El coronavirus se propaga por el mundo al mismo tiempo en que lo hace la desinformación. Uruguay no es ajeno a ninguna de las dos situaciones, e incluso el propio presidente de la República, Luis Lacalle Pou, se refirió al tema en una conferencia de prensa después de que la secretaria general de la Asociación de Empleados y Obreros Municipales, Valeria Ripoll, informara erróneamente el jueves pasado que se había registrado la primera muerte por coronavirus en el país. Ese mismo día, Lacalle Pou pidió a los medios y a la población en general que se tenga mucho cuidado con la información que se difunde. “Debemos dejar de generar incertidumbre” afirmó.
Natalia Uval, periodista de La Diaria y docente de la Facultad de Información y Comunicación de la Universidad de la República, fue consultada por Sala de Redacción sobre el tema y consideró que las precauciones que los periodistas deben tener “son las mismas que para otros temas”. Según resumió, estas precauciones consisten en “chequear las fuentes, fijarse en la fuente de origen de esa información, tampoco creer en todo lo que se dice, ser desconfiado, ciertamente con las cosas que no se dicen en las conferencias brindadas por las autoridades”.
Si bien el gobierno uruguayo está realizando conferencias de prensa a diario y también utiliza los diversos medios oficiales para transmitir información sobre la evolución del coronavirus, para Uval es necesario “poner a disposición una base de datos un poco más amplia de las cosas que se están comunicando, porque simplemente se limita muchas veces al número de infectados y algún dato más”.
Para los expertos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) es crucial que los gobiernos sean responsables y brinden información confiable, detallada y de forma clara, especialmente para aquellos que tienen acceso limitado a internet.
Otras pantallas
Las redes sociales juegan un papel fundamental en la agenda informativa de muchas personas durante la actual crisis sanitaria y, al mismo tiempo, son la vía más rápida para la viralización para los contenidos de desinformación. La licenciada en psicología Angela Ravera afirmó que “muchas veces el miedo puede ser mucho más contagioso y generar mucho más caos que la propia pandemia. No solo la desinformación colaboró para que la gente entre en pánico, sino más bien la sobre información que hay”, dijo en relación al desabastecimiento de algunos productos de alimentación e higiene que ocurrió cuando se confirmaron los primeros casos del virus en el país.
Un ejemplo de rápida viralización de información no verificada se dio con la noticia de que el consumo de ibuprofeno tendría consecuencias negativas para quienes tengan coronavirus, que circuló en redes sociales y de mensajería. Al respecto, Christian Lindmeier, portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en una nota para el portal de noticias de la ONU aseguró que “en la actualidad, según la información disponible, la OMS no recomienda en contra del uso de ibuprofeno”. En el mismo sentido, agregó que se revisó la literatura y se realizaron consultas a médicos que tratan personas con Covid-19, la enfermedad que produce el coronavirus, y tampoco se registraron informes negativos.