El recientemente cesado comandante en jefe del Ejército, Guido Manini Ríos, dijo en entrevista con el programa radial En Perspectiva que no piensa “liderar ningún partido político militar” y que quiere “tomarse un tiempo” para considerar su futuro político.

Si bien no descarta la propuesta del partido Cabildo Abierto -que el pasado 10 de marzo fue habilitado por la Corte Electoral a participar de la contienda y propuso al ex comandante en jefe como precandidato a la Presidencia-, Manini Ríos dijo que va a considerar “en qué pista” incursionar y que no está “encasillado en ninguno de los partidos políticos”. Basta con ver la familia paterna del ex jerarca militar, fuertemente involucrada con el Partido Colorado: su abuelo fue ministro de José Batlle y Ordóñez, mientras que su tío fue ministro del Interior durante el primer gobierno de Julio María Sanguinetti. Por otro lado, su abuelo materno fue lugarteniente de Aparicio Saravia en 1904 y su esposa y su suegro pertenecen actualmente a una agrupación del Partido Nacional.

Respecto a su posición sobre el gobierno, se mostró ambiguo: “Creo que en algunos temas el gobierno hace las cosas muy bien y en otros hace las cosas muy mal”, y agregó que podría “dar una mano desde otro puesto de lucha”.

Por su parte, según informó el portal Ecos, el Movimiento Unidos Podemos (MUP), que nuclea a oficiales y personal subalterno del Ejército, extenderá en las próximas horas una carta al ex comandante manifestándole su apoyo y adhesión al lema por el que decida participar en una eventual candidatura política. “Estaremos donde desembarque”, contó a Ecos Héctor Rovira, referente del MUP, que definió a Manini Ríos como un “líder nato”.

Un final esperado

En la misma entrevista con el programa de Emiliano Cotelo, Manini dijo que no buscó el cese de sus funciones pero que sí “era consciente de que era altamente probable que se produjera”, luego del informe que hizo sobre el fallo del Tribunal Especial de Honor para Oficiales Superiores Nº1. En el informe se refería a las violaciones a los derechos humanos perpetradas por Luis Maurente, Jorge “Pajarito”Silveira y José “Nino”Gavazzo durante la última dictadura cívico-militar.

Además, aseguró que en el Ejército “prima el concepto de que la Justicia, en algunos casos, actuó como venganza” y ejemplificó con el caso del coronel Rodolfo Álvarez Nieto, que fue procesado en 2017 por torturas y abuso de autoridad hacia los detenidos. Según Manini, Álvarez Nieto sigue preso “por ser el sobrino de Gregorio Álvarez”.

Manini respondió a Cotelo que “es una lectura posible” que sus fuertes críticas a la Justicia fueran una manera de “quemar las naves”, puesto que las Fuerzas Armadas han estado en el centro del debate político debido a la Ley Orgánica que propone la reducción del Ejército y la reforma de la Caja Militar que se impulsa desde el Parlamento. También destacó que su gestión estuvo marcada por los esfuerzos de “levantar el perfil” a los problemas sociales que tiene el Ejército.

El video de la discordia

Ante su cese, el Ejército publicó en sus redes sociales un video de despedida del ex comandante en jefe. Respecto a esto, Manini dijo que debido al carácter “abrupto” de su cese tuvo que despedirse de esa manera y que “no fue un acto de rebeldía”. A pesar de que podría haber hecho llegar el video por sus redes personales, sostuvo que el mismo se hizo público a través de las cuentas personales del Ejército porque “mis soldados no tienen Twitter, lo que tienen es acceso a los canales institucionales”.

Además, reconoció que al referirse a “falsedades de burócratas incapaces” apuntó al ministro de Trabajo, Ernesto Murro, y al subsecretario de Economía, Pablo Ferreri, con quienes tuvo serios enfrentamientos debido a la reforma de la Caja Militar.

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