico con el fotografiado?
-Dura unos 20 minutos, más o menos. Tenemos una pequeña reunión donde contamos para qué se va a usar su fotografía, para darles el marco del proyecto y la firma de la cesión de derechos de imagen. Después pasamos al set, previamente preparamos un audio con una reseña breve de cada uno de los desaparecidos. Elegimos al azar uno de los retratos, se lo entregamos a la persona y le damos a escuchar ese audio. La intención de ésto es salir del desaparecido como una idea abstracta y realmente estar abrazando a la persona que fue, y para eso es necesario dar elementos. Saber cómo se llama, qué hacía, si tenía hijos, si estaba casado, en qué circunstancias fue detenido y cuáles fueron las últimas noticias que se tuvo sobre esa persona. Ahí lo que pasa es que el retratado realmente se encuentra con una persona y lo mueve desde un montón de lugares sensibles. Además, increíblemente nos pasó de encontrarnos con gente que había nacido el mismo día que detuvieron a la persona, o que el padre tenía la misma edad. Un montón de recuerdos se iban moviendo en la cabeza del retratado, en relación a esta foto que le estábamos presentando. Creo que esa instancia transformó un mero retrato, a una instancia creativa en la que estaba participando quién se iba a retratar, y el gesto de ese encuentro fue lo que intentamos capturar.
-A causa del Covid-19 y la exhortación a no aglomerarse, la marcha de este año va a cambiar a un formato virtual. ¿Tenían planeado hacer una acción presencial el día de la marcha?
-Teníamos tres cosas para hacer con las fotos: una exposición fotográfica, una pegatina y la semana pasada tendrían que haber aparecido unos cubos de dos metros con retratos en las plazas de Montevideo. Los cubos no van a correr, la pegatina posiblemente tampoco y lo que si sigue planificado es la exposición. De todos modos, la idea del proyecto -más allá de que terminaba el 20 de mayo- era que los días previos a la marcha nos corríamos para un costado. Entendemos que esos días lo tenían que asumir Familiares, con su organización de la marcha, su prensa, sus comunicados y su postura. La inauguración será en la fotogalería de la Unión, es probable que se cuelguen las fotos y pero no habrá una inauguración, porque reúne gente, pero lo otro está planificado y las fotos van a estar colgadas allí. Igualmente, con Familiares estamos planificando algunas acciones para hacer este 20 de mayo, que va a ser un día distinto.
–¿Cómo evaluaron la repercusión del proyecto en la sociedad?
-Nos sorprendió mucho. Sobre todo que Instagram haya sido la cuenta que más se movió, ya que tiene un perfil más para jóvenes. Pensamos que la que más se iba a mover sería Facebook, así que eso nos sorprendió gratamente. Después, las repercusiones han sido lindas, te encontrás con muchas cosas, también con la violencia de las redes. En ese sentido creo que la gente que participó fue muy valiente, porque ya sabían de la exposición a la que iban a estar sometidos. Pero te encontrás con devoluciones en las redes y te das cuenta que es un tema que a la gente la conmueve, que está presente. También como fotógrafos; saber que la herramienta con la que te comunicas sigue causando efecto, cómo moviliza y cómo hace reflexionar a la gente, está buenísimo. La verdad que es muy grato esto.
Son 196 las personas detenidas desaparecidas que dejó la última dictadura militar uruguaya, aunque este número va en ascenso a medida que se avanza con las investigaciones de crímenes de lesa humanidad. En 2005 comenzaron las excavaciones y desde entonces fueron cinco los cuerpos encontrados. Mientras tanto, miles de personas marchan todos los años pidiendo por verdad, justicia y nunca más terrorismo de Estado.