Decanos electos cuentan proyectos y plantean necesidades

Los balances y planes para las facultades de Ciencias, Economía, Derecho, Humanidades, Medicina y Química, seis de los ocho servicios de la Universidad de la República que eligieron decano por el período 2018-2022.

En 2018 se barajó y se repartió de nuevo. Ocho servicios de la Udelar cambiaron autoridades y con esos cambios se establecieron objetivos específicos a lograrse en un período mínimo de cuatro años. En 2019, que también será año electoral, los decanos se terminarán de afianzar en sus cargos y trabajarán para mejorar las condiciones del servicio que dirigen.

Lo hecho, hecho está
Mónica Marín, decana de Ciencias, sabía cómo funcionaba el servicio antes de asumir como tal porque fue miembro del Consejo de Facultad durante ocho años. Planteó que hay muchas cosas para hacer y, si bien no planteó un balance claro, contó que está elaborando un plan de trabajo para los próximos cuatro años, el que definirá en marzo o abril del año próximo.
Jorge Xavier, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración, reconoció que los dos períodos en los que estuvo Rodrigo Arim como decano significaron “un antes y un después”, lo que le generó a la facultad “cierto grado de vértigo”, que ayudó a implementar cambios positivos. Aseguró que el nuevo plan de estudios y la conformación de departamentos en la estructura docente son “cambios trascendentales”. Sin embargo, se diferenció del “estilo” de Rodrigo Arim a la hora de gestionar el servicio y aclaró que el orden docente lo propuso para desempeñarse como decano “buscando cierto equilibrio y esperando generar mayores consensos”.
“Trato de hacer balances de forma permanente”, contó Jorge Xavier, y agregó que se involucró en todas las instancias en la que sintió que podía aportar: “hay un escenario propicio para seguir construyendo”. Confirmó que el próximo año se mantendrá la oferta educativa en el departamento de Maldonado, descartando el planteo que había hecho Arim sobre suspenderla. “Es un avance que pudimos instrumentar”, concluyó.
La decana de Derecho, Cristina Mangarelli, es la primera mujer abogada en desempeñar ese cargo y al respecto comentó que a la mujer siempre le cuesta más alcanzar ciertos cargos jerárquicos que al varón y en la Facultad de Derecho “también ocurre, aunque no sea explícito”.
“Siempre hay algo para cambiar, pero cambiar no significa que algo estuviera mal”, aseguró Cristina Mangarelli. Reconoció que el fallecido decano Gonzalo Uriarte trabajó en la implementación del plan de estudios de Abogacía y Notariado que se está ajustando y tendrá que terminar de implementar. “El balance es positivo”, aseguró.
La decana de Humanidades, Ana Frega, comentó que la matrícula estudiantil aumentó y que resulta necesario incrementar el espacio físico del servicio. “En el edificio central se hizo un plan de recambio eléctrico y se adecuó con las exigencias de Bomberos”, informó. Además, adelantó que se está trabajando para conseguir una nueva sede pero “es algo que no lo voy a ver yo como decana”.
“A mí me apoyaron los gremios”, dijo orgulloso el decano de Medicina, Miguel Martínez, quien además aclaró que de no haber contado con los apoyos que tuvo, no hubiera aceptado el cargo. En cuanto a lo hecho dijo que existe una “continua revisión” del plan de estudios de la carrera de Medicina, el que debe adaptarse a una realidad “que cambia de forma vertiginosa”.
Miguel Martínez recibió a SdR junto al asistente académico Ricardo Rocca, quien reconoció la importancia de haber desarrollado los cursos de metodología de investigación dentro del nuevo plan de estudios, ya que “a fin de año se presentaron 91 trabajos de investigación científica de muy buen nivel”.
El decano de Química, Álvaro Mombrú, opinó sobre los subsidios entregados a los docentes por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII): “nos otorga buena reputación, es un estímulo positivo”, y agregó que “la mayoría de los grados 3, 4 y 5 tienen nivel de doctorado e integran el sistema nacional de investigadores”. “Los docentes con DT tienen actividad de cogobierno, de extensión y de enseñanza muy fuerte”, contó: “Nos toca a los mayores mostrarle a los jóvenes que se puede hacer todo”.
De su gestión destacó que se propuso la reforma del plan de estudios en el Claustro de Facultad y adelantó la creación de una “sala de recreación para chicos de 3 a 12 años”, hijos de funcionarios, docentes y estudiantes, que podrán usarse en verano. “Queremos seguir con acciones de ese tipo”, aseguró.
Lo que quieren
Todos coincidieron en que tanto ellos como el resto de los servicios de la Udelar necesitan de mayores recursos económicos para concretar los objetivos. Pero también se animaron a mencionar otros aspectos necesarios.
Trabajar más sobre la inserción de los egresados es un debe que tiene la Facultad de Ciencias, según comentó Mónica Marín: “La Facultad de Ciencias es muy diversa, se conoce poco y es necesario darle visibilidad”, y agregó: “Hay que darle a los egresados mayor confianza para hacer emprendimientos”. “El eje es promover las ciencias en todos sus sentidos”, opinó. Señaló también que le gustaría que existiera una mayor interacción interna entre los actores universitarios, porque “estamos organizados en institutos y cada uno está en lo suyo”, y planteó: “No hemos logrado tener una interacción más estrecha que nos permita poner temas científicos sobre la mesa”. Para esta decana, las ciencias deberían ser tratadas como el arte, por cuanto deberían ser parte esencial de la cultura; “tiene que haber una cultura científica más accesible a todos”, concluyó.
Jorge Xavier cree que su servicio debe “solidificar el proceso de cambio” impulsado por el ex decano y actual rector Rodrigo Arim. “Hay cierta dificultad por el lado de la dedicación de los docentes, la generación de planes de trabajo y de mecanismos de rendición de cuentas”, resumió. En ese sentido, explicó que había “cierto grado de desprolijidad” en cuanto a la remuneración docente a la que se está tratando de “darle uniformidad”. Por otro lado, consideró necesario definir un esquema de “rotación en cargos de gestión para asegurar que todos cumplan con esa función”, lo que también es difícil de implementar. También adelantó que están en proceso de acreditación de la Licenciatura en Economía.
Otro asunto que le preocupa a Jorge Xavier es la deserción de los estudiantes en el primer año de la carrera: “perdemos cerca del 30 por ciento, de 4 mil que ingresan, 1.200 no registran actividad o no aprueban ninguna unidad curricular”. “Pedí para dar clase en el primer semestre de primer año en una modalidad de curso intensivo para un grupo de 100 estudiantes”, adelantó, “es una prueba piloto”. Para el decano es fundamental involucrarse directamente con la generación que ingresa para ver si puede “contener y apoyar”, de manera de evitar tal deserción.
Cristina Mangarelli fue más específica y enumeró los objetivos a lograr de aquí a cuatro años: “Terminar de implementar el nuevo plan de estudios”, “unificar las materias dictadas en Facultad para que puedan ser aprovechadas por todos los estudiantes de las distintas carreras que se dictan” y “propiciar un aumento y mejora en la investigación”. También destacó la importancia de la descentralización y la extensión.
Por otro lado admitió que le interesa la movilidad estudiantil y docente, así como la de investigadores y egresados. Cree necesaria la firma de convenios con universidades de América Latina y también de Europa y otras regiones: “hay muchas oportunidades y hay que utilizarlas”, remarcó. Por último comentó que es necesario mejorar la atención que se brinda a los estudiantes, para lo que se requiere un servicio “ágil, rápido y seguro” por parte de Bedelía y nuevas y más fáciles formas de inscripción. También remarcó la necesidad de aumentar las pasantías finales y de seguir trabajando en la escuela de posgrados: “en el mundo son cada vez más importantes las maestrías, especializaciones y doctorados, y esta Facultad no puede estar ajena”, remarcó.
Ana Frega coincidió en la necesidad de consolidar la reforma del plan de estudios y el proceso de evaluación institucional, pero señaló como novedad la adquisición de un padrón para instalar una nueva sede, la que “sería en la zona de Canelones, Maldonado y Eduardo Acevedo”, adelantó, para lo que se van a necesitar “más docentes y más funcionarios”. Contó que la Facultad sigue apostando a una mayor dedicación de los docentes a través de las dedicaciones totales y extensiones horarias pero reconoció que “20 horas es insuficiente y nos gustaría poder aumentar para cubrir los sectores emergentes de la Facultad”.
Por otro lado, también le preocupa la inserción de los egresados en el mercado laboral. Si bien reconoció que hay muchos estudiantes que complementan otros estudios ya realizados, comentó que “hay una población que viene pensando en culminar una carrera e insertarse en un mercado laboral”, y ese es un objetivo “realmente clave”. Por último, contó que le “interesa consolidar el papel de la Facultad en un sistema nacional de educación pública”, lo que contribuiría a alcanzar “un fin estratégico de la Udelar, que es la democratización de la enseñanza terciaria y universitaria en todo el país”.
A Miguel Martínez le preocupa poder “abrir nuevos campos” en la investigación y también ampliar y mejorar los ya existentes. “Un país que no investiga está en problemas”, aseguró. La investigación clínica permitiría desarrollar medicamentos “que de otra manera sería imposible pagar”, contó, y agregó que el beneficiario final de esa investigación es el paciente, “si no recibe el nuevo medicamento, al menos que reciba la mejor versión de lo que se tenga”, remarcó.
Respecto del Hospital de Clínicas, Miguel Martínez sostuvo que “falta una integración mejor del Hospital al sistema de salud, y esa es una aspiración nuestra”. Reconoció tener una muy buena relación con el Ministerio de Salud Pública (MSP) y con la Administración de Servicios de de Salud del Estado (ASSE), con quienes están haciendo un plan para que el Clínicas “se sume al fenómeno de los cargos de alta dedicación”. Para el decano es fundamental que haya “voluntad expresa” para insertar al Hospital de Clínicas.
Álvaro Mombrú planteó que es un desafío obtener más espacio y al respecto señaló que es algo en lo que se está trabajando. De hecho aseguró que luego de concretarse la reubicación de la Facultad de Veterinaria, sería el turno de Química. Reconoció que la calidad en recursos humanos y en equipamientos ha crecido pero aseguró que “para seguir avanzando se necesita espacio”.

Autor: Facundo Gianero

FacebookTwitter